Pasan los días y como suele pasar, aun estando dentro de la marea pandémica que nos ha tocado vivir, el paso del tiempo es implacable para todos, entrando ya en el final del verano en pleno mes de agosto. Acostumbrándonos todos estos meses a que la forma de ver un concierto haya cambiado tanto, con el protagonismo de las sillas, las distancias de seguridad, los geles, las mascarillas…Al final no nos queda otra, como muchas veces comenta nuestro máster Oskar, no sabemos lo que va a durar todo esto, y permanecer agazapados esperando recuperar un pasado que es posible que nunca vuelva, es una especie de condena autoimpuesta y sin salida.
Los eventos de pequeño formato como los que se han organizado en el Centro Cívico de Cudón y otros cuantos, que se han repartido durante este verano por la región, como el Beltane, o los diferentes eventos que se están celebrando estos días en Torrelavega como el SoundCity, o se celebrarán en A.C. Los Bancos de Atrás de Unquera, están animando la escena cultural de la región y de todos los que amamos los conciertos en directo. En ese punto, el Escenario Santander, la que tal vez, es la sala más importante de conciertos de esta región, no podía quedarse atrás. Así con el apoyo de la Concejalía de Cultura del Ayto de Santander, lanza la segunda edición de “LA EScena”, programando una serie de conciertos, congregando a 18 bandas de la región, con entrada gratuita nominada, reservando a través de la web del Escenario sdr. Comenzando el 13 de Agosto extendiéndose durante los fines de semana siguientes hasta el 25 de Septiembre. Siendo una terapia magnífica, a modo de tratamiento post vacacional, para el que estén disfrutando de sus vacaciones estos meses y el paso a Septiembre no sea tan traumático.
El año pasado, en la primera edición, disfrutamos de un puñado de muy buenas actuaciones con bandas como Medussa, Mehnai, Aitor Ochoa & Mand Mule, entre otras grandes bandas.
En esta ocasión me centraré en el tercer concierto de la segunda edición, en jornada de viernes, con la actuación de DURO y PIEDRAS NEGRAS.
La apertura de puertas estaba estimada a las 20h, el formato, en este modo pandemia, en el Escenario Sdr, sería en plaza de asiento alrededor de mesas distribuidas por el recinto, con las oportunas medidas de distancias y demás. Un formato este de las mesas, un poco problemático para los antisociales como yo, pero en esta ocasión tuve la suerte de coincidir con una de las grandes del objetivo de esta región, la amiga Sonia Toledano y su chico, que tuvieron a bien aguantarme y que pondrá su inconfundible y espectacular firma en las imágenes del evento.
Por mi parte, llevaba algunas semanas sin ver nada, ya que este verano me lo he tomado un poco más tranquilo, desde lo último que se programó en cudón con Marcos Bárcena, así que tenía bastantes ganas, escogiendo este evento, para volver a ver a los amigos de DURO y especialmente a la banda que les acompañaría esa jornada PIEDRAS NEGRAS banda novel del occidente de Cantabria, por recomendación de mi hermano, que los vería el pasado jueves 17 en el Caramelo Sunset Club de Oyambre, en la que sería su primera actuación en directo.
Con una excelente puntualidad que hubiera hecho las delicias del amigo Txuxty Cano, sobre las 21h comenzaría el viaje, ocupando el escenario PIEDRAS NEGRAS.
La oscuridad se haría sobre el escenario presidido por una gran lona negra con el logo dorado de la banda. Al momento, mientras sonaba una intro, el viento en forma de brisa rozaría nuestras mejillas, el sonido de las olas envolvía la sala, cuando nos quisimos dar cuenta, ya no estábamos en el Escenario Sdr, nos encontrábamos a la orilla de la playa, tal vez la de Merón o la de Gerra, la sensación era maravillosa, el agua de las olas pasaba bajo nuestro pies y el aroma a mar absolutamente espectacular. Entonces despertaron las guitarras y el trío protagonista nos transportaría, a bordo de una tabla de surf, a otra época, una época dorada de nuestro inconsciente.
Encabezados por Roberto Franco “Napy” de San Vte de la Barquera a la guitarra y las voces; Mario al bajo, natural de Cabezón de la Sal y actualmente residiendo en Lamadrid (Valdáliga) junto a Adrián “Ramos” a la batería también de San Vte de la Barquera. Salvo el cantante con proyectos puntuales como hace 20 años en una banda llamada Tifer, o hace 5 junto a Ramos, cuando se reunían en el local de ensayo que comparten con Duro y quisieron intentarlo, pero no funcionó. El resto de la banda, ya tenía más experiencia continuada en otras bandas. Ramos incluso cuenta con experiencia en bandas de Londres donde vivió algunos años. Hace aproximadamente un año, empezaron a madurar más el proyecto, componiendo temas y demás, hasta que hace unos seis meses completaron la formación. Mario que en realidad es guitarrista, junto a Ramos, tienen activo también el proyecto Cianuro Expres, banda de versiones.
En esto de las bandas sabemos que destacar, cuando parece que ya está todo inventado es muy complicada, por lo que tiene que haber algo que marque la diferencia y ahí es donde ocupa su lugar la voz de Napy, desde las primeras notas quedas atrapado por su esencia, haciéndome viajar en el tiempo, cuando entre los posos de bandas como Tako o Barricada en los temas de Boni, surgió en la zona de Unquera y aledaños, Nadín y Los Perezosos, dejando una nueva bso para la posteridad de muchos de nosotros. Piedras Negras, gracias a la voz de Napy, transmite esas sensaciones añejas, que hacía tiempo que no sentía, practicando rock clásico muy efectivo, con puntos de rabia punk rock, entre otras influencias.
Comenzarían con el tema “Desnuda”, con el sonido de las olas de fondo, a la luz de la luna, de manera tranquila, para estallar con pura energía para dejarnos a todos con la boca abierta. Tras un breve saludo de Napy, continuarían con “Como Locos”, llevándonos en volandas, viendo una banda muy compenetrada y muy a gusto sobre el escenario, respondido por el oportuno aplauso del público. Proseguirían así, con un repertorio de unas 12 canciones. Agradeciendo la oportunidad en su segundo bolo en directo, todo un lujo gracias a la Concejalía de Cultura del Ayto de Santander, al Escenario Sdr y a Duro, por invitarles.
Nos sorprenderían con grandes temas que estoy seguro en muy poco tiempo pasarán a ser himnos de la banda, como “Lava Apagada” o “Carne de Cañón”. Destacando el tema “Viajeros” que dedicó a su familia allí presente, impregnado de la esencia interna de Napy, quien nos contaba, que proviene de una infancia difícil, con un padre ausente y una madre que tras tener a su hermana, sucumbió a la mala vida hasta que se destrozó el cuerpo y su cerebro, ingresando hace 10 años en un centro hasta el día de hoy, por lo que fueron criados por sus abuelos, con una fuerte carga de soledad e introversión, en la que la música fue su tabla de salvación así como lo sería el surf, con apenas 13 años, adquirió con los pocos ahorros que tenía su primera tabla, además de cruzarse con la música de Nirvana, gracias a ello a la música y al surf, pudo acceder a otros círculos de amigos. Recuerda con nostalgia, ir a la playa con el Nevermind en los auriculares y la tabla medio rota bajo el brazo. En relación con todo ese trasfondo, hay una emoción especial en la voz de Napy, que transmite muchos sentimientos de rabia contenida, entre puntos de fiesta y cachis fiesteros que también destilan sus canciones.
También le dan a temas con ambiente blusero como “Entre Tus Piernas”, que me trae a la cabeza a Gritando en Silencio, con el punto de voz rota que le pone Napy, muy bien acompañado por la línea de bajo y batería.
Otro giro de tuerca, sería el tema “En la fogata”, con un rollo bandolero del oeste, que nos hizo movernos un montón. Mario agradecería la asistencia, en especial varios vecinos de Lamadrid, para dar paso al medio tiempo “Despertarme”, con gran intensidad al final del tema, con buenos desarrollos de guitarra de Napy.
Destacaría también en el final del concierto, temas como “Distinto” y “Al Cerrote” con un punto de locura tremendo con Ramos dándolo todo en la batería, para concluir con “Condenados”, un tema de denuncia de la situación actual, con una vena más stoner al principio, con grandes desarrollos.
Terminarían así unos 50 minutos de concierto, que me sorprendieron muy gratamente, sin duda uno de los descubrimientos importantes de este año, rock efectivo con un punto nostálgico 80s 90s, lleno de emoción con sus puntos de fiesta, con una tremenda personalidad que estoy seguro que van a dar que hablar.
Tienen un tema grabado en los estudios Cubex de Santander, que están a la espera de publicar junto a un video. Para grabar el resto de los 12 temas que tienen, están a la espera de poder conseguir la pasta necesaria. Todo ello, sin parar de seguir creando temas nuevos.
Espero que muy pronto tengamos el disco en las manos. Entre tanto disfrutaremos de sus conciertos, si tienes ocasión no te los pierdas.
Tras unos minutos de descanso para cambiar los bártulos del escenario, aprovechamos para refrescar la garganta, con el buen servicio de los empleados del Escenario sdr, sirviendo directamente en las mesas, para cumplir con los protocolos y que nadie se levantara más de la cuenta, también pude reencontrarme con amigos de la escena como el gran Javi Granja, cubriendo el evento.
Sobre las 22:15h llegarían los cabezas de cartel, desde Cabezón de la Sal, los creadores del “rock a secas”, DURO. Con la inolvidable actuación en Udías del verano pasado, en el recuerdo, casi en familia, para mostrarnos su último larga duración «PANDEMIA»,desde entonces, no habían tenido la oportunidad de presentarlo como es debido ante el gran público, y qué mejor sitio que la sala más importante de Cantabria.
Si en el caso de Piedras Negras, el surf y las olas del mar, invadieron el Escenario sdr, cuando DURO ocupa el escenario, es el viento y la arena del desierto el que toma el protagonismo, en forma de tormenta de arena. A penas puedes aguantarte en el asiento, cuando entre la nube surge una figura espectacular, una especie de estructura con forma de barco, levitando sobre la arena, como si estuviéramos dentro de Mad Max o el mar de dunas de Tatooine. En su popa, destacaba a modo de mascarón, una figura única e irrepetible, el crack de las baquetas el amigo Chivi, envuelto en vistosos colores, tatuando su cuerpo, escoltado al fondo un auténtico león de cabellos plateados de las cuatro cuerdas, Cucu al bajo; encabezados todos ellos, por el gran capitán Jon a las seis cuerdas y las voces. Sin darnos cuenta, seríamos abordados por el rock a secas sin compasión.
Hora y media y 19 canciones lo que nos esperaba por delante, una auténtica gozada sumergirse en esa mezcla de hard rock y stoner, con la peculiar voz rota de Jon, recorriendo sus tres discos.
Comenzarían por quererse a uno mismo, venciendo los miedos interiores con “Contigo a solas” de su primer larga duración «Codicia» de 2017, seguiríamos dejando nuestro hogar de toda la vida para buscar un futuro mejor en “Qué será de Tí”. Destacando la fuerza stoner más marcada en esta primera época.
Buscaríamos algo más de luz, saltando a su segundo disco al tema que la nombre “Vive”, sin duda una de sus mejores temas, una auténtica oda a ser feliz, disfrutando el momento, «(…) haz tu sueño realidad, no vivas por vivir, vive para disfrutar (…)». Muy aplicable a toda una vida, pero mucho más en días como los que nos está tocando vivir. En esa misma línea llega otro himno de este disco “Tiempo perdido”, muy coreado por los allí presentes, que nos subió en volandas, llenándonos de vitalidad de una manera impresionante, con los punteos y los desarrollos de guitarra, apoyado siempre por la gran línea de bajo y batería. No faltaron otros temas de este discazo, como son “Agazapados” o “Escuela de la Vida”.
Por su puesto su último larga duración tendría el protagonismo que se merece, en su presentación, tras recordarnos, que los músicos no viven de la nada y que teníamos a nuestra disposición, en el puesto de merchan, sus discos y camisetas; destacando “Tu bombón”, con un rollo stoner y blusero, con grandes desarrollos incrustados, que sonaron tremendos. Otro gran tema sería “Grita”, lo que viene a ser gritar -¡¡mierda!!-, un tema perfecto para liberar tensiones, muy oportuno, durante estos periodos estivales, en los que la gente que trabaja cara al público, tiene que lidiar con unos cuantos cafres forasteros.
También tuvo su momento emotivo, recordando el tema que da nombre al disco “Pandemia”, con las imágenes en la retina de la presentación del año pasado en Udías, con el disco, casi un año en el cajón, había muchas ganas de mostrarlo al público.
Destacaría también el tema “Camino”, el que según ellos, sería el más popero, con un sonido coral muy bonito que le da un punto muy vitalista.
En una noche tan especial, no podían faltar las sorpresas, como sería el estreno de un tema nuevo, titulado “Reset”, que me gustó bastante, con la fuerza de las baquetas de Chivi y el bajo de Cucu, con estribillo muy pegadizo por parte de Jon, insertando buenos desarrollos, marca de la casa.
Encarando el final del concierto, no podía dejar de sonar su himno más grande, “La Arrancadera”, incluido en su disco de debut, su gran legado para la eternidad, para ello por supuesto, nos pidieron que alzáramos todos la copa al cielo y brindáramos por los ratos que pasamos. A pesar de estar sentados, estoy seguro que nuestras almas no pararon ni un instante.
Se despedirían con otro gran tema de su primer disco “Necesidad”, en el que Chivi lo goza de una manera brutal, con esa bestia Escapaos, queriendo salir sin control.
Una vez más DURO, se marcaron un auténtico conciertazo, les da igual que sea una esquina de un pequeño bar, o grandes tablas como las del Escenario Sdr, una banda cada vez más compactada y compenetrada, sin duda alguna se han convertido en un referente de lo que yo llamo la zona más allá del muro, cuando nos alejamos de la capi o más aún de Torre, porque en ese aparente desierto, hay una calidad impresionante, convirtiéndose después de tres discos, en todo unos clásicos, por derecho propio.
Termino estas líneas, agradeciendo al Escenario Sdr y la Concejalía de Cultura del Ayto de Santander, por promover estos eventos culturales, tan necesarios en momentos como estos. Recordando que esto no ha terminado y que aún nos quedan unos cuantos conciertos más, con temática variada, no los dejes escapar.
Texto: John Man.
Fotos: Sonia Toledano.