Allá por finales de los noventa me llegó un sobre a la radio con varias maquetas de grupos de Cantabria, fue mi primer contacto con un tal Chema Torre de Fak Records, y el inicio de una amistad que se mantiene hasta hoy en día. Si no recuerdo mal, venían la de Pompa Cósmica, la de Ojáncano, la de KDK y la de unos tales La Fuga, de Reinosa. Todos grupos locales. Aunque aun no lo sabíamos, uno de ellos subió como la espuma en muy poquito tiempo, convirtiéndose en una referencia a nivel nacional, cosechando éxitos y llenando salas. Con determinación, mucho trabajo y también una buena ración de suerte. Estar en el momento adecuado, en el sitio adecuado y tener el coraje de apostar todo por tu sueño.
Los que nos pateamos las salas cada semana sabemos que la distancia entre las bandas locales y las bandas de éxito es tan corta como insalvable. Nadie tiene la llave para cruzar al otro lado, y uno no para de pasmarse al ver como gente con talento enorme nunca se come un rosco. Llegó la pandemia, el tiempo muerto en el que todos nos replanteamos el sentido de las cosas. Muchos músicos encontraron el momento de dedicar energía a canciones que nunca hubiesen salido del cajón. La vorágine de las giras nunca hubiese dejado espacio, pero con el fin del mundo asomándose por la ventana, es ahora o nunca. Y fue ahora.
Fito Garmendia ya ha tocado el cielo. Sin más pretensiones que enseñar lo suyo, sale del lugar cómodo, y se muestra sin máscara, con un rock maduro que no pretende petar las listas, ni llenar estadios, sino volver al barro, remar de nuevo para mirar de frente, uno a uno, a cada uno de los que se acerquen a escuchar. Viejos amigos, compañeros de camino.
Para la gira ha contado con algunos obreros del rock and roll, de los que nunca rompieron el techo de cristal. Una oportunidad de seguir con los pies en el suelo. Una oportunidad también para ellos de embarcarse en una modesta pero intensa gira nacional. Aprendizaje mutuo. A las guitarras y batería Longo y Luky de ADN, al bajo Juanma de Soulbane. Talento y experiencia para regalar, bandas que podrían haber explotado muchísimo más fuerte, pero nunca lo hicieron. Trabajo constante durante décadas, solvencia sobrada. Bajo los focos una banda, tan compensada que parece que llevan años juntos.
Fito desgrana las canciones de su disco. Historias sinceras, frente a frente, sin artificios. Rock and Roll. Nunca fue el frontman de su banda, pero podría haberlo sido. No hace falta nada más que ser de verdad para que la gente te crea cuando les hablas. El repertorio se completa con algunas herencias de La Fuga, el Preparados para el Rock and Roll de Alarma y una animada Por mí de Platero que nos lleva a todos a aquellos años en los que bebíamos en la calle esperando a que llegase a noche. ¡Qué jóvenes éramos!.
Texto: Óskar Sánchez.
Fotos: Salces Fotografía.
Vídeo: Álex Kennedy.
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