Son cuatro músicos los cuatro pilares sobre los que se asienta este potente grupo. Una formación clásica con un directo demoledor y con un denominador común: hemos mamado rock y crecido con los grandes de los 70, 80 y 90. Para esta banda, la música son los cuatro minutos que dura cada tema y los cuida con el máximo esmero. Melodías, interludios y estribillos directos, contribuyen a la creación de ambientes y texturas únicas, dando como resultado canciones que transmiten emociones.
Si nos remontamos al origen, Eldorado nace a principios de 2007 cuando un par de músicos de la escena madrileña –Nano y César-, deciden montar este proyecto bajo una premisa de partida fundamental: hacer lo que nos gusta y, sobre todo, como nos gusta.
Las ideas claras, máximas ambiciones y humildad grabada en la piel a golpe de años metidos en esto fueron un buen punto de partida. Y los buenos augurios.
Alex, el tercer miembro de la formación, es el símbolo de los mejores augurios de Eldorado y la consecuencia directa de un local compartido con otros músicos. Un tipo detrás de sus tambores y platos nos recibe en el local que vamos a compartir con él:
“¿Os echo un cable para meter el equipo?…, llevo toda la tarde estudiando unas figuras…, ¿Por qué no os enchufáis y nos improvisamos algo?”.
Después de pocos compases la conclusión fue clara; Eldorado tenía un batería que acabábamos de conocer.
Jesús es nuestro cantante. Ultimo en subirse a la banda y que, con su estilo y entusiasmo, aumentó muy considerablemente las prestaciones de este motor imparable que es Eldorado.
En cinco meses de trabajo se gestó el repertorio de este disco. Con los temas en las manos, apuntamos directamente al mejor productor de rock mundial para hacer un disco enorme. En poco más de dos semanas la banda estaba en el estudio con Richard. Trabajar con él ha sido un privilegio no solo por el resultado obtenido sino por lo que hemos disfrutado en el camino. Sin ninguna duda, Eldorado es savia nueva, aire fresco y no va a dejar a nadie indiferente.