EMPIRIC, EMOTIVA OSCURIDAD.
En lo que a conciertos se refiere, el mes de febrero ha comenzado de la mejor manera posible en la ciudad de Santander. Este mes nos esperan los conciertos de Mature, El Drogas, Pandemia, Crisix y muchos más. El pasado sábado uno de febrero arrancó con Obús y Empiric, un concierto que podría ser considerado la guinda del pastel para un mes redondo musicalmente hablando.
El citado día llegué relativamente pronto a las puertas del Escenario Santander y después de charlar con los fotógrafos Fernando Martínez y Sonia Toledano me aprovisioné con una buena cerveza y me coloqué cerca del escenario para presenciar el concierto de Empiric junto a Tuko (ex bajista de Adgar). Empiric saltaron al escenario con la contundente energía de “Regresaré” y “La Noche Eterna”. Desde el primer momento me sorprendió la forma en que su cantante adaptaba con suma maestría su melódico registro vocal a la contundencia de los riffs de guitarra de Alfonso Serrano (Bifrost) y a la demoledora base rítmica formada por el bajo de Eduardo Martínez (CrystalMoors) y la batería de David (Bifrost).
La banda continuó su ataque con la melancólica emotividad de “¿Dónde Está?” y “Tentación”. Empiric son, por encima de todo, una banda especialista en la creación de canciones redondas que son capaces de conmoverte y envolverte con sus preciosistas melodías de la escuela de El Fantástico Hombre Bala, Héroes del Silencio, Skizo y Sober. Se formaron en 2007 y han regresado con una nueva formación que ha mejorado los antiguos temas de la banda y que dará mucho que hablar. Empiric cerraron su magnífico concierto con los crujientes riffs de “Vuelvo a Caer” y las maravillosas melodías de “Naufrago”. En estos últimos temas Alfonso Serrano y Jorge me volvieron a sorprender con su dominio de las seis cuerdas y la base rítmica formada por Eduardo y David me supo a gloria bendita. Las voces de Juan Pablo le dieron a todo el conjunto un empaque quizás demasiado melódico para mi gusto, eché de menos algún gruñido y unos cuantos coros guturales, pero no mucho más. En resumen, Empiric son una buenísima banda con una alineación de lujo a la que os recomiendo seguir la pista desde ya.
OBUS, ROCKEANDO HASTA LA MUERTE CON UN PAR.
Obús salieron a matar con “Rebeldes” y “La Mosca”. Los descomunales riffs de Paco Laguna nos volaron la cabeza desde el minuto uno. Por otro lado, la voz de Fortu Sánchez sonó alta, poderosa y nítida y la descomunal y demoledora base rítmica formada por Luisma Hernández y Carlos Mirat terminó de dejarme con el culo torcido. ¡Menuda energía! ¡Menuda bandaza! El álbum “Con un Par” es sobresaliente, pero sus temas en directo son simplemente matadores.
La banda continuó con “Necesito Más”, el traqueteante ritmo de “La Raya” y la endiablada velocidad de “El que Más”. En este punto del concierto Obús ya nos habían demostrado que seguían en forma y que nos iban a brindar una noche memorable como pocas. Las escalas y los punteos de Paco Laguna sonaron altos y veloces, demostró que sus habilidades con la guitarra siguen intactas y que es capaz de mover sus dedos más rápido que nunca.
Fortu and co aceleraron a tope el ritmo del concierto con “Te Visitará la Muerte”, la abrasadora energía de los riffs de “Que te Jodan” y la apocalíptica energía de “Autopista”. Cabe destacar de nuevo el trabajo de Luisma Hernández (bajo) y Carlos Mirat (batería), su precisión y energía dota a las antiguas canciones de Obús de un empaque mucho más grueso y enérgico. La banda volvió a exponernos a la descomunal energía de su último álbum con una soberbia interpretación de los temas “Whisky con Hielo” y “No me lo Digas Más. Como ya he mencionado anteriormente, los temas de este disco son redondos para el directo. Una verdadera maravilla sónica.
Fortu, Paco, Carlos y Luisma nos metieron en la recta final de su concierto con “Dinero, Dinero”, la fiestera, cachonda y sugerente “Vamos Muy Bien” y su nuevo himno de estadio “Sangre de Rock N´Roll”, un tema que ya puede ser considerado como un clásico del heavy metal nacional. En este último tramo del concierto, Fortu ocupó el puesto de la batería y el batería Carlos Mirat nos brindó una demostración de poderío y dominio baquetero chapurreando infinidad de combinaciones sobre los escalones de una escalera metallica. Un espectáculo simplemente increíble y digno de ser presenciado.
Después de este legendario evento tuve la oportunidad de saludar a la banda junto a mi amigo Ángel Rubín. Obús nos demostraron que siguen siendo gente cercana, sencilla y atenta que se preocupa por sus amigos y por sus fans. Si de verdad te apasiona el rock n´roll y el heavy metal asiste a uno de sus conciertos y deja que te alcance de una vez por todas la onda expansiva de su obús sonoro.
Crónica y vídeo: Nacho García Álvarez.
Fotos: Fernando Martínez.