Diamanda en Santander!? Diamanda Galas presenta su nuevo y recién estrenado trabajo Guilty, Guilty, Guilty con dos únicas fechas en España. Tuvimos la suerte de poder estar presentes en la primera de ellas.
Mi amigo Kike, con carnet de gótico desde los ochenta, se pira de Cantabria por motivos de trabajo y el palacio de festivales de esta ciudad siempre tan atenta y progresista ha decidio montarle como homenaje el dia de su cumpleaños este evento, que ni en sus mejores fantasías hubiese podido soñar.
Bueno, en realidad gran parte del parrafo de arriba es mentira, excepto por la parte sobre mi amigo Kike que se va de Cantabria y es su cumple, pero ni era un homenaje, ni esta es una ciudad progresista, lo siento, me lo he inventado. La movida, al parecer parte del aula de música de la Universidad de Cantabria, y me gustaría conocer al que propuso traer a Diamanda, detrás de todas estas historias, no os engañeis, siempre está la mente de algún loco que consigue de vez en cuando convencer a los que le rodean en una de estas embarcadas. Así que de una u otra manera, teníamos a Diamanda Galas presentado Guilty, Guilty, Guilty en su primera fecha en España, luego irá a Paris, volverá para un concierto en Murcia, Grecia tres en Portugal y un par de ellos en Italia. Como veis todo un privilegio lo que hemos contemplado esta noche.
Supongo que todos ya os conocereis la biografía y colaboraciones en Bandas Sonoras de Diamanda aunque no la conocieseis de antemano porque la prensa ha informado sobre ello estos dias. Sin embargo creo que la sensación general entre el auditorio fue de sorpresa ya que estaba formado en gran parte por curiosos que se habían sentido atraidos por las descripciones de los periódicos o simplemente de peña a la que parecía que alguien le había puesto una invitación “para ver a una pianista” en la mano. Total, durante gran parte del show, algunas señoras con el pelo lacado y teñido de colores imposibles se tapaban los oidos con expresión de “que horror”. De hecho, los 50 minutos de repertorio fueron suficientes para que unos cuantos saliesen corriendo antes de los bises, mientras que otros mirabamos indignados el reloj, porque no habíamos dejado de flipar durante todo el concierto.
La verdad es que los ultra-agudos de súcubo y graznidos de arpía de algunos de los temas del show no estaban hechos para oidos sensibles. Creo que os podreis hacer una idea efectiva si conseguís Guilty, Guilty, Guilty y lo reproducis escuchandolo con cascos a tope de volumen. Además gran parte del repertorio estuvo centrado en este disco (grabado en directo durante el Valentines Day Massacre de 2006), homeaje a Edith Piaf incluido. Diamanda se atrevió, incluso, con un tema en castellano, aunque por desgracia parece que comparte profesor con Omar Rodriguez Lopez, porque se la entendía más bien poco.
Como os he dicho al inicio ha sido una oportunidad de oro para conocer o profundizar en el repertorio de esta artista, lástima que se lo hayan montado tan bien alejando al público potencial de Diamanda de su actuación, repartiendo invitaciones entre gente no interesada en este tipo de música y dejando muy poquitas para algunos aficionados que se las vieron y se las desearon para poder pasar, quedandose sin conseguirlo en bastantes casos, aunque por otro lado, hay que pensar que tal vez el auditorio tampoco se hubiese llenado de estar todas las entradas en taquilla, y al fin y al cabo, quien puso verdadero interés al final por unas o por otras consiguió pasar. Sin embargo, no deja de ser curioso pensar en cuanta y qué gente se hubiese acercado a ver a Diamanda Galas en caso de que el concierto hubiese tenido lugar, por ejemplo, en la heaven, o en caso de que la entrada hubiese costado, por ejemplo diez euros.
Diatribas sobre “la escena” aparte, nos quedamos con la parte músical, con nuestras felicitaciones a quien tuvo la brillante idea de traerla a Santander y el suficiente coraje como para ponerla en práctica.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Paula Court.