HUND ISST HUND
Seguramente a muchos ni os suene el grupo, en su día tuvieron su momento de gloria para aquellos que veíamos la MTV a mediados de los 90. Cuando Beavis and Butthead eran los DJs de moda y sin ninguna piedad sentenciaban si aquello que sonaba, molaba o no
Pues fue en ese momento de gloria cuando escuché los “cuatro” temas que les hicieron famosos. De hecho, no había escuchado ningún disco suyo completo hasta después de verlos en Wacken el verano pasado. Fue con diferencia el concierto del festival en el que mejor me lo pasé. De esos que vas a ver qué pasa, a ver si cantan alguna que te sabes, y de esos en los que acabas dándote codazos con todo cristo pegando botes en la primera fila…
Ese grandísimo sabor de boca que me dejaron en Wacken fue lo que me animó a acercarme a ver un concierto suyo. Y vaya si acerté. Dog Eat Dog te transportan a los 90 como pocos grupos, ellos mismos decían al comenzar: Somos un grupo con un cassete en nuestra portada, ¿Qué sabremos nosotros de música moderna?. Y por supuesto que no brillan por su calidad musical, pero ¡qué leches! yo lo que quiero es cantar con vosotros los viejos temas.
La sala era una vieja fábrica abandonada, más parecida a una casa Okupa de las que había por muchas ciudades en España hará unos 20 años. Centros sociales autogestionados que decían… El concierto empezó conmigo y cuatro frikis más en la primera fila, sale el bajista en plan Ultimate Warrior ¿Alguien veía Tele 5 los Domingos en los 90? Y se viene directo a chocarme la mano ¡Hola majete!
Aquello empieza suave, con un tema posiblemente nuevo, la verdad es que no lo conocía y luego se tiraron directamente al Who is the King, su tema más famoso diría yo.
Aquello hizo que la gente se animara definitivamente y que empezáramos todos a dar brincos ya durante el resto del concierto. Vaya manera de calentar al personal, me recordaron a la entrada de Anthrax (¡Menuda comparación que me acabo de sacar!) arrancando con el Among the living y el Caught in a Mosh sin decir ni buenas tardes.
Con los ánimos por las nubes, la banda consiguió no enfriarnos, a pesar de haber ya soltado de primeras su tema más conocido. Payasadas, bromas tontas y referencias a lo viejos que estamos todos – Nadie en la sala, que estaba llena por cierto, bajaba de los 30. Nadie. – Me gustó mucho ver a la gente delante cantando todos los temas con ellos. Yo me sabía cuatro estribillos como decía antes… Y fue una grata sorpresa ver a tanto fan de la banda coreando sus temas. Sobre todo una chica a mi izquierda que se notaba que estaba disfrutando cada estrofa. Hasta el punto de que en una de las canciones, que la canta el batería, el negro grandote este, mientras cantaba se quedó a cuadros viendo que la chica le seguía TODA la letra. Eso es una fan y lo demás son tonterías. Luego la subieron a un lado del escenario y estuvo cantando las canciones como merecía, con el resto de la banda. ¡Precioso detalle!
El momento más surrealista para mí fue a mitad de concierto, cuando el cantante dice que veía muchas camisetas del Wacken por el público (Yo creo que era el único, pero de tanto meneo entre canciones creo que me vio doble varias veces). En eso que se acerca el bajista que estaba a mi lado y me dice, ¿WHAT BAND DO YOU PLAY? con un acentaco de Nueva York flipante y le digo, ¿Cómo?, no, tío yo no toco. – Pero pone ARTIST en tu camiseta!!! – (La verdad es que ni me había fijado) Miro mi camiseta, lo miro a él con cara de circunstancias y le digo, No tío, lo siento pero no toco – PERO YO TENGO LA MISMA CAMISETA!! – Y vuelvo a decirle, puede ser, pero el caso es que no toco en ninguna banda… Os estuve viendo el año pasado allí, eso es todo… – Y se fué todo decepcionado a seguir con el concierto… Al poco rato vino a darme una púa de recuerdo, qué tío más majete 🙂
La historia de la camiseta es que la compré en un puesto callejero en el pueblo, a una mujer que vendía cosas y el dinero era para una ONG o algo así ponía… Yo ni me había fijado en ella y estaba en el armario desde entonces. Parece ser que es la que le dan a los grupos que tocan en el festival y de ahí la confusión…
El concierto terminó con varios éxitos más, incluyendo por supuesto No Fronts y su estribillo más famoso (Ver en el enlace inferior).
Divertidos, muy macarras, muy cercanos a la gente, disfrutando… La verdad es que da gusto encontrarse grupos así y poder cantar con ellos sus viejos temas, aún en 2018. Creo que nos dejaron a todos con un sabor de boca buenísimo y demostraron con su modestia lo grandes que son.
Crónica y fotos por Jose el de Alemania.