El trío colombiano presenta el videoclip de “Vamo A Dale Duro”, primer adelanto de su nuevo LP
“Estamos pasando por momento difícil, el país patas arriba y el sentimiento de impotencia cada vez más grande, vamo a dale duro es grito de resistencia, es un aliento a nuestra gente, por eso en nuestros videos estamos en el pueblo, en el barrio, con la gente , con nuestra gente, la verdadera cara de Colombia, nada de maquillaje, nada de locaciones rebuscadas, esto es la realidad, donde está la gente que nos necesita.”
Edgardo Garcés, Ghetto Kumbé
Corrían los años cincuenta cuando el compositor de jazz Sun Ra introdujo por primera vez la corriente literaria Afrofuturista en la música. Esta visión del mundo, que combina elementos de la cultura negra con ficción histórica y realismo mágico, fue compartida más tarde por otros influyentes músicos como Afrika Bambaataa, Jimi Hendrix, Miles Davis, George Clinton, Lee “Scratch” Perry o incluso Jeff Mills. Todos ellos, pioneros en sus géneros musicales, tenían una idea en común: construir un futuro mejor para los pueblos de origen africano.
Hoy, dado que la situación no parece más esperanzadora, el trío colombiano Ghetto Kumbé ha decidido rescatar del olvido esta doctrina para luchar contra la xenofobia y la desigualdad, contra el esclavismo económico que sufren quienes son distinguidos por su color de piel o su lugar de origen. Este es el mensaje que divulgan con su primer disco, que verá la luz en mayo a través del sello ZZK, en un álbum donde la percusión se alía con el house y el techno para hacernos llegar el deseo de Ghetto Kumbé: que sólo exista una raza, la humana.
Su primer single adelanto es el punto de partida de este cometido. “Vamo a darle duro” es un llamamiento a la lucha, un canto a la libertad y la justicia, contra la corrupción y el capitalismo, con el que el grupo quiere despertar nuestras conciencias. Apoyados en la sobriedad de sus tambores y la elegancia de sus producciones electrónicas, Ghetto Kumbé se adentra en los sonidos ancestrales a través de la gaita tradicional, para teñirlos luego de un tinte futurista sobre unos ritmos alegres y pegadizos. Y recordarnos así con su música que el futuro de la humanidad aún está en nuestras manos.