SCHOOLS OUT: Los alumnxs de sexto curso del CEIP Pérez Galdós se quieren ir de viaje de fin de estudios, para recaudar algo de dinero montaron una fiesta de fin de curso contando con la colaboración desinteresada de varias bandas.
Hay momentos en la vida de un ser humano en los que todas las distintas facetas confluyen en un solo punto. Así, ayer no hubo máscaras posibles para mi. Mi yo maestro, mi yo músico, mi yo público y organizador de conciertos, mi yo padre y mi yo medio de comunicación se alinearon por una vez. No me queda más remedio entonces, que escribir esta reseña en primerísima persona.
El evento empezó como algo sencillito, en el colegio hicimos una excursión a la que invitamos a las familias de lxs alumnxs. En una de las charlas alguien propuso hacer un concierto para celebrar el fin de curso y de paso recaudar algo de dinero para la excursión; el padre de uno de los niños tiene un grupo y me propusieron tocar a mi también. Poco a poco nos fuimos calentando, se pidió un escenario, se montaron unas barras, avisamos a algunos amigos y finalmente acabamos montando un festival de unas seis horas de duración, con cinco números musicales y las actuaciones de lxs niñxs de sexto intercaladas entre ellos.
Cuando uno tiene que pedir favores, (de esos que da vergüenza decir en voz alta) siempre recurre a los mejores amigos. Por eso cuando pensé en como se podía montar algo con presupuesto cero enseguida apareció el nombre de Lunática. Nos conocemos desde hace unos veinte años, y hemos ido creciendo juntos en muchas dimensiones, no sólo en lo musical, si no también en lo profesional ya que tanto Hector como Nahum también son maestros, y eran por tanto las personas ideales para comprender el verdadero espíritu de todo esto. Nos regalaron una hora de canciones en acústico, brillando especialmente las de su último discazo, Take a Seat, que por cierto, incomprensiblemente, aun no ha sido disco de la semana en Noche de Rock.
Entre el público se encontraba Carmen Bartolomé, Mehnai, y no pude evitar acercarme a pedirla al escucho si quería hacer unas canciones para nosotros. Lo hice por varios motivos, el primero porque me pudieron las ganas de volver a escucharla cantar, el segundo, porque a veces necesitamos recordarnos a nosotros mismos que sólo hay una dirección y es hacia delante. Por muchas vueltas que le demos no podemos hacer otra cosa que cantar, porque eso es lo que somos.
Fuimos afortunados y nos dio el sí. Tenerla en el escenario fue un verdadero regalo. Muchas bocas se quedaron abiertas como se quedó la mía la primera vez que escuché su música. ¿Y esta de donde ha salido? Pues de aquí al lado. A veces no hay que hacer minas tan profundas para encontrar piedras preciosas.
Hablando de abusar de los amigos, tengo que hacer un especial agradecimiento a Dani de Granada Goblin por que se comió prácticamente en solitario la sonorización del evento. Fueron muchas horas de trabajo desinteresado, pero al final se consiguió un sonido más que decente para el equipo con el que se contaba. Por otro lado, hay que decir la idea de hacer un festival en el lugar donde vivimos lleva tiempo saliendo de manera recurrente en nuestras continuas conversaciones, así que ayer, de alguna manera, también nos sacamos esa espinita.
Tras la introducción a base de chistes contados por cuatro alumnos del cole, Granada Goblin aprovecharon la tarde para enseñar a Rinconeda los temas de …Y el Misterio del Chile Fantasma, pero también para presentar un par de canciones nuevas como Barba de Abeja y Genocidio por Amor. Me llamó especialmente la atención este segundo, con un toque de Doom Sabbathiano y unos arreglos de guitarra un poco arabescos, sorprendentes en su música. Me alegró ver que exploran nuevos territorios. Vamos calentando motores para el tercer disco.
Varias de las niñas de sexto curso dan clases de baile, y prepararon un número que se llevó uno de los aplausos más clamorosos de toda la velada. Después llegó el concierto de Orion Saiph y evidentemente no me toca a mi decir si fue bueno o malo, sólo puedo decir que fue emocionante ver que algunos de los chavales se habían aprendido las letras o se habían hecho camisetas con el logo.
De nuevo sobre las tablas todos los alumnos y alumnas de sexto del Pérez Galdós interpretaron una versión de Bohemian Rhapsody sobre una base musical de Karaoke, protagonizando el que sin ningún lugar a dudas fue el punto álgido de la noche. Poco más tarde comenzaba la actuación de The Old Trastes, que entretendrían a la gente durante una hora y pico con un selecto repertorio de versiones en castellano que iban desde Barricada hasta los Rolling Stones, durante el cual se hizo entrega de las entradas para el concierto de AC/DC que se habían sorteado entre las papeletas que previamente habían vendido lxs niñxs.
Cuando todo se quedó en silencio se nos quedó una extraña sensación de satisfacción, no por haber ayudado a organizar un viaje de fin de estudios con nuestro esfuerzo, que también, si no por saber que probablemente habíamos dado a esos chavales unos recuerdos imborrables que llevarían para siempre en la retina y el corazón.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Coral Sancibrian y Oskar Sánchez.