A LAS BARRICADAS
Otra vez tenemos la oportunidad de ver este gran texto de Darío Fo en Torrelavega, en esta ocasión puesto en escena por el grupo Suripanta, que llenó el teatro Concha Espina en la XX edición del festival de Invierno de Torrelavega.
Hace ya algunos años Muerte Accidental de un Anarquista fue protagonista del teatro de Torrelavega, que por aquel entonces era el del Marqués, lo que no recuerdo es si fue también en el Festival de Invierno, o en el Otoño aficionado. Por aquel entonces descubrí la obra y me enamoré de Darío Fo, así que no queríamos dejar pasar esta nueva oportunidad, ahora presentada por el Grupo Suripanta y dirigida por Eteve Ferrer en la versión de Carla Matteini. Parece que Suripanta también le tienen bastante cariño a Fo, porque precisamente la primera obra que interpretaron cuando se formó el grupo, hace más de 20 años, fue Aquí no Paga Nadie, y ahora con Muerte Accidental acaban de llevarse el Premio Jara al mejor montaje teatral.
Sobre el texto poco se puede añadir, creo que muestra al mejor Darío Fo, con grandes dosis de humor y mucho compromiso político. Creando escenas tan grotescas como ver a tres policías alzando sendas banderas negras para cantar A Las Barricadas, mientras intentan buscar una historia razonable que encubra que el anarquista no saltó por la ventana por voluntad propia. Por desgracia, tras casi cuarenta años desde que se escribió el texto, no ha perdido ni un ápice de fuerza, porque la realidad sigue siendo tan cruda y sigue estando igual de bien reflejada. En la adaptación de Suripanta, bastaron un par de referencias al Youtube para que de repente pareciese que el texto se hubiese escrito el año pasado.
El montaje estuvo muy correcto, con una escenografía sencilla pero muy efectiva y buenas interpretaciones, aunque en algunas ocasiones la rapidez con la que hablaba Pedro Rodriguez (Protagonista), hacía que parte del texto se perdiese, o al menos a nuestras localidades llegase un poco embarullado, aunque por otra parte, entiendo que eso le daba algo más de realismo, porque si hubiese quedado más vocalizado podría haber caido en la sobreinterpretación.
Pasamos un gran rato de viernes noche y aunque no me rei tanto como la primera vez que vi la obra, estuvo bien que lo volviesen a traer, aunque espero firmamente que algún dia podamos pasarlo bien de verdad viendo la obra, sabiendo que es ficción eso de que de vez en cuando un cabeza de truco decida de voluntad propia saltar por la ventana de la comisaría.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Suripanta.