STRANGE LOVE
El puñetero Karma se había empeñado en no hacer realidad este día que llevaba décadas esperando, el concierto de Depeche Mode.
Llegamos al Palau Sant Jordi sobre las 20:30hrs, hora prevista para el grupo “telonero” (que fea palabra), enfundados en nuestros atuendos negros cual cofradía de viudas en Semana santa, eso sí, sin vírgenes ni rosarios de por medio. Nunca empezó a la hora y eso nos permitió fumar, echar unas risas, comernos unas frías hamburguesas y nuestra respectiva birra de 9 € dentro del recinto, si 9 €! Daba igual, era Depeche Mode.
El grupo encargado de amenizar la espera fueron la banda de origen chino: Re-Tros (Rebuildings The Rights Of Statutes), grupo de post punk electrónico, los cuales tienen una vida artística de catorce años, y aunque encajaban perfectamente como encargados de telonear a Depeche, no me llamaron mucho la atención. Seguramente escuche sus discos para darles otra oportunidad.
Llego el momento, los primeros acordes de Martin Gore a la guitarra despierta el Palau, se enciende el escenario, pantalla gigante incluida, y en unos pocos segundos aparece la señora (como llamo cariñosamente a Dave Gahan) bailoteando tímidamente a contraluz de la pantalla, por un nivel medio de esta misma, gritos y aplausos pusieron el bello de punta y empezamos, era real, estábamos ahí! Sonaba fatal pero daba igual, todo se arreglaría, y en unos breves minutos el sonido comenzó a recuperase y subir al nivel que ellos se merecían. Reconozco que estuve las semanas anteriores mirando todos los últimos conciertos de la gira, y el repertorio no me entusiasmaba mucho, visto de un punto de vista personal, sin ser un fan empedernido, esperaba más hits y canciones de “violator” mi disco favorito ,los concierto solían durar una hora con suerte, no fue el caso, hit tras hits por parte de la banda inglesa calentaban cada vez más la audiencia, cuando parecía acabar venia otro hit, Mister Gahan se venía a arriba cada vez mas, dando paso a sus bailes mas característicos, una voz impecable, momentos nostálgicos y épicos con Martin Gore cantando solo acompañado de su guitarra, guitarra de estrella plata cual “Bootsy Collins acompañando al legendario George Clinton, pero no, eran ellos, los reyes del Synthpop de los 80’s, era el Gahan que sobrevivió a su adicción a la Heroína, sus intentos de suicidio por la adicción, periodo del cual surgieron joyas sonoras como “Barret Of a Gun”, que hizo que todo el Palau se pusiera de pie y cantarlo cual himno oscuro se tratase, no faltaron hits como “It’s no good”, “Strangelove” la hipnotica “Going backwards” y su mítica “Walking in my Shoes” proyectando en esa pantalla gigante un elegante tributo al travestismo, ahí me tocaron el corazón, por lo que me toca, a esa altura yo ya había perdido de vista a mis amigas, deambulaba solo y cada vez más cerca del Escenario y del cartel “Temazo”(Foto) que no daba tiempo ni de guardarse y venia otro hit.
Éxtasis Sonoro de color negro, la Señora Gahan ya se había desecho de su camisa y acompañado de un solo chaleco, lo dio todo y más desde el inicio del concierto, extasiado en el escenario con sus brazos en forma de cruz fue capaz de hacer cantar e incluso coreografiar a toda la audiencia, todo un showman, pocos grupos después de 30 años tocan en directo sus canciones con tanta ganas e ímpetu como en sus primeros años, nosotros seguíamos ahí, atravesando las 4 décadas pero cantando cuales chavales en los 80s, faltó el mítico “Just can’t get enough” pero a cambio nos regalaron una versión de “Personal Jesus” que fue momentazo de fantasía pura. Íbamos retrocediendo en el tiempo discográfico pero llegando ya a su fin de esta orgia sonora, llegando casi a las 2 horas de concierto, se olvidaron casi de pasar por “Violator” y yo del mundo entero, también se olvidaron de los synthes que los caracterizaba en sus inicios, ahora hay más guitarras, batería, son mas rock y menos electro pop, pero son ellos: Depeche Mode.
“Los Depeche” consiguieron que me fuese a casa mentalmente volando, sin importante nada de nada el frío que hacía.
Crónica por Ari Korrales, fotos por Ari Korrales.