DIO – Holy Diver
Ronnie James Dio se había unido a Black Sabbath en 1979 para literalmente darle la vuelta a la banda y grabar dos grandes discos, que aunque puedan ser cuestionados por los puristas del primer sonido Sabbath dejaron claro que DIO no iba a ser símplemente un cantante suplente para los años flojos de una gran banda.
Así que en 1983 se editó el primer disco en el que DIO asumía el total control de su carrera. Uno de los álbumes que marcaron las directrices de lo que hoy conocemos como Heavy Metal, cuyas raíces se pueden buscar en el hard rock de finales de los setenta pero que consigue su propia entidad a base de discos como el que hoy nos ocupa.
Holy Diver fue uno de los principales impulsores de la fantasía épica en el Heavy Metal, a nivel lírico, estético y de sonoridades (incluyendo su uso de los teclados) siendo Ronald James gran aficionado a la literatura de Tolkien y Sir Walter Scott entre otros, no hace falta nada más que asomarse al videoclip del tema que da título a este disco para comprobar hasta que punto.
Los riffazos heredados de Sabbath se concretan en temas directos al estómago en los que la voz cobra todo el protagonismo. Sin ningún lugar a dudas toda la tradición de cantantes virtuosos de años posteriores tiene gran base en la voz de DIO. Su personalidad sobre el escenario sería también mil veces imitada, y muy pocas igualada.
El Album dejaría para la posteridad una increible colección de temas de entre los que hay que destacar por su popularidad a “Don’t Talk to Strangers”, “Caught in the Middle”, “Rainbow in the Dark” y por supuesto “Holy Diver”.
Curiosamente las canciones de DIO nunca han llegado a transcender mucho más allá de las fronteras del rock duro y no es facil encontrarse albumes suyos en recopilaciones generalistas de discos imprescindibles. No nos importa, es nuestro tesssoro, pertenece enteramente a la cultura del heavy metal y probablemente nunca se vendan camisetas suyas en las grandes superficies, pero ante los ojos de los aficionados la leyenda no para de crecer: El cancer acabó con DIO en el año 2010, pero discos como Holy Diver hace mucho que lo convirtieron en inmortal.
Comentario por Oskar Sánchez