ELIZABELTZ + DURO

Nunca en toda la historia de Noche de Rock una producción de un bolo se había complicado tanto como esta. Errores al anotar la fecha, oposiciones que impiden que los grupos puedan tocar, baterías sustitutos no disponibles, lesiones de espalda, fiebres altas e incidentes de última hora a los que es mejor no dar más protagonismo… el 17 de Febrero pasará a la historia del programa como el Día del Concierto Maldito. Cuando consultamos cuantas anticipadas había vendidas ponía que 13. Estaba escrito en el infierno.

Y sin embargo, cuando las cosas se ponen difíciles es cuando más brillan los amigos, y las sólidas redes que hemos construido en estos años de trabajo. Gente comprando entradas sabiendo que no podían venir para apoyar el bolo, medios acreditados pagando su entrada para echar un cable, Ítaca cubriendo al completo el sueldo de la técnico de sonido para que no tuviésemos pérdidas, Los Volquetes poniendo parte del Backline para facilitar las cosas a pesar de que ya no íban a actuar, viniendo como público y comprando la entrada, Elizabeltz ofreciéndonos devolver parte de su pasta para arreglar un cristal que se rompió en el incidente de marras, Duro apuntándose a ciegas, sin preguntar cómo ni cuánto, a seis horas de la prueba de sonido, Granada Goblin enterándose de la movida y ofreciéndose a ir a tocar si hacía falta, la peña arrasando con el merch hasta hacer cuadrar unas cuentas imposibles… Cuánta gente tan grande coño.

Cuando 4 Villains nos dieron que no podían participar en la fiesta, enseguida pensé en Elizabeltz. Porque nos encajaban en el concepto de fiesta de carnaval, pero también porque la entrevista que les habíamos hecho hacía unas semanas me había dejado con muchísima intriga sobre su propuesta musical y escénica.

A pesar de que el concierto tuvo que ser a una guitarra, y por tanto recortaron repertorio y tuvieron que readaptar partes sobre la marcha demostraron de largo que son una banda excelente. Comentaba con Txutxy Cano y con Txen de Insonoro, que hemos visto en ocasiones como bandas que apuestan por la estética y la teatralidad descuidan la parte musical, nada más lejos aquí. Suenan como un cañón, con pasajes que pueden recordar a Marilyn Manson o Ghost, pero también con otras influencias traídas del death metal o el heavy. El Euskera como lengua vehícular, hace que la misa sea aun más oscura, dándole cierto aire arcáico y misterioso. Sergio es un auténtico animal escénico. Pinturas, ropajes, zancos, velos y cruces ardiendo, pero sobre todo la personalidad arrolladora y la entrega de quién es capaz de sangrar sobre las tablas para ofrecer un sacrificio musical. Conciertos que vivimos como una fiesta privada, y que podrían llenar estadios en universos paralelos. La suerte de haber llegado a conocernos. Me cuentan que el segundo disco está en camino y que lo que traen es muy grande. Espero que su primera visita haya encendido las alarmas. No debéis perdéroslos otra vez.

Y cuando salió Duro yo ya me relajé del todo. Se me olvidó un rato que habíamos montado el concierto nosotros y que al día siguiente escribiría alguna cosa sobre lo que había pasado. Me pedí otro Gin Tonic y me lo pasé de puta madre, con las canciones, con una de las mejores bandas de ROCK que hay en el puto estado, con tres tipos que ponen cualquier escenario patas arriba a guitarrazos y con el ambientazo que conseguimos, íntimo sí, pero lleno de peña de puta madre… sumando las risas extras que hacen los disfraces. Me da en la nariz que el Damned NdR Carnival Party se va a convertir en una cita anual recurrente.