Mucha gente sigue teniendo resistencias ante Halloween, lo consideran una invasión cultural, supongo que toda esa gente nunca come Kebab o escucha Reggae, supongo que nunca toman coca-cola o bailan rock and roll. El mundo es así, las tradiciones viajan, lo llevan haciendo desde el inicio de los tiempos y seguirán haciéndolo hasta el final. Como sabéis los primeros trazos de lo que hoy llamamos Halloween se encontraron en Irlanda y han viajado por todo el mundo en diferentes formas, desde el “dia de los muertos” en Mexico hasta la más castiza “víspera de todos los santos” porque al fin y al cabo la gente muere y tiene miedo hasta en los lugares más recónditos del planeta. En cuanto a la cultura… que queréis que os diga? Yo creo en la cultura de las personas, y de los grupos de personas, por encima de la cultura de los países, me alejo de muchas de las fiestas que tradicionalmente nos corresponden, no me siento muy identificado con la cultura popular en la que vivimos aquí, ni con la gente que sale por la tele y sin embargo me siento cercano a los monstruos de las películas de la Universal, a los libros de finales del XIX y las adaptaciones de ellos durante estos ciento y pico años, a la oscuridad que quedó cuando se apagó el punk o a las pelis del tío Romero… en definitiva, a las cosas que se celebran cuando se celebra Halloween, y por eso cada año lo espero con ilusión.
Este año comenzamos pronto las celebraciones y nos acercamos por las I Jornadas del Terror y el Misterio hasta el Condado de la Mota en Mogro. Las Jornadas comenzaban el Viernes con una conferencia a cargo de Francisco Renedo Carrandi, autor del libro ‘Enigmas de Cantabria’ y continuaban con una cena infernal. El Sábado había programados todo tipo de actos, desde una fiesta infantil con maquillaje, hasta sesiones de música, videojuegos Zombi, pase de películas de miedo o una gran fiesta para clausurar.
Pese a que todo nos atraía mucho y en otra circunstancia seguramente hubiésemos hecho campamento allí durante dos días, nos conformamos con acercarnos la tarde del sábado y acudir a las conferencias a cargo de Patricia Prida y Mariano Fernandez Urresti. Patricia, directora del programa Proyecto Terror, dio un buen repaso a las adaptaciones de la obra cumbre de Shelley en el cine. Desde la versión de 1910 de los Edison Estudios hasta la adaptación de Stuart Beattie prevista para 2013, pasando por las de James Whale, Terrence Fisher o Kennet branagh y llegando hasta la parodia de Mel Brooks o las adaptaciones para la tele, como las series La Tia de Frankenstein o Los Munster. En definitiva, un buen repaso y un interesante ejercicio ver trocitos de todas ellas juntas y poder comparar la evolución del personaje en la cultura popular.
La charla de Urresti nos colocó a medio camino entre la ficción y la realidad en un juego que hubiese podido ser idea del mismísimo Tim Powers. Urresti repasó de manera absolutamente meticulosa la biografía de ficción de Sherlock Holmes y muchos de los datos disponibles sobre los asesinatos cometidos en 1888 en White Chapel, así, con la mezcla de los dos elementos nos dirige hacia la inquietante pregunta… ¿Por qué coño Sherlock no descubrió la identidad de Jack? La verdad es que es más que curioso comprobar cómo Sir Arthur Conan Doyle que fue exhaustivo contando en donde andaba metido Holmes durante los años previos y posteriores a los asesinatos que conmovieron a Londres, deja un extraño silencio precisamente durante esas fechas.
La exposición y el juego, nos tuvieron en vilo durante la hora larga en la que Urresti fue soltando datos de una manera absolutamente magistral, y describiendo las estancias y los lugares de los crímenes como si hubiese estado en ellos en el momento preciso. Supongo que a la pasión personal por ambos personajes se une una buena paliza de investigación reciente para construir su próxima novela, que estará basada precisamente en un copycat de Jack y un grupo de fans de Sherlock que intentan detenerle.
Tras la visita de un montón de extraños personajes y criaturas que nos inquietaron durante el debate posterior a las charlas nos marchamos del Condado y dejamos a los monstruos con su fiesta, que se anunciaba hasta el amanecer.
Sólo ha sido una primera piedra, pero precisamente es ese “I” que precede al título lo que más ilusión me hace, ojalá que las jornadas crezcan y las disfrutemos durante muchos años, ojalá se conviertan en tradición y nos sirvan como aperitivo para la gran noche y veamos en próximos años veamos desfilar a muchos más escritores, cineastas y monstruos rechazados por la sociedad, quien sabe si hemos sido lo suficientemente afortunados de ver nacer algo que puede adquirir las dimensiones de la semana gótica de Madrid, o por qué no… de la semana negra de Gijón.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.