Fueron muchos los cambios y larga la espera hasta que se hizo realidad y el Motocultor Festival Across Europe Tour 2023 tuvo, finalmente lugar. Aún así, los últimos cambios dieron al traste con la presencia de Omnium Gatherum, esperada y ansiada por más de uno y de dos, incluído un servidor. Su reemplazo llevó a la organización a plantear un cartel con 4 bandas escuderas de los magníficos Fleshgod Apocalypse. Por sí solos, válido reclamo para acercarse, el pasado jueves, a un concierto que prometía muchas cosas y todas buenas.
Este jueves 26 fue un gélido día de invierno madrileño que sin rememorar viejas tragedias atmosféricas de Filomenas, seguro que tuvieron su parte de responsabilidad en la poca afluencia de público a la sala. Vale, no sólo eso. Que fuera a fin de mes y un jueves, junto con el baile de nombres en el cartel, debieron completar el conjunto de razones por las cuales la sala quedaba un poco grande para el número de aficionados que se dieron cita en la MON. Al comienzo de la primera banda, no superábamos la treintena de almas perdidas en el infierno.
La velada la abrieron los israelíes Structural. Una banda que traía como bandera un larga duración, Metacognition. Pero su última entrega fue el single What a Wonderful World. Resultó más que suficiente para demostrar de qué son capaces, pues su actuación como las siguientes, antes de los cabeza de cartel, no pasó de la media hora. En este corto lapso de tiempo, demostraron calidad, saber estar, simpatía y pasión, ya que, a pesar de su entrada en frío y en “petit comité”, se sacaron de los estuches de sus instrumentos una actuación muy interesante.
Con todo y pese a que comenzaron disfrutando de un sonido muy decente, aunque sin el todo el volumen que hubieran podido tener, supieron aprovecharse estupendamente de él. Peeeero, tras un cambio de instrumentos, el sonido sufrió un varapalo importante, haciéndose un poco de bola. Como la actuación resultó sensiblemente corta, una lástima, porque me estaban gustando, los temas afectados no fueron muchos. Vaya lo uno por lo otro.
El cambio de escenario fue vertiginoso. Se apreciaban, a primera vista, las prisas que había en el personal. Son muchas bandas y la fiesta tenía hora de final estricta, cual si una ficticia Espada de Damocles colgara amenazadoramente sobre la silla de la batería. En un “pis pas” el panorama cambió y la banda japonesa Serenity in Murder comenzó su actuación, liderada por su espectacular vocalista Ayumu.
Una front esta Ayumu, de garantías. Cuenta con una buena voz, con presencia y buenos movimientos por el escenario. Aún así, y teniendo en cuenta que el set lo interpretaron con pulcritud y eficiencia, me quedó un poco de vacío al final del mismo. respecto a lo escuchado en lata, esperaba algo que me pegara más en la “patatuela”. Son una banda con más trayectoria que los Structural y más discografía, pero por la razón que fuera y aunque el sonido siguió siendo bueno, las luces fueron sensiblemente más pobres y soseras y el resultado final pecó de un poco lineal e incluso algo frío.
No hay peros al esfuerzo y entrega de los músicos y, especialmente de Ayumu, que en su papel de “agitadora” como se supone de un/a front, no paró y cumplieron, pero hay noches que las cosas no salen o no salen todo lo especiales que deberían. Confío en volver a verles y entonces, que puedan desarrollar todo su evidente potencial.
Nueva parada por el obligatorio cambio de escenario y comienzan a probar Nest of Plagues. Desde el primer momento hay una conexión muy natural de Dániel Ivanics con el público. Muy hablador y que creó ese vínculo muy pronto que se consolidó cuando habló de la soledad, la frustración y de la esperanza. Bonita charla y muy emotiva, antes de Struggle, más conociendo los problemas que experimentó en sus propias carnes. Vamos, en cualquier caso, al turrón de lo que fue la actuación.
Comenzó ésta, un poco deslavazada. Las luces no ayudaban en exceso y tampoco presentaban una puesta en escena que te atrapara. La palabra que resume todo esto creo que es “sencillez”. Con todo, puedo decir convencido, porque la opinión está contrastada con el pulso que hice a posteriori entre los asistentes, fueron la revelación de la noche para aquellos que no los conocían y la confirmación de que son una gran banda para quienes ya venían bien informados. Se reivindicaron con su trabajo en el escenario y lo hicieron con extrema solvencia.
Tocaron prácticamente su celebrado To Kill A God, al que añadieron un tema de su EP homónimo. El resultado fue, un set corto, como el de los demás, durante esta noche. Se enmarca a Nest of Plagues dentro del género Deathcore, pero no cabe ninguna duda de que beben de múltiples influencias y el resultado no es, en absoluto, plano ni monótono. Unido a la cercanía y honestidad que proyecta su front y sin dejar de lado la calidad como músicos de sus miembros, fue un gran rato el que nos hicieron pasar estos Húngaros sorprendentes.
Toda la sala cambió, cuando saltaron a la palestra W.E.B. Un manto negro cubrió a la MON y la oscuridad que traían consigo nos envolvió por completo. Sus trajes negros y la profusión de bases sampleadas con sonidos orientales que evocaban la cultura egipcia hicieron el resto. Crearon un halo siniestro con su puesta en escena, que chocó con todo lo anterior. Acertado cambio a mi entender. El sonido, atronador y la puesta en escena estudiada. Estábamos presenciando un cambio cualitativo apoyado en una experiencia y una solidez en la interpretación que dejaba claro que el momento esperado de salir los Fleshgod Apocalypse estaba, al fin, cerca.
Fue un gran bolo, cuyo hilo conductor fue su último álbum Colosseum. El problema es que para sustituir a Omnium Gatherum, dos bandas habían entrado en el cartel. A estas alturas, llevábamos tres actuaciones, que aunque cortas e interesantes, pesaban. Incluso en algunos, incluído yo mismo, y a pesar de que los set fueron sensiblemente cortos y los cambios de escenario raudos, revoloteaba el miedo a la hora de finalización del evento, teniendo en cuenta que era jueves, día de labor para la mayoría y si la cosa se alargaba en exceso, la vuelta al hogar podría complicarse un tanto.
El peor enemigo de los W.E.B. fue el “momento”, justo antes de unos ansiados ,Fleshgod Apocalypse y tras tres bandas más, porque su presencia en el Motocultor fue excelente y refrescante. El “cambio de tercio” que representó y la suficiencia apabullante que demostraron no permiten ningún pero a esta banda siniestra y oscura que elevó el nivel de experiencia justo antes del momento álgido de la noche.
Finalmente, salió Fleshgod Apocalypse. El momento fue muy emocionante y más emocionante que se pondría un rato después, pero te pido que esperes un poco para que el relato cronológico de los acontecimientos llegue a ese otro punto histórico más emocionante todavía. La preparación del escenario ya iba creando esa tensión, pues se construyeron un espacio que no tenía nada que ver con lo percibido hasta entonces. Velas, pies de micro espectaculares, un piano con las iniciales del nombre de la banda, bueno, como cada pieza del Lego que construyeron en un momento y que nos disparó a todos las ganas de que salieran a compartir con nosotros, la noche.
El tema que abría la actuación de Fleshgod Apocalypse era el tema de apertura de su último trabajo, Veleno. Fueron interpretados un par de temas de Veleno, pero unos señores del metal con éstos, no pueden hacer un bolo centrándose en su último trabajo, porque tienen una discografía suficientemente extensa y de calidad como para poder elaborar un set perfecto repasando su historia y seleccionando aquello “necesario” que corresponde al momento y al lugar. Desgranaron temas de Labyrinth, King y Agony. Por supuesto quedaron en el tintero otros, pero el sonido y la calidad de esta banda hace que salgas de la sala de turno con una sonrisa de felicidad, toquen lo que toquen.
Con todo, se hizo corto. Claro que tocaron más tiempo que sus teloneros, pero se hizo corto. No puedo sino reiterarlo. Además, no fue una velada demasiado extensa a pesar de subir 5 grupos a las tablas. Respecto al miedo expresado anteriormente por la extensión, en tiempo, de la noche, todo acabó a las 22:45. Es una hora perfecta para volver con garantías a casa o quedarse charlando de lo visto, con los compañeros de sala, pero contando con el número de bandas, salen unas cuentas escasas. Nos quedamos con ganas de más ¡y mira que hubo cosas!
Volviendo a lo que nos ocupa aquí, destacar que el sonido fue grandioso. Tanto en la parte musical; la voz de Verónica Bordacchini es excelsa, así como la interpretación de todos y cada uno de los miembros de Fleshgod Apocalypse; sino en el lado técnico, donde luces y sonido sacaron lo que no creíamos que tenía la sala. Todo fue perfecto. Cada movimiento estudiado, cada paso con sentido, cada acorde en su tono, tiempo e intensidad y la inmersión en el mundo Gótico y Romántico que crea la banda absoluto.
Como os indicaba antes, hubo un momento especialmente emocionante y ese momento llegó durante la actuación de Fleshgod Apocalypse. Esto sucedió cuando Paolo Rossi detenía el curso de la actuación para dar paso a lo que sería “el momento más emocionante de la noche”. La proposición de matrimonio que, sorprendentemente, Alessandro Salari le hizo a Verónica Bordacchini, delante de nuestras atónitas e incrédulas miradas, con hincamiento de rodilla incluído. Si hablábamos antes de que Fleshgod Apocalypse nos había sumergido en su mundo Gótico y Romántico, en este justo instante saltaban todas las alarmas de romanticismo habidas y por haber.
Precioso colofón, del que tuvieron a bien hacernos partícipes a todos, los que aquel día estábamos en la sala; porque esto no sucede todos los días. Sobre todo la feliz pareja recordará por muchos años la noche del jueves 26 de enero de 2023, en que se prometieron, oficialmente, ante no todos los que deberíamos haber sido, pero sí, ante un buen puñado de testigos y a la vez, devotos fans ¡Que lo que ha unido el Metal, no lo separe la cotidianeidad! Desde aquí, mis mejores deseos para ambos y que podamos compartir muchas noches como esta, eso sí, cuento con que sean un poco menos emocionantes.
Mucho esperamos y mucho sufrimos viendo los cambios de cartel de este Motocultor Festival Across Europe Tour 2023. Cuando por fin llegó y lo vivimos; hay que decir, a modo de resumen, que la experiencia ha sido muy, muy satisfactoria. Bandas de distinto pelaje dentro de este mundo del Metal Extremo se dieron cita en la Sala MON, para ofrecernos diversos e ilusionantes puntos de vista dentro de este, nuestro amado género.
Hemos visto bandas de distintos lugares del mundo, muy distantes entre sí, en distancia y cultura. Hemos descubierto, a estas bandas que ya han quedado grabadas en nuestra memoria musical y hemos asistido a una noche con Fleshgod Apocalypse, difícil de olvidar. Sólo nos queda, a aquellos que no podamos ir al Motocultor Festival oficial; esperar al Motocultor Festival Across Europe Tour 2024, para ver qué nuevas exquisiteces nos propone.
Texto y fotografías: Juan Carlos López Aguilar.