La única influencia que puedo citar a la hora de escribir son mis padres.
Recuerdo que El Popu llegó a mi vida cuando me encontraba bastante anquilosado musicalmente hablando. Descubrí la revista y ya no hubo vuelta atrás, puedo decir bien alto que Popular 1 me liberó de la quema, me puso a un nivel más elevado, terminó de darme el empujón que me salvó de morir amargado en un sucio y triste lugar. El magazine fue mi escuela particular en los duros inviernos de Hellville (Santoña) y mi inspiración en sus soleados y tóxicos veranos. (Todavía no tengo palabras suficientes para agradecer a la revista el haberme descubierto a Jane’s Addiction)
Llevo leyendo asiduamente la revista Popular 1 desde el año 1995. Durante todo ese tiempo y, gracias a la citada revista, he tenido la suerte de descubrir un mundo maravilloso muchas veces desconocido por el gran público. Crecí en una localidad marinera del norte de España rodeado por un ambiente rudo, duro y tedioso, un lugar en el que se trataba a los forasteros con suma dureza y crueldad. Si querías sobrevivir debías de aprender a utilizar los puños, poseer una gran fortaleza psicológica y conseguir crearte tu propio submundo y tu propia cosmovisión. Comencé a crear mi propio universo visitando asiduamente el videoclub, leyendo a Stephen King y escuchando punk rock y metal. Bandas de la talla Eskorbuto, Barricada, Metallica, Los Suaves, La Polla Records, AC/DC y Pantera consiguieron que me pusiese a salvo del insufrible tedio del norte.
Una de las cosas que más me impactaron de la revista fue la sección No Me Judas, Satanás. Descubrir cada nuevo capítulo de esa sección se convirtió en un emocionante ritual. Me sentaba con una cerveza y devoraba cada nueva entrega. En la citada sección podía ocurrir cualquier cosa. Podías encontrar secretos ocultos sobre actores legendarios, anécdotas descacharrantes sobre músicos en plena gira, literatura maldita, e incluso anécdotas bizarras sobre individuos normales y corrientes. Además, lo que marcaba la diferencia con cualquier otra publicación, era que aquellas anécdotas estaban escritas desde un punto de vista cercano, casi íntimo. Aquellas historias fueron relatadas como si su autor te las estuviese contando mientras te tomabas una cerveza en su compañía.
Gracias a estas pequeñas diferencias, El Popu se convirtió en mi oasis particular y en el de mucha gente. Era algo muy nuestro, casi un secreto del que no nos gustaba hablar porque podía llegar a perder ese grado de autenticidad. ¿Y quién estaba detrás del No Me Judas, del Popu, y de su dirección y gestión? Pues César Martin, el hijo de la gran pareja formada por Bertha y Martín Frías, los fundadores del citado magazine, los primeros en atreverse a lanzar una revista sobre rock en la España post franquista. Casi nada ¿no?
Hace unos meses se lanzó el primer volumen recopilatorio sobre la sección No Me Judas, Satanás y los fans ya estamos esperando la segunda entrega. Su lanzamiento se ha llevado a cabo sin demasiada publicidad ni bombos de ningún tipo, el rumor de su existencia fue corriendo de boca en boca como si de un artículo legendario para unos pocos se tratase (sólo se puede adquirir escribiendo a la dirección: popular1book@gmail.com). Nuestro fetiche sigue siendo muy nuestro, solo para fans, algo que nos enorgullece.
1- Hola César, ¿ya tienes pensada la selección de personajes y anécdotas para la segunda entrega de No Me Judas, Satanás?
“¡Por supuesto que no! (Risas) Hay varios decididos, pero son probablemente solo una tercera parte del libro. A mí no me gusta planificar nada con demasiado tiempo de antelación. Un amigo mío lleva alrededor de quince años intentando que entienda que el concepto de “carpeta de previsiones” es una buena idea, ¡pero sigue sin convencerme! Si planificase con mucho tiempo de antelación, esto se parecería demasiado a un trabajo, ¡y eso no suena nada bien! Por ahora, tengo claro que en el segundo volumen no pueden faltar Howard Hughes, Frances Farmer, Guns N’Roses, Steve McQueen, Allman Brothers, DeNiro/Scorsese, Cary Grant, Tod Browning/Freaks… pero aún estoy dándole forma al libro y construyéndolo poco a poco. Es mucho más excitante hacerlo con calma y sorprenderte a ti mismo con decisiones inesperadas. Ahora estoy releyendo textos antiguos, escribiendo textos nuevos y disfrutando el proceso. Entre el agobio interminable de esta maldita pandemia y el clima hostil, es el momento perfecto para poner un vinilo de The Boswell Sisters, aislarte del mundo y perderte en montañas de viejos No Me Judas”.
2- Vamos a profundizar un poco en el primer volumen recopilatorio de la sección No Me Judas, Satanás. Me fascina tu tremendo grado de acceso a la información más especial, rebuscada y difícil de encontrar. Recordemos que en su momento escribiste artículos realmente interesantes, antes incluso de la era internet. ¿Puedes desvelarnos el secreto? ¿Cómo llegaste a conseguir, por ejemplo, información y anécdotas sobre la vida íntima de Errol Flynn, Bette Davis y Joan Crawford?
“Yo soy un consumidor insaciable de cultura. Es una de las cosas que le dan sentido a mi vida. Cuando empecé a dedicarles No Me Judas temáticos a mis héroes personales, ya llevaba toda mi corta vida leyendo libros, viendo documentales, películas, explorando revistas antiguas, preguntando a la gente, buscando material raro en cada viaje que hacía… Era muy joven, pero tuve la suerte de nacer dentro del Popu y desde niño tuve acceso a todo tipo de publicaciones, discos, películas… Una habitación de nuestra antigua casa estaba dedicada por completo a la música… Teníamos miles de discos… pero en esa habitación había además una estantería absolutamente majestuosa, increíble, un altar, un lugar de peregrinación… era la estantería de las revistas guarras… Penthouse, Playboy, Hustler, Oui… y evidentemente, lo que más atraía a un niño de ocho años de todas aquellas publicaciones tan maravillosas, eran las damas ligeras de ropa, pero… ¡además incluían artículos! ¡y eran muy buenos artículos! Reportajes sobre… ¡Marlon Brando!, ¡Howard Hughes!… Me refiero obviamente a la versión americana de esas publicaciones. Así que después de admirar la extraordinaria belleza de todas aquellas mujeres que ni siquiera me parecía que pudiesen pertenecer a este mundo… ¡me leía también los artículos! Ya sé que lo de que la gente compraba el Playboy y el Penthouse por los artículos es un chiste malo, pero te aseguro que yo me los leía, porque tenían un punto fascinante. Has de tener en cuenta que yo pasé toda mi etapa escolar repitiendo cursos, escapándome del colegio, etc, así que tenía todo el tiempo del mundo para ver revistas guarras y porno en Super 8, pero también para leer sobre Brando o Jagger, escuchar a Elvis, etc. Es sólo un ejemplo de cómo empezó mi pasión por la información… los datos que verdaderamente importaban… ¡Con quién se acostaba Jimmy Page!, ¡cómo se rodó “La ventana indiscreta”! ¡qué sucedió en Altamont!… Y así pasé un buen puñado de años… leyendo, escuchando, preguntando… En cada viaje compré documentales extraños en VHS, libros de segunda mano, revistas vintage… y me aseguré de no olvidar infinidad de anécdotas, como el día en que Errol Flynn alzó en brazos a mi tía abuela Mari en el Hotel Gran Via de Barcelona, o los encuentros de mis padres con Robert Graves, Dali y H.R. Giger, o lo que me contaba Chris Welch sobre sus giras con Led Zeppelin… ¿qué sucedía en el avión de Led Zeppelin? ¡Chris Welch lo sabía!, y de pronto, gracias a él, ¡yo lo sabía también! Cualquier dato jugoso, quedaba almacenado para siempre en mi cerebro… cualquier cosa que dijese Balbín en el fascinante programa “La Clave”, cualquier anécdota que contase Russ Meyer en una entrevista… Así que, como verás, las fuentes de información son muchísimas. En realidad sólo hay una fuente de información: la vida en sí misma y todo lo que vas aprendiendo año tras año. Yo nunca jugué a video-juegos, más allá de aquel juego con dos palitos y una pelota cibernética, que hacía un ruido hipnótico al impactar con cada uno de ellos… y el tiempo que podría haber perdido con ese tipo de juegos, lo empleé en ver films y documentales, leer, escuchar… Y no quiero parecer pretencioso en absoluto, porque jamás lo he sido… Para mí la cultura es pura diversión. Seguro que los video-juegos también tenían su punto, pero me alegro de haberme volcado en otras cosas que a la larga han enriquecido tantísimo mi vida”.
3- Me partió el corazón descubrir la historia personal de Joan Crawford, me vino a la mente la famosa frase de Nietzsche: “Si usted lucha contra monstruos debe de tener cuidado de no convertirse en uno”. Una historia absolutamente triste y desoladora.
“Buff… ¡una vida complicada! Joan Crawford fue una criatura hecha a medida para la inhumana maquinaria del Hollywood clásico. Empezó rodando porno y acostándose con cualquiera, para intentar introducirse en el negocio… fue la Reina del “casting couch”… supongo que conoces la expresión. Todo en el Hollywood dorado giraba alrededor del sexo, y aunque algunas actrices como su rival Bette Davis se saltaron el “casting couch” y no tuvieron que acostarse con nadie para triunfar, muchas otras tuvieron que aceptar lo inaceptable, incluso después de tener éxito. Recuerda la anécdota de Marilyn Monroe, cuando le dijo a un amigo, tras firmar su primer contrato con Fox, que por fin se habían terminado los días de chupar pollas para ella… y su amigo replicó: “No, cariño, eso justo acaba de empezar”. Pues Joan tuvo que pasar por todo aquello… además de someterse a cirugías estéticas, aceptar la disciplina inquebrantable de los estudios, etc. Y si a eso le sumamos su personalidad obsesiva compulsiva, el maltrato a sus hijos, la obsesión enfermiza por el éxito y la soledad más terrible en sus últimos años, me temo que no fue una persona feliz precisamente. ¡Pero tampoco lo fueron Marilyn Monroe, Lana Turner o Elizabeth Taylor! Aunque el caso de Joan es especial por muchos motivos. Yo la veo como la estrella de cine por excelencia. Joan Crawford fue la personificación del Hollywood clásico. Una esclava en toda regla de la gran maquinaria hollywoodense. Bette Davis, por ejemplo, intentó en la medida de lo posible llevar un estilo de vida, digamos, normal, humano… Podía dar una vuelta por la calle sin maquillaje y con bambas. ¡Joan jamás hizo eso! Todo para ella era un espectáculo. Lo que le daba sentido a su día a día era la siguiente entrevista, la siguiente sesión de fotos, las interminables firmas de autógrafos en soledad en el salón de su casa… A mí eso me fascina, tío. Mantener ese estado mental durante toda una vida es algo increíble. Por eso me encanta escribir sobre ella. Y además es una de mis actrices favoritas, claro”.
4- También me pilló por sorpresa descubrir la vida oculta de Frank Sinatra, fue una decepción y a la vez un subidón descubrir que el cantante favorito de mi madre había sido un tipo tan rock and roll y a la vez una persona sin escrúpulos.
“¡Otra vida complicada! Sí, quien no sabe nada de su vida, es fácil que le vea sólo como un famoso cantante y actor, y poco más. Pero como ya sabes, Frank tenía muchos demonios personales, y estuvo envuelto en asuntos feos a causa de sus conexiones con la Mafia. Es evidente que tenía un don divino para la música y el espectáculo. Como se dice a veces, podría haberte cantado el listín telefónico y te habría conmovido. Su faceta artística ya es fascinante de por sí: cómo grababa cada disco, cómo interpretaba cada canción, lo excepcional que era como intérprete en directo… Fue uno de los mayores talentos de la Historia de la música y lo que hacía no admite etiquetas de ningún tipo… Es el mismo caso de Elvis Presley, Miles Davis o Aretha Franklin… Gente que nació con un don divino. De modo que si su vida personal hubiese sido aburrida, estaríamos hablando igualmente de un tipo fascinante a nivel artístico. Pero es que encima fue un individuo totalmente inusual, único, y cualquier anécdota relacionada con él tiene interés. Hollywood, Mafia, excesos, egomanía, depresión, explosiones de euforia, una vida sentimental espectacularmente accidentada… En definitiva, un personaje hecho a medida para el No Me Judas”.
5- Eso sí, le leí a mi madre unas cuantas anécdotas y no se quiso creer una sola palabra jajaja.
“Ya lo imagino. Sucede lo mismo con Errol Flynn. Cuando escribí el primer NMJ dedicado a Errol, a más de uno le chocó ciertos datos, pero sólo hay que contrastar la información para comprobar que es real. De hecho, estamos hablando de textos escritos hace décadas, y desde entonces han salido a la luz muchos más trapos sucios. También hubo quien se escandalizó cuando escribí sobre la vida personal de Cary Grant. No podían creer que fuese bisexual, pero hoy en día hay más información incluso sobre sus relaciones sentimentales con otros actores, como Randolph Scott. A mí me atraen los personajes que parecen salidos de una novela, vidas que son una montaña rusa en toda regla, y desde luego con Frank Sinatra y Errol Flynn nunca te aburres. Pasan los años y sigues descubriendo aspectos interesantes de sus vidas. Y no hablo solo de lo más llamativo, el sexo, la violencia y demás, sino literalmente de cualquier cosa curiosa o inusual. En el caso de Frank, me atrae cualquier detalle estrictamente musical, porque evidentemente era un cantante inigualable. Y si hablamos de Errol, era un tipo muy peculiar, y me interesa cualquier detalle de su vida personal”.
6- Este primer volumen consta de casi cuatrocientas páginas en las que podemos encontrar anécdotas sobre Errol Flynn, Lenny Bruce, Hank Williams, Houdini, Sinatra, Crowley y muchos otros. Con todos he disfrutado como un niño. Pero lo que realmente me voló la cabeza fueron los artículos titulados “Historias de Autoasfixia, Amputadas y Sexo con Delfines” y “The King of Filth”, este último sobre la vida del director de cine John Waters. En mi vida he visto de todo, pero esas historias superan mis vivencias con creces…
“El NMJ de autoasfixia, amputadas y sexo con delfines es uno de los grandes favoritos de los lectores. La gente me sigue hablando de ese texto décadas después de su publicación. Siempre me interesaron ese tipo de asuntos escabrosos y ha sido divertido escribir sobre ello en muchas ocasiones a lo largo de estos años. El asunto de la apotemnofilia es especialmente fascinante. Personas que necesitan amputarse un brazo o una pierna para sentirse realizados sexualmente… Recuerdo que cuando se publicó ese NMJ, coincidí con un rapper negro en Bélgica, la clase de individuo que estaba en pose de la mañana a la noche, como si hubiese nacido en Compton… pero el pobre diablo era un belga de clase media, y esa pose de duro resultaba cómica. Yo acababa de escribir sobre el asunto de la apotemnofilia y le hablé de ello. Su rostro de confusión fue muy gracioso, pese a ser un tío tan duro ¡se escandalizó! Es un tema divertido para comentar en reuniones familiares o en una cita romántica… (Risas) Fue muy interesante escribir sobre apotemnofilia, autoasfixia, zoofilia, trepanaciones… ¡el ser humano es increíble! Escarbas un poco en la superficie y encuentras cosas sorprendentes. La culminación de mis exploraciones subterráneas llegó hace veintipico años, cuando empecé a viajar a menudo a Los Angeles y conocí lugares tan inquietantes como The Museum of Death, Amok o Mondo Video A Go Go… Les caí bien a los personajes que dirigían esos extraños lugares y me mostraron sus joyas… cuadros originales del serial killer John Wayne Gacy o cosas más chungas aún, como la mano amputada de un individuo que guardaba el dueño del Museo de la Muerte en su trastienda. La tenía dentro de un recipiente con formol y me la mostró con excitación, aunque le irritaba que el propietario de la mano aún estuviese vivo y a causa de ello no pudiese exhibirla en público. Poco tiempo después, la policía de Los Angeles cerró el museo, ¡supongo que porque estaba dando mal nombre a la ciudad! Menudo sitio… Mostraban videos de accidentes y muertes de la mañana a la noche… Podías sentarte allí y pasar un rato contemplando auténticas atrocidades… Imagínate qué tipo de clientela tenían… Yo mismo fui cliente también, no lo voy a negar. Compré videos horribles en esos lugares… Eran, digamos, “cintas sorpresa”, que comprabas a ciegas… Luego, al llegar a España, las introducía en el magnetoscopio y encontraba cosas terribles… Suicidios, acróbatas cayendo al vacío desde edificios, perros despedazando personas… Nunca sabías lo que te llevabas, y en ocasiones incluían material muy interesante, como viejos rituales de Fakir Musafar o el film de Amanda Feilding trepanándose… Pero a esa gente les excitaba por igual un viejo film de Musafar que alguien siendo agredido por un perro… Muy mal rollo. Después de todos esos encuentros perturbadores en viajes, decidí alejarme un poco de la oscuridad, y en lugar de obsesionarme con muertes por autoasfixia y gente amputándose una pierna en la vía del tren, preferí ver más a menudo viejos musicales de Fred Astaire y Gene Kelly. Pero ese tipo de asuntos me interesarán siempre, y volveré a escribir sobre ello. En cuanto a lo que comentas de John Waters y Divine, es algo muy diferente… Amo el mundo de Waters y su corte de personajes maravillosos… Es algo divertido, trashy, loco, y cualquiera de sus películas me alegra el día. Muchos años después de escribir ese NMJ, pude conocer a dos de las grandes musas de Waters. Una de ellas es la adorable Mink Stole. La entrevisté en su casa, y fue increíble repasar toda su trayectoria con ella. Es una de las entrevistas más divertidas que recuerdo; no dejamos de reír durante todo el día. Me contó infinidad de historias de sus años con John Waters, y después la convencí para que se viniese conmigo y con Kitten Natividad a tomar cocktails! Fue muy especial reunir a la musa de Russ Meyer y a la musa de John Waters. Ya se conocían, de hecho coincidieron en un film que odiaban, y a Mink le encantó reencontrarse con su antigua amiga. Fuimos a casa de Kitten y nos llevó a un bar mexicano de su barrio, donde bebimos más alcohol de la cuenta, como debe ser. Kitten no paraba de gritar: “I love COCKtails!!!”, acentuando especialmente lo de “COCK”… La otra estrella de Waters que conocí en esos años, fue la inigualable Liz Renay, que terminaría siendo una amiga muy querida a la que ahora echo mucho de menos. Cuando incluí este NMJ de John Waters en el libro, me hizo gracia pensar en lo chocante que fue conocer, años después, a Mink Stole y a Liz Renay. Te aseguro que cuando lo escribí, jamás habría soñado que terminaría relacionándome con esas mujeres tan icónicas”.
7- Como ya he comentado anteriormente, utilizas una forma de escribir muy natural y cercana, casi parece una conversación con un viejo amigo. Una conversación de esas que te enganchan y no te sueltan. ¿Te inspiras en algún escritor o escritores para desarrollar esta fórmula o es tu forma natural de expresarte a través de las letras?
“No estoy influenciado por nadie, al margen de mi familia, porque de hecho cuando yo empecé a escribir era casi iletrado. No crecí leyendo poesía ni nada de eso… Leía el Popu y revistas extranjeras, pero no me marcó ningún periodista ni escritor famoso… Las únicas influencias que puedo citar son mis padres, porque me formé leyendo sus reportajes. Mi caso es raro. Yo casi ni fui al colegio, me pasaba el día entero en el video-club leyendo sinopsis de películas, y rastreaba tiendas de discos constantemente… ¡Esa era mi vida! Y de hecho, yo empecé a escribir por culpa de Dio y Ozzy… Mis padres me invitaron a verles en un festival en París, si me encargaba de escribir un especial entero del evento, y por supuesto dije que sí, porque amaba a Dio y a Ozzy con locura, pero antes de eso ni siquiera me había planteado escribir… ¡ni se me pasó por la cabeza! Yo era un crío y ni siquiera tenía sentido para mí pensar que pudiese escribir en la misma revista en la que firmaban textos mis padres o redactores como Jordi Tardà, Ramón Porta, Chris Welch o Herve Muller… Yo solo era un fan de la música y el cine, y no tenían ninguna aspiración cultural. Mis profesores me dijeron que yo no haría nada de provecho en la vida, y me quedé exactamente igual, ¡de hecho estaba de acuerdo con ellos! No tenía aspiraciones de ningún tipo, yo solo quería volver a casa cada día para ver “Regreso al planeta de los simios”, “El ataque de los tomates asesinos”, “Caligula” o lo que tuviese en mi cabeza en ese momento. La cuota mensual del video-club me permitía alquilar 6 películas cada día, ¡y eso era justo lo que hacía! No tenía tiempo de verlas enteras, pero intentaba por lo menos ver una o dos, y algunas secuencias del resto. Súmale a eso los discos y la lectura del Popu, y sinceramente, a mis 15 añitos, no podía pedirle más a la vida! Pero esa oportunidad de ver a Ozzy y a Dio, lo cambiaría todo para mí”.
8- Siempre he imaginado que creciste al más puro estilo Marlon Richards, viajando de aquí para allá con tus padres, conociendo gente interesante, descubriendo cosas fantásticas… ¿Fue así? ¿Tuviese una infancia atípica, o te educaste como el resto de los niños de tu edad?
“¡Tuve una infancia totalmente atípica! Nuestra vida familiar daría para una película bastante potente. De hecho, cuando vi el film de Cameron Crowe, “Almost Famous” (“Casi famosos”), me gustó, pero me hizo gracia pensar que yo viví cosas mucho más intensas de niño y adolescente que el protagonista de ese film. Puede sonar arrogante, pero no lo digo en ese tono ni mucho menos, es lo que pienso realmente. Imagina: una revista de Rock’n’Roll en la España franquista, la redacción situada en nuestra propia casa, el desfile constante de músicos, modelos preciosas, periodistas y personajes pintorescos de todo tipo… Músicos y periodistas jugando conmigo en casa cuando yo tenía tres o cuatro añitos… los conciertos, las entrevistas, los viajes… drogas por todas partes que a mí por fortuna nunca me interesaron, la oportunidad de conocer el mundo del Rock desde niño en camerinos de conciertos y festivales… la violencia de los conciertos de la época, la adoración que los lectores sentían por mi madre y cómo se dirigían a ella en los shows… la Harley Davidson de mi padre en unos años en que era imposible ver una moto así en España… Son tantísimos recuerdos… Estar rodeado de Rock’n’Roll de la mañana a la noche me marcó para siempre”.
9- Me consta que llevas toda tu vida en contacto con la música, el cine y la literatura. Pero, ¿qué tipo de arte despertó tu pasión inicial? ¿Cine, música o literatura?
“El cine fue mi primer amor. Mucho antes de interesarme por la música de Hendrix o los Stones, mis grandes héroes fueron Steve McQueen, John Wayne, Paul Newman, Marilyn Monroe, Marlon Brando, James Cagney, Charlton Heston, Humphrey Bogart, James Dean, Richard Burton, Jack Lemmon… Crecí fascinado con el cine clásico, que en aquella época podías ver cada semana en nuestros canales televisivos. Qué ironía que los 2 canales que teníamos en los 70’s ofreciesen una programación mucho más recomendable que todos esos canales-basura actuales. En la TV de aquella época había mucha calidad: westerns acojonantes de John Ford después de comer, films magistrales en el programa “La Clave”, pelis de terror de madrugada… Me crié con el mejor cine, con películas como “La diligencia”, “Al Este del Edén”, “Un tranvía llamado deseo” o “El planeta de los simios”, y con montones de series maravillosas… “Baretta”, “Starsky y Hutch”, “Los hombres de Harrelson”, “Colombo”, “Los ángeles de Charlie”… El Rock estaba por todas partes en mi casa, lógicamente, pero no mostré verdadero interés por ello hasta que cumplí 7 u 8 años. Y ese, obviamente, fue un punto sin retorno. A partir de ese momento, combinaría todo el tiempo cine y música. La literatura llegó mucho más tarde”.
10- ¿Puedes nombrarme tu disco favorito, tu libro preferido y tu película de cabecera?
“Buff… Es bastante imposible responder a eso… ¡Me gustan demasiadas cosas!… “Physical Graffiti” podría ser perfectamente mi álbum favorito de la historia… Led Zeppelin era mi banda preferida de niño, y siguen estando en lo más alto del ranking para mí… Así que ya llevo gran parte de mi vida escuchando ese álbum. De niño me perdía en esas canciones, cada vez que pinchaba esos vinilos, aquello era un viaje a otros mundos… ¡y me fascinaba su carpeta! “Highway to Hell” de AC/DC también podría ser mi álbum favorito… ¡sigo escuchándolo todo el tiempo!, ¡nunca envejece! Mi película favorita de niño era “El planeta de los simios”. Y sigo estando obsesionado con ese film, así que podría estar en el primer puesto del ranking… pero… “El Padrino” también me ha fascinado durante gran parte de mi vida… Nunca es suficiente para mí con ese film (me refiero a las dos primeras partes, evidentemente). Cualquier anécdota sobre su rodaje es un tesoro para mí. En cuanto a los libros… buff… de nuevo es bastante imposible quedarse con uno solo… Yo siempre regreso a la novela negra… adoro a Raymond Chandler y a Dashiell Hammett… Siempre estoy releyendo novelas como “El Halcón Maltés”, “El sueño eterno”… Me gusta leerlas en inglés y disfrutar el estilo y la brillantez de esos escritores, sus expresiones… En novelas como las citadas, o “The Last Goodbye” de Chandler, hay tantos fragmentos absolutamente increíbles… Esa manera de relatar tan maravillosa… Leo mucho, así que me costaría quedarme con un solo libro… “Lolita” de Nabokov podría ser el elegido. Amo esa novela. “A sangre fría” de Capote también está entre mis favoritas de siempre. “1984” de Orwell es un libro que he leído y releído muchísimas veces… “La naranja mecánica” de Anthony Burgess me parece una obra magistral… Hace años dejé escapar una reedición lujosa que era una absoluta maravilla y aún me estoy arrepintiendo. Entre mis favoritos están también Bukowski, Kerouac, F. Scott Fitzgerald, Ray Bradbury, Aldous Huxley, John Fante, Harper Lee, John Steinbeck… Me encanta leer libros de Fitzgerald e imaginar esa época: los años 20 que molaban, no los que estamos viviendo ahora, con las flappers, los excesos y el Jazz… Me gusta mucho el estilo tan elegante de Fitzgerald. También podría citarte muchas autobiografías que me acompañan siempre… de Miles Davis, Errol Flynn, Marlon Brando, Charles Chaplin, Tallulah Bankhead… Pero sí, “Lolita” de Nabokov podría ser mi novela favorita, por lo menos hoy, aunque mañana podría elegir “1984” de Orwell, “On the Road” de Kerouac, “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee, “Ask the Dust” de John Fante…”
11- Durante muchos años has tenido la suerte de dirigir Anti-Karaoke en la Sala Sidecar de Barcelona. Me consta que siempre se monta un buen pifostio dentro y fuera del escenario (estuve allí con Alberto Diaz, redactor de Popular 1). ¿Recuerdas alguna fiesta realmente salvaje? ¿Algo digno de incluir en la sección No Me Judas?
“Las historias de Anti-Karaoke dan para un libro… que nunca escribiré, pero desde luego hay material de sobras. Fueron muchos años y muchísimas aventuras, no sólo en Sidecar, sino en todas partes… Llegamos a cerrar una de las noches de Download en Madrid hace un par de años para miles de personas, lo cual fue muy loco. He estado haciendo ese show durante 15 años, así que hay infinidad de historias. Más que recordar una fiesta realmente salvaje, me costaría pensar en una sola noche de Anti-Karaoke que no fuese una absoluta locura. Amo ese show y a todos los amigos que he podido conocer gracias a tantas veladas épicas. Es algo que se echa mucho en falta en estos tristes tiempos de pandemia. Siempre fue un show con una actitud muy punk rock, y lo que hacía grande a Anti-Karaoke es justo lo que se considera más peligroso en estos momentos: la proximidad, el nulo distanciamiento social… Eran noches muy largas en las que pasaba de todo… Más de tres horas en una nube de euforia… Es divertido para mí recordar ahora tantos momentos… Toda una sala volviéndose loca con “Killing in the Name”, el escenario lleno de gente, un volumen atronador, y de pronto se me acercaba un habitual del show con un corte enorme en la frente, sangrando y feliz… Acababa de estrellarse contra el escenario, pero tenía una sonrisa de oreja a oreja y me decía: “¡Esto es increíble, tío!”. Qué te voy a contar… vivimos de todo en ese show, y lo echo mucho de menos”.
12- En las últimas semanas hemos tenido la mala suerte de presenciar cómo nos dejaban muchos de los más grandes músicos de todos los tiempos. De Boni de Barricada a Sylvain Sylvain de New York Dolls o incluso el productor Phil Spector. Un panorama desolador.
¿Crees que algún día el rock and roll volverá a reinar por todo lo alto o por el contrario quedará reducido a un disco de versiones de Miley Cyrus?
“¡El Rock’n’Roll nunca ha dejado de reinar! Que ahora no tengamos a unos nuevos Guns N’Roses o a unos nuevos Van Halen vendiendo millones de discos, no significa que el Rock’n’Roll no siga reinando. Mientras podamos ver en un pequeño club a Amyl & The Sniffers o a The Baboon Show dándolo todo, el Rock seguirá estando muy vivo. Las ventas millonarias y los productos que encumbran los medios mainstream no significan nada… The Stooges no vendían millones de discos y era imposible encontrar algo más Rock’n’Roll que ellos en su día. Deja a las masas que pierdan el tiempo con Dua Lipa y Lady Gaga, el Rock’n’Roll no necesita del apoyo de grandes multinacionales ni de medios generalistas para seguir reinando. Siempre, siempre habrá teenagers que escuchen un disco de Johnny Thunders por primera vez y quieran emularlo. Es imposible que muera el Rock’n’Roll. Eso no sucederá nunca”.
13- He leído que eres una persona muy social y festiva, te encanta tomar unos tragos y escuchar a Mötley Crüe. ¿Cómo estás llevando esta maldita pandemia? ¿Has conseguido adaptarte a sus particularidades?
“Obviamente, eso ha cambiado por completo. Soy muy sociable, pero también muy hipocondríaco, y yo sí que creo que el maldito virus existe, así que 2020 no ha sido un año nada social para mí, por eso precisamente estamos hablando ahora del libro del No Me Judas. Sin embargo, no he llevado una vida al estilo Howard Hughes en los últimos meses. Tengo amigos que ni siquiera salen de su casa desde que esto empezó. Yo pasé el verano en la playa bebiendo alcohol, escuchando a Van Halen y colisionando con olas, como he hecho siempre. Simplemente me relaciono menos, y echo mucho en falta las noches sin final… Nunca me he drogado, pero me gusta el alcohol y la buena compañía, me gusta hablar de De Niro y los Stones hasta que sale el sol… y eso no existe ahora en mi vida, ni en la de casi nadie, supongo. Hay quien dice que el mejor período para vivir terminó en 2019, y ya nada será igual a partir de ahora. Sitúan ese período en el que la vida fue realmente buena, entre los años 50 y 2019. Ojalá se equivoquen. Pero si esto es el final, yo me despido por todo lo alto, porque uno de los últimos temas que tuve oportunidad de escuchar en directo fue “Norwegian Reggaeton” de Nanowar of Steel y Charly Glamour… Si no lo conoces, ponte el video hoy mismo y tararea con ellos “voy a profanar la tumba al ritmo de la rumba”… Ese fue mi último concierto: Gigatron/Nanowar of Steel. El penúltimo que vi fue más accidentado: Testament/Exodus/Death Angel… Una grandiosa noche de Heavy Metal que me hizo muy feliz, pero que sin embargo podría haber acabado muy mal, porque aquello fue un auténtico campo de minas… el coronavirus campaba a sus anchas por la sala… ¡miembros de las tres bandas terminaron cayendo enfermos y el batería de Death Angel, Will Carroll, casi se muere! Esa fue una temporada muy inquietante… Nanowar Of Steel recuerdo que empezaban sus conciertos anunciando: “¡Venimos de Italia a traeros el coronavirus!”. Nos cruzamos con los miembros de esa banda en los camerinos, lo cual no fue muy buena idea. Pero en fin, es lo que nos ha tocado vivir, y tendremos que seguir rockeando a pesar de todo!”.
14- Hace muy poco tuvimos el disgusto de presenciar como una gran multitud asaltaba el Capitolio de los Estados Unidos pidiendo que se invistiese de nuevo a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Llevo años percibiendo una gran regresión al fascismo más rancio en muchos países del mundo (España incluida). ¿Puedes darnos una opinión al respecto?
“Nunca hablo de política en público. Lo mío es el Rock’n’Roll. Nadie necesita saber lo que opino yo sobre estos asuntos. En cuanto a lo sucedido en el Capitolio, simplemente creo que fue un fin de temporada por todo lo alto. El “reality show” del amigo Donnie Trump no podría haber terminado de otra forma. Ver a todos esos rednecks hillbillies asaltando el Capitolio era el sueño húmedo de Trump y finalmente sucedió. La verdad es que todo lo que pasó ese día fue flipante. Trump no protegió el Capitolio porque la intención era que sucediese justo lo que pasó, y tardó dos horas y pico en enviar refuerzos. Podríamos hablar durante horas sobre este tema, porque he seguido el auge y caída de Trump desde el mismo instante en que se presentó a la presidencia. Pero lo dejaremos aquí. Sólo te diré que estoy disfrutando especialmente cada detención de los golpistas. Es muy cómico que todos ellos documentasen minuto a minuto su asalto al Capitolio con retransmisiones en directo por Facebook e Instagram. ¡Ahí ves el nivelazo de esa gente! ¡Le han ahorrado un montón de trabajo al FBI!”
15- Después del asalto al Capitolio pudimos leer como Tommy Lee de Mötley Crüe y muchos otros se pronunciaban en contra de los acontecimientos. ¿Qué crees que hubiese opinado Lenny Bruce al respecto?
“Lenny se habría descojonado de lo sucedido, por supuesto. Es que esto ni siquiera tiene nada que ver con la política. Los que asaltaron el Capitolio son la prueba más clara de lo perjudicial que es el apareamiento entre hermanos y primos. El incesto no es bueno, tío, y es una de las prácticas más populares en los estados en los que reinaba Trump. ¿Gente interesante para un documental?, ¡sin duda!, pero hombre, ¡no hay que dejar que tomen control del Capitolio!; no es buena idea. El de los cuernos que logró sus dos minutos de fama era un redneck fake que ahora se queja porque en la cárcel no le dan comida orgánica, pero aquello estaba lleno de personajes que parecían salidos de la película “Gummo”; grandioso film, por cierto. Es difícil elegir un favorito, pero yo probablemente me quedaría con el cagón que asaltó el Capitolio con la tarjeta de su empresa colgando del cuello y posó para las cámaras. Menudo Einstein…”
16- A lo largo de tu vida has tenido la suerte de conocer a un montón de personalidades del mundo de la música, el cine, etc. ¿Cuál ha sido tu encuentro más alucinante?
“Probablemente Ginger Lynn. Para mí fue como si hubiese conocido a Marilyn Monroe en los años 50. Fue en 1999, cuando Ginger regresó al porno con la película “Torn”. Pasamos tres días con ella y la verdad es que fue una experiencia flipante. ¡La entrevista duró literalmente tres días! Grabé conversaciones en taxis, hoteles, restaurantes… Y hubo oportunidad también de charlar “off the record” sobre los mil y un temas. Una persona increíblemente cercana y divertida. La mañana que la acompañé a comprar bragas fue totalmente surrealista. Quería encontrar un “g-string” de stripper, para un número erótico que haría ese día, pero sólo dimos con una tienda de ropa interior rancia… sólo había bragas para damas temerosas de Dios, nada de guarradas, y a Ginger le encantó igualmente. Le di mi opinión de absoluto ignorante sobre lencería femenina, ¡y Ginger me tomó la palabra! Se llevó unas bragas de señora mayor. Esa entrevista terminaría siendo muy importante para mí, porque gracias a esa experiencia me di cuenta de que esa clase de encuentro me motivaba bastante más que una típica entrevista con un rockstar. Y no lo digo porque Ginger fuese una mujer preciosa, sino porque realmente me pareció una persona mucho más interesante que la mayoría de músicos que había entrevistado hasta entonces. Desde luego, me lo pasé mucho mejor charlando con Ginger Lynn que con Marilyn Manson, y en los siguientes años cumplí muchos de mis objetivos, entrevistas que ahora recuerdo con mucho cariño con Marilyn Chambers, Sally Kirkland, Raven De La Croix, Jeanne Carmen, Mamie Van Doren, Brenda Lee, Wanda Jackson, Bunny Yeager y un largo etcétera”.
17- ¿Tienes alguna espina clavada? ¿Algún músico o actor a que te hubiese gustado entrevistar o conocer?
“Sí, desde luego. Hay unas cuantas. En un viaje a Los Angeles, Eddie Nichols de Royal Crown Revue me preguntó cuál era mi entrevista soñada, y cuando cité a Mickey Rourke, Eddie se sorprendió y me dijo que podía arreglarlo fácilmente si le daba tres o cuatro días. Al final no sucedió porque mi vuelo salía dos días después. Habría sido grande conocer a Mickey en esa época; aún faltaban un puñado de años para su retorno con “The Wrestler” y era accesible si tenías los contactos adecuados. Otra entrevista que perdí, pero en este caso por imbécil, fue con Vampira. Estuve tratando con un intermediario y Vampira estaba dispuesta a hacerlo… por dinero. Jamás he pagado por entrevistar a nadie y no quise empezar ese día. Pero me equivoqué. Vampira… bueno, Maila Nurmi, que es su nombre real, era ya muy mayor y necesitaba el dinero. Yo era un niñato y no supe entender la situación. Otra gran pérdida fue Russ Meyer. Estuve a punto de visitarle en su casa, su manager me dijo que era posible, pero Russ estaba ya muy enfermo y no quise agobiarle. En ese caso probablemente hice lo correcto. A Tura Satana también estuve a un paso de entrevistarla, y me hacía una ilusión enorme, pero Tura vivía lejos de Los Angeles y no llegamos a conseguir cuadrar las agendas. Lógicamente, yo no podía plantarme en L.A. cada vez que una actriz o un músico tenían tiempo libre, y no llegamos a conocernos. Estuve a punto también de entrevistar a Hugh Hefner en la Playboy Mansion. Fue, creo recordar, en 2002. Por aquel entonces, como te decía antes, yo había entablado una buena amistad con la actriz Liz Renay. Nos convertimos en colegas, aunque Liz tuviese más de 80 años. La visité varias veces en su casa de Las Vegas y hablamos cada mes por teléfono durante años. Solía llamar a Liz sólo para ver cómo estaba, porque era una persona maravillosa y realmente sentía mucho afecto por ella. Vivía sola, aunque tenía novios eventuales, y sus vecinos eran unos mierdas gangstas latinos… La verdad es que me preocupaba siempre su seguridad, me preocupaba que se encontrase bien, y nos tirábamos horas hablando de cualquier chorrada… sexo, armas, juego, cine… Liz era íntima amiga de Sylvester Stallone, su hermano Frank y su madre Jackie. Un día que estaba en su casa me preguntó justo lo mismo que Eddie Nichols: ¿a quién te gustaría entrevistar y no has podido hacerlo hasta ahora? Y no tuve ni que pensarlo dos segundos… ¡Hugh Hefner! A Liz le chocó la respuesta, porque conocía a Hefner de toda la vida y visitaba varias veces cada año la Playboy Mansion, y me propuso acudir como su pareja, en una doble cita con Sylvester Stallone y su mujer!!! El delirio. Evidentemente le dije que contase conmigo, pero nunca llegó a suceder. Yo no podía plantarme en Los Angeles en el instante en que Liz pudiese arreglar una cita con Hefner y Stallone. Pero desde luego habría sido algo surrealista. Sylvester Stallone conoció a Liz cuando él no era nadie. Quedó con ella en el mítico Brown Derby de Los Angeles para mostrarle un guión que había escrito titulado “Rocky” y que a nadie parecía interesarle… Imagínate… Y Liz fue tan cool con él, que Sly siempre mantuvo la amistad a lo largo de las décadas. Aunque Liz tenía más relación con su hermano Frank, que le parecía más guapo y decía que era un gran cantante… en eso yo no estaba muy de acuerdo… Cuando conocí a The Cramps e intenté organizar un encuentro con Liz para que colaborase en uno de sus discos, Liz se empeñó en que les hablase a Lux Interior y a Poison Ivy de Frank Stallone… A ella le parecía totalmente viable una colaboración entre Frank Stallone y The Cramps!!!… En fin, es una larga historia, pero el caso es que no habría estado nada mal ir a la mansión Playboy en compañía de Liz Renay y Sylvester Stallone a conocer a Hugh Hefner! Ese tipo de vivencias se supone que no le pueden suceder a un tipo como yo, pero mi experiencia en la vida me ha demostrado que cualquier cosa es posible”.
Muchas gracias César.
Entrevista por Nacho García Álvarez