Desiré Pereda es una fotógrafa cántabra que poco a poco, como que no quiere la cosa, ha conseguido lo que muchos de nosotros queremos: convertir su pasión en profesión. Y aunque no se le resista nada, su especialidad es la fotografía musical y lifestyle. Por su objetivo han pasado cientos de artistas como Scorpions, Bonnie Tyler, Chenoa, José Mercé, Rulo y La Contrabanda, Luz Casal, Shakira, Loreen, Whitesnake, Vicky Larraz y muchísimos más, pero la protagonista de estos últimos años ha sido la gran Mónica Naranjo y, con ella, la documentación de su última gira, “Renaissance”.
– ¡Hola Desi! Sabíamos que este momento iba a llegar tarde o temprano. [Risas].
¡Hola Álex!.
Gracias por invitarme a “Noche de Rock”. Parece que no, pero al final todo termina ocurriendo y parece ser que ese momento ha llegado. ¿Qué te parece si entramos en materia?.
– Nos conocimos en el instituto y ver ahora todo lo que has logrado me enorgullece un montón. ¿Cómo te picó el mundo de la fotografía? Cuenta, cuenta.
Gracias, de verdad. Es curioso ver cómo la vida nos ha ido llevando y al final ambas hemos terminado en el mundo del entretenimiento. Te has convertido en una de las referencias del panorama regional y no sólo con tu trabajo para Noche de Rock. ¡Chapeau!.
La fotografía ha sido algo que ha formado parte de mí. No era raro verme con la compacta sacando fotos en la calle. Por alguna razón, sentía una atracción por fotografiar a las personas realizando sus actividades diarias. En casa crecí rodeada de música, gracias a mi hermana. He bebido de la música de los 80’s, mixtapes del “Royal Palace”, Pop rock, ópera y más tarde en los 90’s tuve una gran influencia del RnB & Soul británico. Así que cuando descubrí que, de hecho, podía combinar dos de mis pasiones, la transición fue de manera muy natural. Y así empecé en el 2004 a cubrir conciertos por hobby y después decidí convertirlo en profesión.
Ese momento en el que consigues hacer eterno una emoción y que sin querer puede llegar a formar parte de la historia de un músico… Esa sensación es indescriptible.
– Son muchísimos los profesionales dedicados a la fotografía de conciertos. ¿Cómo ves el mundillo en lo que a cantidad y calidad de trabajo que tenéis?.
Es cierto que el desarrollo de la tecnología ha provocado que más gente tenga acceso a cámaras o equipos fotográficos semi-profesionales. El problema no es el intrusismo laboral, o que haya más personas que quieran dedicarse a la fotografía musical, sino que por una acreditación a cambio del famoso “te pagamos en exposición” dan sus fotografías gratis y esto conlleva una grave devaluación del sector que termina destruyendo el trabajo de otros. ¿Quién va a pagar a un fotógrafo especializado si puede tener a alguien que no cobra y encima te regala fotografías?. Al final, ocurre que ciertos artistas se aprovechen de esta situación y los contratos que ofrecen sean un robo de derechos de imagen, etc. La exposición no paga tus facturas. Lo que para uno puede ser un hobby para otro es su sustento.
Al final del día la cantidad y calidad que tienes depende de ti y de lo que acuerdes con el artista, medio, agencia, etc.
– ¿Qué consejo le darías a alguien que esté empezando y no sepa por dónde tirar?.
Esto es algo complejo porque no hay una fórmula mágica que funcione. La mía ha sido la constancia, trabajar, paciencia, ensayo-error, fotografiar, fotografiar, creer en mí y hacer un buen uso de la comunicación. De nada sirve que seas un/a fotógrafo/a con una visión espectacular si no trabajas día a día.
Creo que es importante tener una cultura visual, aprender no sólo de los mejores sino de aquellas personas que a ti te aporten, te hagan crecer y evolucionar en tu desarrollo como profesional. Si algo que creo que NO debería hacerse es compararse con otros porque eso lo único que va a conseguir es que te frustres.
A la hora de fotografiar, es importante que encuentres tu estilo, tu voz porque eso será lo que te distinga de otros compañeros. Un sello personal y reconocible te ayudará a hacerte un nombre, pero eso no ocurre de la noche a la mañana. Es cuestión de tiempo. A veces, es cierto que nos obsesionamos con tener la mejor cámara, el mejor objetivo, tecnicalismos, calidad etc. pero si estás empezando, lo mejor es conocer a fondo el equipo del que dispones. Como suelo decir: “La cámara no hace al fotógrafo, sino que el fotógrafo es quién hace a la cámara.” Fotografía cada género, cada banda, aprovecha cada oportunidad que tengas y más si empiezas en bares y locales donde la luminación es pésima. Cuanto antes aprendas a controlar las situaciones en las que la luz brilla por su ausencia, mejor. Hay que recordar que el flash no está permitido en el foso por razones obvias. Y el uso de uno, conlleva la expulsión inmediata del recinto.
Una de las partes que más rompederos de cabeza puede ser la eterna pregunta de cómo consigo una acreditación si no tengo experiencia. No es lo más legal del mundo, pero todos lo hemos hecho. Compra la entrada, “cuela” la cámara y fotografía. Eso sí, fotografía desde el respeto. Y, así, poco a poco te irás creando un portfolio. Cuando creas que tienes un portfolio consistente para enseñar, empieza a contactar con promotores, bandas, mánagers, etc. No siempre te va a llegar un sí, así que si tienes un no, o 10 noes seguidos, no importa, continúa, persiste. Cuando te llegue un sí, no dejes que el miedo te frene, hazlo y da lo mejor de ti.
Por último, tres apuntes que considero vitales:
1. Dispara siempre en formato RAW. Y aprende a editarlo.
2. Mejora continuamente tu sistema de “workflow”. Cuando fotografías, puedes encontrarte con un caos y acumulación de archivos que pueden llegar a abrumarte. Créeme, un sistema de archivación por catálogos o carpetas que sea eficaz te hará ganar muchísimo tiempo. En un set de tres canciones puedes llegar a tener entre 300-400 fotografías, por un concierto completo, quizás, rondes las 1.000 o incluso más y si estás de gira, puedes llegar perfectamente a las 2.000 por día. Al que tienes que sumar los diferentes formatos de entrega, .jpg, .tiff o el que se precise.
3. Conoce la música y el artista al que vayas a fotografiar y sobre todo sé amable, humilde, compañero/a, respetuoso/a con las personas y el espacio personal de cada una de ellas y siempre ten una comunicación fluida con tus clientes/jefes.
¡Ah! Se me olvidaba: un “Hola, ¿qué tal?, gracias, por favor y adiós.” Siempre serán bien recibidos por los jefes y miembros de seguridad de un recinto. Si sueles acudir a un mismo local o trabajas con un mismo equipo, casi siempre vas a encontrarte al mismo personal de seguridad y éstos en muchas ocasiones van a echarte una mano y ayudarte si tienes algún contratiempo.
– Esto es más que un consejo, jejeje. ¡Qué tía!. ¿Es cierta la leyenda que dice que los fotógrafos musicales tenéis una lista de recintos donde os gustaría trabajar, aunque fuese tan sólo por una noche?.
No sé si todos los fotógrafos la tienen, pero confieso que yo sí la tengo. Y poco a poco voy añadiendo un “tic” junto a su nombre. Son recintos emblemáticos que tienen mucha historia detrás o que poseen una gran belleza arquitectónica y pictórica.
– ¿Por ejemplo cuáles serían o te quedan?
Me quedan bastantes, pero por ejemplo desde hace años mi top vendría a ser…
En España: “El Teatro Romano de Mérida”, “Teatro Real” (Madrid), Teatro de la Maestranza (Sevilla), “El Palau de la Música Catalana” y el “Gran Teatre del Liceu” (Barcelona).
En UK: “Wembley Arena”, “O2 Arena”, “Shepherd’s Bush Empire”, “Royal Albert Hall”, “Abbey Road Studios” y las salas de conciertos “KOKO”, “G-A-Y” y “Heaven” que vendrían a ser una equivalencia de lo que en su momento fue “Studio 54” en Nueva York.
A la lista se sumarían el “Auditorio Nacional” de la Ciudad de México, “Madison Square Garden”, El Teatro de “La Scala” en Milán, “L’Olympia”, “Bercy” y “Stade de France” (París) y el templo y cuna de la música electrónica “Berghain” (Berlín), el cuál tiene una estricta política de no fotos/no vídeo, etc.
– ¿Qué conciertos guardas con especial ilusión?.
Son unos cuantos, pero te diré de 7.
· Anastacia – Tour Live at Last, El Pabellón Olímpico de Badalona (2004):
Fue un concierto bastante especial debido a que era la gira de regreso de Anastacia después de haber superado su primer cáncer de mama. Lo que tengo grabado a fuego fue cuando terminó de cantar “Heavy Of My Heart” (canción en la que narra su batalla contra el cáncer), y posteriormente se hizo el silencio. Segundos después, el público estalló en aplausos y gritó su nombre durante minutos. Y esa es una de las fotografías que guardo con mucho cariño; ella en el centro del escenario haciendo una reverencia a su público y finalmente de rodillas visiblemente emocionada.
· Scorpions – Tour 2006, Ferial de Ganados, Torrelavega (2006):
Cuando se anunció que Scorpions venía a Torrelavega, creo que fue algo que muchos de nosotros no nos creímos que fuera posible. De ese concierto aún guardo las púas que Klaus Meine, Matthias Jabs y Rudolf Schenker me dieron y firmaron después de terminar el concierto.
· Spice Girls – The Return of the Spice Girls, Madrid Arena (2007):
Estas mujeres conocen la industria de arriba abajo. Se enfrentaron a ella y rompieron todo tipo de records, tabús, múltiples y masivos No1 las avalan, sin contar que abrieron las puertas a los siguientes grupos femeninos. Y no deberíamos olvidarnos que son compositoras de todo su material y llevan las riendas del grupo (producción, publicidad, marketing etc.). Se han convertido en el grupo femenino más vendedor de la historia de la música. Y, son recipientes del premio “Outstanding Contribution to the British Music Industry” que comparten junto a The Beatles, Elton John y Queen. Esta gira se realizó tras 7 años de parón que hicieron para centrarse en sus carreras en solitario y, concretamente, este concierto tuvo lugar un día antes de Nochebuena. La energía positiva que transmiten es contagiosa y sus espectáculos son siempre sinónimo de “aceptación y libertad”, además, de ser una explosión de color y el buen uso de la tecnología que siguen manteniendo, véase la gira del año pasado. Ellas fueron un símbolo de los 90’s y a día de hoy siguen siendo la imagen de la “Cool Britannia”. Y poder decir que en mi catálogo fotográfico tengo fotografías de esa gira es cuanto menos un lujo.
· Loreen – Tour Live XIV en Ampere-Muffatwerk, Munich (2014):
Loreen es una de esas artistas especiales que tienen un concepto de música muy diferente a lo que se suele ver. Ella venía de la resaca post-eurovisiva después de haber ganado el festival con “Euphoria” en 2012. Así que esta gira de presentación de su primer disco, “Heal”, fue todo lo contrario. Volvió a sus raíces y a actuar en locales underground, de tamaño reducido y con poca iluminación. Fue un concierto que me llegó a última y no dude en cubrirlo. Terminé en un lateral del escenario a petición de ella. Es sorprendente cómo consigue transportarte y meterte en una atmósfera única a través de su voz y su música. Es una mujer que más que productora y compositora, que lo es, es una exploradora del sonido y con una gran sensibilidad para ello. Además, tiene un lenguaje corporal muy particular; se deja llevar por el ritmo y usa sus manos para marcar la nota, especialmente cuando mezcla los “Deep Beats” con sus raíces beréberes.
· GusGus en Sopot Zatoka Sztuki, Sopot (2015):
Este concierto fue otro de esos que te llegan a última hora y tienes dos opciones: rechazarlo o saltar al vacío y hacerlo. Me encontraba en Polonia haciendo un reportaje social, y unas horas antes surgió la posibilidad de cubrir a este grupo islandés que venían de cosechar un gran éxito con “Arabian House” y “Mexico”. Cuando llegué al recinto me encontré que simplemente no había y, que lo que había, era una zona acotada en la misma playa –y el riesgo que supone para el equipo fotográfico– y con marea alta. El grupo saldría del local “Zatoka Sztuki” por el centro de la zona acotada hasta llegar al escenario que era un “Dome”. Guardo un grato recuerdo de este concierto porque son un grupo que me hizo salir de mi zona de confort y aprendí a ver la electrónica desde otra perspectiva y a jugar más con los contrastes lumínicos entre las luces y sombras. Tanto Daniel como Birgir son únicos, extravagantes y que te dan mucho juego a la hora de fotografiar.
· Chenoa – Gira #SoyHumana en la Sala BBK, Bilbao (2017):
A Chenoa la he cubierto en la gran mayoría de sus giras, desde el 2004, o bien para algún medio o bien por gusto personal. Es una artista que considero que pertenece a la vieja escuela. Esos artistas que se han metido horas y horas en locales y cuando se suben encima del escenario se nota. Su profesionalidad es incuestionable. Es una artista muy de piel, que no tiene ningún problema en mostrarte su estado emocional en el que se encuentra y eso hace que tenga una conexión especial con el público. Da igual que actúe en un teatro, sala o en un gran recinto. Nunca da nada por sentado, se trabaja su directo desde el minuto uno y posee una solidez natural sobre el escenario que muchos desearían tener. Fotográficamente hablando, a mí personalmente, me ha dado grandísimos momentos y muy variados: Fuerza, garra, libertad y sensibilidad. Guardo con mucho cariño el concierto en la Sala BBK porque yo venía de una época de hastío en la que notaba que mis imágenes no tenían esa carga que buscaba, y por ello decidí abandonar la fotografía musical durante casi un año y medio. Gracias a ese concierto, regresé y a día de hoy he podido firmar tres de las mejores fotografías que considero que he hecho hasta la fecha: “My Personal Arrested”, “Fierceless” y “Freedom”.
· Mónica Naranjo – Aste Nagusia, Bilbao (2019):
Este concierto ha sido un punto de inflexión en mi carrera. Desde el Tour Adagio (2009-2010), Mónica, no había vuelto a hacer una presentación con una orquesta sinfónica y una coral de esta índole. Es una de esas experiencias que es prácticamente imposible de borrar de la retina y más si sumamos que allí terminaron congregándose 10.000 personas.
– ¿Alguna anécdota graciosa?
Alguna que otra hay, pero, quizás la más “curiosa” ha sido una de las últimas que me ha ocurrido.
En esta ocasión, el foso no era muy ancho por lo que el movimiento era bastante reducido. Como he mencionado anteriormente, conocer al artista y su música es vital de cara a un concierto. Llegó una de esas canciones icónicas dentro del repertorio del artista y que sabes, por experiencia, que sí o sí va a darte un gran momento. La cuestión es saber reconocer cuándo y dónde. El primer set estaba siendo impecable y el público respondía acorde, por lo tanto, había esa retroalimentación energética entre artista-público. Recuerdo bajar la cámara unos segundos para hacer una evaluación general de lo que estaba ocurriendo sobre el escenario, y acto seguido pasé a mirar fijamente al artista y en ese preciso instante lo supe; su gesto había cambiado, al igual que su forma de caminar. Su intención era clara, el “gran momento” se acercaba e iba a darse al final de la canción en el centro-derecha del escenario. Por consiguiente, me separé del “pelotón” de fotógrafos y me situé en ese punto, esperando. Cuando el instante llegó, lo tenía todo preparado y en el momento en el que empiezo a disparar… ¡Zas! Un fotógrafo se pasó de frenada y me arreó tal ostión que me dejó unos segundos aturdida, me dio cerca de la sien con un 70-200mm. Cabe decir que el hombre se disculpó inmediatamente.
Al final, cuando me hube recuperado un poco, visualicé las imágenes, rezando para que, al menos, tuviese una toma perfecta. Y sí, ahí estaba, la séptima de la secuencia.
Aprovecho para decir, que, si eres fotógrafo/a, por favor, nunca, nunca te muevas por el foso con la cámara en horizontal. Siempre en posición vertical y pegada a tu cuerpo para evitar este tipo de problemas. Todos debemos aprender las etiquetas/reglas no escritas que hay en el foso y así respetar al resto de compañeros/as y hacernos el trabajo más fácil.
– ¡Madre!. Cualquier día te veo en un foso con casco, ¡jajajaj!. ¿Cómo estás viendo “el asunto de marras”?.
La situación es un tanto complicada, pero prefiero mantenerme positiva y pensar que dentro de poco irá mejorando. La creatividad muchas veces comienza en la adversidad. Y ahora lo estamos, y a la vista está que muchos creativos nos estamos reinventando y buscando alternativas para no tener que abandonar nuestro trabajo.
Por otro lado, pese a quién le pese, la cultura es segura. Se está demostrando día a día; se lleva a rajatabla los protocolos establecidos por Sanidad, se mantiene la distancia de seguridad, uso obligatorio de mascarillas y geles, se mide la temperatura al entrar a los recintos, sistema de renovación de aire secuencial –IDA2–, las salidas y entradas se hacen de manera escalonada, se dejan las puertas abiertas, etc.
La cultura ha estado y siempre estará ahí para ayudarnos a seguir adelante y todo el mundo, en un momento dado, se ha refugiado en los libros, películas, series, música, etc. Y, por desgracia, está siendo uno de los sectores más castigados. Las ayudas no sirven porque están siendo gestionadas por asesores que demuestran tener un grandísimo desconocimiento de cómo funciona el sector. Por ejemplo, según los datos que se manejan, actualmente, la música en directo ha perdido 1.265 millones de euros a lo que se suman los más de 800 millones de euros en eventos. Y esto conlleva que los pocos artistas que están realizando conciertos se estén viendo obligados a reducir su equipo de manera drástica para hacerlo viable con aforos a la mitad e incluso, en ocasiones, con un cuarto del total de aforo. La próxima vez que vayamos a un concierto, no pensemos solamente en lo que vemos encima del escenario. El artista es la cara más visible de una gran familia que hay detrás y esa familia está haciendo posible el concierto del que estás disfrutando. Pensemos más en los músicos, técnicos de sonido e iluminación, riggers, fotógrafos especializados, realizadores, productores, promotores, seguridad y un largo etc.
– ¿Cómo acabaste siendo la fotógrafa oficial de la última gira de Mónica Naranjo?
Una vez pasada la vorágine de la gira y publicación del Tour Book. Creo que todo se redujo a una mezcla de trabajo, constancia y suerte. No es ningún secreto que Mónica Naranjo posee una de las mejores voces que existen en la industria y por la que siento una debilidad confesa, no sólo por su voz sino por su forma de ver y entender la música. A día de hoy, pocos artistas pueden decir, alto y claro, que su música tiene un sello inconfundible.
Por cuestiones de la vida, a lo largo del 2018, Mónica, decidió comenzar desde cero. Y ello implicaba, también, su equipo creativo. En febrero de 2019, con motivo de la celebración de sus 25 años de carrera, anunció su gira “Renaissance”. Al igual que un par de presentaciones a modo de introducción del tour. Una de esas presentaciones fue dentro de la Semana Grande de Bilbao (Aste Nagusia), a los pies del Museo Guggenheim, junto a la “Bilbao Orkestra Sinfonika” y la “Coral” bilbaína.
Y aquí es donde entra el factor de la suerte; algunos fans de Mónica etiquetaron a su actual mánager y socio, Íñigo Pérez-Tabernero, en varias publicaciones de fotografías de otros conciertos que yo tenía en redes y en las que comentaban que tenían ya ganas de ver las fotos que iba a hacer en el concierto o que me diese una acreditación/oportunidad. Entonces, supongo que Íñigo miró mi portfolio y, después, se puso en contacto conmigo. Me ofreció cubrir el concierto en Bilbao, garantizándome acceso completo, y si mi visión encajaba con lo que buscaban cabía la posibilidad de convertirme en la fotógrafa de la gira. Después, unas horas más tarde, de haber terminado el concierto, envié el reportaje. A la mañana siguiente, Íñigo, me confirmó que estaba dentro de la gira.
El resultado se ha podido ver en prensa escrita y medios digitales tanto en España como en Latinoamérica, reportajes en TV y finalmente se ha plasmado en un libro llamado: “Un viaje alrededor de Renaissance Tour”, –el primer Tour Book en la carrera de Mónica Naranjo– de casi 300 páginas, lanzado junto al doble CD en directo: “Renaissance Live”. El colofón final ha sido ver cómo algunas de las fotografías se han utilizado como la imagen central que conforma el cartel del documental “La huella de la pantera” en cines.
Así que mi agradecimiento y cariño tanto a Íñigo Pérez-Tabernero, Vanesa Aparicio como a Mónica Naranjo es sincero, sobre todo, por haber dado ese salto de fe, confiar en mí, en mi visión y enfoque para esa gira, además de haberme dado la más absoluta libertad para hacerlo realidad. A Mónica, especialmente, le agradezco su cercanía, amabilidad, por dejarme ver sus “entretiempos” y permitirme fotografiarla como nunca se había visto en ninguna de sus giras anteriores.
– ¿“Entretiempos”?
Sí. Bueno, así los llamo.
Son instantes fugaces que duran fracciones de segundo y suelen aparecer en los momentos más inesperados. Probablemente sea la forma más pura de fotografiar que he encontrado. No hay nada ni nadie que altere el entorno, y el artista se muestra tal como es; un ser humano, y es donde se vislumbran rasgos de su verdadera personalidad y no de la persona que se enfunda el traje de artista, que es lo que estamos acostumbrados a ver encima de un escenario y televisión.
Me parece fascinante ver la transformación de cómo la persona da paso al artista y viceversa. A veces, incluso, se entremezclan. Ese instante, la búsqueda de la concentración intentando aislar el bullicio que le rodea y su respiración se entrecorta al escuchar su nombre coreado por el público que espera el inicio del espectáculo, la reacción a un comentario, cuando se dejan llevar por la melodía de su propia canción o, por ejemplo, tal vez, porque un recuerdo asociado les sacude el corazón. Para mí, los entretiempos son la forma más auténtica de capturar la belleza del alma.
– Planes de futuro, qué tienes pensado o que te gustaría hacer / empezar el próximo año. Ya con la vacuna en mente y dando por hecho que paulatinamente iremos volviendo a una especie de nueva normalidad (de verdad).
Volver a grabar y editar vídeo. Me apetece muchísimo volver a ese ámbito. Por otro lado, hablando de planes a corto plazo, te diré que estoy dando los últimos acabadosa una serie de ediciones limitadas de fotografías en gran formato “Fine Art”. Algunas de ellas, serán tiradas de sólo 100. También estoy trabajando en otro tipo de formato, bastante pelicular, y que necesita de una técnica muy específica. Para ello estoy trabajando con uno de los mejores laboratorios que existen en Berlín, ya que son expertos en la impresión de esta técnica.
Aunque sin lugar a dudas lo que más deseo es regresar al foso, salir de gira y volver a sentir la música en vivo y directo.
Álex Kennedy.