El 14 de octubre de 2011, el capitán de aerolínea William Whip Whitaker consume drogas de forma recreativa en su habitación de un hotel en Orlando, con la sobrecargo Katerina Katrina Márquez. Después de una noche de sexo, alcohol y dormir muy poco, Whip inhala cocaína antes de pilotar el vuelo 227 de SouthJet con destino a Atlanta. Después de un agitado despegue con fuerte turbulencia, el copiloto Ken Evans pilota el avión mientras Whip discretamente mezcla vodka en su jugo de naranja y duerme una siesta. Whip se despierta por una sacudida justo antes del descenso final y la aeronave entra en picado como resultado de un fallo catastrófico en la cola del avión, perdiendo posteriormente ambos motores. Whip decide invertir el avión para evitar entrar en pérdida, con lo que gana tiempo y logra evitar caer en picado; instantes después regresa el avión a su posición normal justo antes de un aterrizaje forzoso en un campo junto a una iglesia. Whip pierde el conocimiento poco después del impacto contra el suelo.