DIECISIETE AÑOS DE ROCK:El próximo mes de Julio cumpliremos los primeros diecisiete años de Noche de Rock, y decidimos celebrarlo con una fiesta para la que contamos con los grupos Fallen Sentinel y Undernoise.
Otro aniversario que pasa. Parece mentira pero van a ser ya diecisiete años desde que emitimos por primera vez en Cabezón. Podría dar vértigo, pero en realidad ha ido transcurriendo con la misma normalidad con la que pasa la vida. No parece que sea tanto tiempo. Han sido muchas horas de radio, muchas charlas con gente interesante y también algunas fiestas, cómo la de anoche. Fiestas en las que juntamos a fans de los grupos que tocan, con amigos del programa que siempre están ahí, sea cual sea el estilo. Fiestas en las que se crea un ambiente muy especial, y distinto al de otros conciertos. Esperamos con vuestro apoyo poder seguir organizando al menos una al año. Con carteles arriesgados y personales, un poco a nuestra bola, cómo el programa.
Para la noche de ayer juntamos a dos bandas bastante cañeras pero muy distintas entre si: de un lado Fallen Sentinel con una música que bebe de fuentes como el black metal y el death melódico, pero también del gothic. Un grupo en el que predominan los ambientes de teclado y las voces femeninas, combinadas con la brutalidad de toda su base rítmica y la voz de su bajista. Actualmente están centrados en la grabación de su próximo trabajo, así que además de escuchar temas de “Perpetual” y “Eternity & Before” también pudimos conocer algunas de las nuevas canciones. Personalmente estoy muy contento de haber apostado por ellos para la fiesta. Creo que sorprendieron a la gente y presentaron un estilo no demasiado común por los escenarios cántabros. Sin duda estaremos atentos a sus próximos pasos y su inminente nuevo disco.
Como segunda banda en el cartel teníamos a Undernoise. Este año quería presentar una fiesta aniversario más cañera que en otras ocasiones y se me ocurrió darle una vuelta de tuerca al cartel añadiendo a estos grindcores que ya conocéis de sobra. Con Undernoise no queda espacio nada más que para la brutalidad. Los que ya les conocían se la gozaron con su repertorio lleno de clásicos de la caña cántabra. Pero cómo digo en los conciertos de NdR se junta gente de todo tipo y parte de la audiencia no estaba acostumbrada a estilos tan extremos, así que fue divertido ver las caras de estupor y los ojos como platos de parte del respetable.
Tras los conciertos nos quedamos en ambiente más íntimo partiendo la pana en el karaoke del arena y celebrando que esta vez tuvimos una entrada suficiente cómo para poder asumir los gastos sin mucho problema. Salimos animados y con ganas de más. Si os digo la verdad, ya tengo bastante perfilada la fiesta del año que viene… pero tendréis que esperar un poco aun.
Crónica y vídeos por Oskar Sánchez, fotos por Jaime González.