No hay más secreto para crear escena que darle todo el rato, sin esperar a cambio nada más que el placer de sentirte parte y disfrutar del movimiento. Un lugar alejado de los centros urbanos lleno hasta arriba de gente local y de otros que han hecho kilómetros para estar allí? Conseguir años después una audiencia que sabe a lo que va? Parches y camisetas de Hongo, de Nashgul y de Mutilated Judge? Unquera ist Krieg! El final del verano, el primer día de invierno. La niebla y la llovizna entre los árboles de la autopista ya presagiaba una noche a recordar. Mientras unos lloran que no se puede otros lo hacen realidad semana a semana.
Primera visita a Los Bancos por parte de los míticos Emboque, que ya pronto celebran sus tres décadas como banda. Si gente con esta trayectoria ve clara la fórmula y entiende la honestidad de esta forma de trabajo ya no queda nada más que hablar. Hablábamos a la entrada que los repertorios de cuarenta minutos son uno de nuestros formatos favoritos. Sin tiempo para pensártelo ni divagar entre canciones, tienes que seleccionar los mejores aciertos, y buscar dianas en el repertorio de Emboque es sencillo. Se permitieron un guiño a los lugareños haciendo una versión de Los Perezosos, además, precisamente, de mi canción favorita de ellos “Lágrimas de Rabia”. Ojalá un día un concierto de reunión en los Bancos, ¿Te imaginas?
Aunque el concierto tuvo lugar en interior por la amenaza de tormenta al final la noche aguantó y permitió que en los interludios hubiese animada charla en el patio. La tormenta fue dentro, se alcanzaron fuertes temperaturas y un aire denso que se podía cortar con un cuchillo.
Depths of Stygia eran la banda invitada. Vienen de Valladolid y teníamos alguna referencia suya gracias a la página de FB Pucela Extrema. Resulta que son ya compañeros de viaje de nuestros Opposer, y doy fe de que han hecho buenas migas, de hecho su cantante se subió en el bolo de Opposer a hacer a medias Back to ’94. Pese a su juventud van cargados de un Death Metal melódico con fuerte influencia noventera. Acaban de regrabar las voces de su primer disco Abandona Toda Esperanza, para dar un salto al inglés y se comentaba por ahí que ya están trabajando en su siguiente álbum que verá la oscuridad en 2025. Les vamos a seguir la pista porque lo que vimos nos gustó mucho; actitud, buena ejecución, pero sobre todo mucho temazo, que al final es lo que más importa.
CrystalMoors eran otro de los motivos por los que no queríamos perdernos la velada. No se dejan ver tanto y tras la marcha de Lavín Uruksoth bien pensamos que su historia había llegado a su fin, pero cuentan las crónicas que los clanes cántabros no son tan fáciles de derrotar. La única estrategia qué tenía sentido era volver a traer a Erun Dagoth a las filas, pero nadie contaba con eso tras tantos años fuera de la banda. Se han quedado en cuarteto tras su última etapa Dark Folk y recuperan un sonido más cercano a su Pagan Metal originario, incluyendo algunas bases de teclado que les dan un nuevo punto en directo. Incluso con Thorgen herido en el campo de batalla supieron traer la destrucción, son muchos años de historia y al final han conseguido una buena colección de clásicos indispensables que van haciendo su repertorio cada vez más grande.
Finalmente Opposer, que siempre son mi carta favorita en la discusión sobre si tocar mucho o reservar la banda para ocasiones contadas. Si lo que más te mola en el mundo es tocar, y todos tenemos los años contados… toca siempre que puedas y no hagas tanta estrategia, que al final los mejores planes se tuercen y la magia aparece en los lugares menos insospechados! Pero es que además pasan otras dos cosas, la primera que Opposer están como titanes porque siempre están rodados, nunca les pillas en uno de esos días de “es que hacía tiempo que no dábamos un concierto y estamos un poco oxidados”, y claro, cuando la noche rema a favor como ayer, la parten en dos. Y por otro lado, el roce hace el cariño, si nos sabemos todas las canciones, parte de las letras y todos los solos de Opposer es porque les hemos escuchado mogollón de veces, y porque cada vez que tocan te dan una excusa perfecta para darle otra vuelta a sus discos. Poco más que decir, como todo fue tan bien y la gente estaba tan a gusto, el ambiente cada vez se fue caldeando más y acabó en lo que se supone que debe ser un concierto, entusiasmo, desenfreno y pit. Algunos sueñan con las noches de juventud en las que la música era el centro, otros las hacen realidad cada semana.