Esta historia la cuenta un buen amigo de estos tres fieras. Por casualidad o por que estaba destinado a ser así, soy testigo de la misma. Empezaba el año 2015, el Jon, el Cucu y Chivi decidieron empezar esta aventura. No hay como coincidir en un conrto, tomarte una cerveza, empezar a divagar y expresar lo que hay en tu cabeza a ritmo de rock. Los tres querían contar lo mismo, fue una fusión mental, un polvo, que coño, un trío, así empezó todo.
Ya tenían un rodaje para marearse. Pensaréis… pero si Chivi es un Chavalín! Este antes de quitarse el chupete ya tenía una batería en casa, hecha con botes de pintura, así está ahora la suya. Lleva dos años con depresión, de los palos que le da. Además de en Duro, toca en Los Escapaos.
El Cucu, según dicen las malas lenguas, era y seguro que es, un gaitero fino. Andar en bici nunca se olvida, pero al final acabó con un bajo en sus manos, y yo creo que le toca mejor que la gaita. Además de en Duro, tocan en La Fiebre, y fue componente de Cuatro 33.
El más veterano de la banda es el Jon. Este cuando nació los médicos fliparon. Lo primero que vieron salir fue el mástil de una guitarra. Quién no le conoce en este mundillo, madre mía. Cuando no había bandas de Rock en Cabezón de la sal, yo diría que en la década de los 90, empezó a darle goma al folk con Tentirujo. A raíz de eso y porque al final haces lo que te pide el cuerpo fue rock y más rock; Guitarrista de El Club de las Moscas, luego en el grupo Jon&Cas, en esa época nació Tr3s y gracias a una colaboración empezó a tocar con Mario San Miguel y el Ejército del Amor, para luego formar Cuatro 33.
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