EYESLANDIC + MEHNAI

Hace mucho tiempo leí una entrevista Skid Row en la que Sebastian Bach decía que en el mundo hay tres tipos de personas; las que hacen que las cosas sucedan, las que dejan que las cosas sucedan y las que se preguntan que coño es lo que ha sucedido. A nosotros, como a Sebastian nos gusta pensar que pertenecemos al primer grupo. Nos metimos en la radio para poner en antena las canciones que no ponían en las fórmulas y esa fue la primera lección valiosa, si quieres que suceda, haz que suceda. Pronto dejamos de llorarle a los promotores para que trajesen a tal o cual banda y empezamos a pensar en la manera podríamos nosotros mejorar el ambiente musical cercano poniendo en el asador nuestra pasta y nuestra energía. A la larga esa sensación es maravillosa, un año cualquiera uno descubre a Mehnai y Eyeslandic, piensa que sería estupendo verles compartiendo cartel, y una noche cualquiera, algún tiempo después se acuesta con la satisfacción de haberlo conseguido.

Me contaba Carmen ayer, que el día que se conocieron se pusieron a hablar de música y se olviaron del resto durante horas, sorprendiendose al ver que tenían tantas referencias en común. Mehnai acompañó a Chico a Madrid para abrir el concierto de presentación de Outnumbered y poco después estaban grabando juntos esa joya llamada “When I am Down”, que tiene la facultad casi mágica de cortar la respiración a quien la escucha. Tres veces la escuché ayer en directo, y las tres me puso los pelos de punta.

A las ocho de la tarde y después de las pertinentes pruebas de sonido estábamos en Discos Cucos para un pequeño Showcase que sirvió como aperitivo para lo que vendría después. Una oportunidad dorada para ver a estos dos defenderse sin ningún artificio, con voz y guitarra a pelo.

Ver a Eyeslandic en directo se ha convertido de repente en un placer escaso. Se que el 23 de Noviembre hará un Menú Sonoro en el Centro B. pero hasta entonces no habrá otra oportunidad ya que de nuevo ha trasladado su residencia. Mucho más dificil aun es pillarle con banda, de hecho para mi fue la primera vez, ya que no pude asistir a la presentación de From Home to Home y desde entonces siempre le he pillado en solitario. Así que para mi el resultado fue muy emocionante. Me pareció increible saber que prácticamente no habían ensayado juntos ya que Toni había llegado a Cantabria el día anterior, y aun así todo sonó compensado y en su sitio, e incluso con un punto de frescura extra al comprobar los cruces de miradas en algunos cambios, como si las canciones se estuviesen creando delante de nuestras narices. La anécdota más curiosa fue que Mario de Inocencio hizo doblete, como bajista de Eyeslandic y Guitarrista de Mehnai, y que realmente estaba supliendo a Estirado en su puesto con los primeros, ya que este tenía otro bolo y no podía acudir, pero sin embargo resultó que el concierto en cuestión empezaba tarde y se pasó por el Black Bird, terminando encima del escenario repartiéndose los temas con Mario a un 50%.

Para la última parte de la actuación Toni nos tenía preparadas unas cuantas canciones de Elliott Smith a quien quería homenajear en el 15 aniversario de su muerte. Carmen le acompañó sobre las tablas y también un viejo amigo de Toni llamado Iván a quien habéis podido ver en alguna ocasión acompañando a Juan Terán. Fue una parte muy íntima de la noche, en la que Eyeslandic dejó claro de nuevo que con una guitarra y su voz tiene más que de sobra para quebrar a cualquiera que tenga encerrado en la caja torácica algo distinto de una piedra.

Pocos minutos después Mehnai ya estaba en el escenario, con una versión “club” del concierto que hicieron el Casyc, igual de intenso pero aun más cercano y enérgico, con Carmen dejándose la voz y una auténtica montaña rusa de sentimientos e intensidades, desde la desnudez de Lullaby hasta el final metalero con The Bible, pasando por la sensual I Need It, o por la más americana I Want Out, que siempre me retrotrae al momento exacto en el que descubrí su música. Sinceramente creo que Red Dragon está entre lo mejor que ha pasado este año, y desde que la banda se ha estabilizado en esta formación lo están defendiendo en directo con tanta energía y pasión que es dificil que quien les vea no acabe profundamente conmovido.

Al final de la jornada, público, músicos y organización estábamos tan exhaustos que la sala se quedó en un extraño silencio, como si nadie quisiese acabar de apartar de su cabeza lo que acababa de suceder. Toni y Carmen dicen que en alguna ocasión hay que repetirlo, es curioso, podríamos intentar hacerlo por segunda vez, y sin ninguna duda volvería a ser irrepetible.