na abadía de la Orden de San Benito del siglo XIV enclavada en el norte de la península itálica ha sido sacudida por un hecho inexplicable: uno de sus monjes ha muerto de una forma muy misteriosa. Para investigar tan extraño suceso, deciden confiar en un fraile franciscano, fray Guillermo de Baskerville, quien llega a la abadía acompañado de su joven discípulo, el también franciscano Adso de Melk, para una reunión entre la delegación del papa (entonces radicado en Aviñón, Francia) y los llamados «espirituales» de la recién nacida Orden franciscana, entre quienes se encuentra Ubertino da Casale.
No obstante y dados los acontecimientos, a su llegada Guillermo es requerido por el abad para que investigue el extraño suceso. Guillermo de Baskerville, antiguo inquisidor, posee inteligencia y perspicacia, y es precisamente por pensadores de la época como Roger Bacon y Guillermo de Ockham, promotores de la ciencia y el razonamiento lógico como un don divino, que Guillermo de Baskerville va desentrañando los secretos que oculta la abadía.