Cojonudos! Kusturica ha hecho historia en Santander. El de anoche fue uno de esos conciertos que se nombrarán recurrentemente en conversaciones musicales futuras, diciendo con orgullo aquello de Yo estuve allí!!
Si miras de nuevo, con más atención las fotos que incluimos, y reparas en que el concierto tuvo lugar en El Palacio de Festivales de Santander seguramente llegarás a la conclusión de que nos hemos equivocado al incluirlas, o bien que hemos cogido imágenes de archivo de otra ciudad. Pero no es así, eso es Santander, eso es El Palacio de Festivales, eso sucedió anoche y nosotros estuvimos allí.
Comprobamos con agrado al entrar al palacio, que muchos amigos habían acudido también, la música de Emir había reunido a muchas caras conocidas, gente sin muchos complejos musicales y amplios intereses, que casi siempre acabamos tropezando en uno u otro concierto. Habíamos elegido una ubicación centrada en el Palacio, para poder tener una visión general de toda la banda y hacia allí nos encaminamos. Tras el lió con el cambio de fechas temíamos que hubiesen duplicado alguna entrada por error y tuviésemos problemas con los sitios, como ya nos sucedió en alguna ocasión, pero no fue así, todo estaba correcto y sólo quedaba esperar a que la No Smoking hiciese su aparición. Evidentemente no iba a ser un concierto al uso para los abonados al Palacio, y para empezar sufrimos el cuarto de hora (largo) de retraso, más típico de un concierto de Rock and Roll que de un evento en el Palacio de Festivales, empezaban a dar pistas.
Músicalmente el último disco de Kusturica mantiene la esencia balcánica, pero a su vez tiene cierto toque cabaretero al que sacaron gran partido con la increíble actuación de el Dr. Nelle Karajlic saliendo desde la segunda canción entre el público acompañado del tubista, y animando a la gente a levantarse, dar palmas y finalmente abandonar sus asientos. Había gente que ya venía dispuesta a todo, pero lo cierto es que hasta los más reacios acabaron de pie y bailando, con prácticamente la totalidad del público mezclada en una gran fiesta, que sólo se topó con el impedimento de los responsables del Palacio que intentaron en vano que la gente no se subiese al escenario a bailar. (Hay quien dice que el motivo era que temían por la falta de seguridad del falso suelo que cubre el foso, pero la impresión general es que realmente temían que el asunto se fuese de las manos). Karajlic no entendía porqué querían prohibir bailar a la gente y arrojó el micro al suelo con bastante mala leche, lo que provocó algún momento un poco tenso y finalmente decidió a la poca gente que quedaba sentada a levantarse y en algunos casos a invadir el espacio reservado al foso de los músicos, el escenario y los laterales del mismo.
En el aspecto puramente musical, podríamos decir que la ejecución no fue tan técnica como en el disco, pero se suplió ampliamente gracias al ambiente festivo, la energía y las continuas bromas y guiños a conocidos standards del rock. Al Palacio de Festivales se le ha quitado el olor a alcanfor durante algún tiempo, suponemos que en el futuro la política para decidir espectáculos volverá a ser más restrictiva para evitar que algo parecido vuelva a suceder, pero de cualquier manera, para el recuerdo queda la sensación de libertad y saborear durante algunos minutos el poder de la música y la gente, aunque luego al llegar a casa sigamos tan dormidos como siempre.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Web Oficial.