Sábado, el día parece que quiere dar guerra en lo meteorológico. Comienzas a agobiarte, porque parece que la oferta musical es escasa, cuando ya casi estás resignado en el sofá de casa, una imagen comienza a ocupar tus pensamientos, recuerdas que siempre hay un lugar en el que los conciertos y la buena música forman parte de su ADN salvando cualquier fin de semana, ese es el caso de La Tribu de Maliaño con Fran a la cabeza, que siempre acude en nuestra ayuda, en plena programación ya de otoño/invierno aun sin terminar el verano.
En este caso, nos sorprendería con GRAVITY desde Canarias, banda nobel con una combinación de grunge, rock, stoner y psicodelia, que nos permitió salvar la noche del sábado. La banda formada en 2016, compuesta en la actualidad por: Luis Owlmac (voz y guitarra), Noel Domínguez (coros y guitarra), Fran Arrocha (Bajo) y David León (batería). Lo primero que hay que tener en cuenta es el tremendo esfuerzo que supone venirse desde Canarias, es entonces cuando conocemos el proyecto “Canarias Crea” auspiciado por la colaboración de la Fundación CajaCanaria y La Obra Social La Caixa, junto al Gobierno de Canarias, que facilita la movilidad cultural fuera del archipiélago, tanto en territorio nacional como en cualquier país del mundo, con giras, conciertos, exposiciones… Con una trayectoria de más de 10 años, está gestionado por la empresa pública Canarias Cultura en Red, S.A., contando con un presupuesto para este 2018 de 396.378€, teniendo un límite máximo de 3000€ por solicitante. Principalmente pagándoles los desplazamientos, como es el caso de la banda que nos acompañaba esa noche.
El concierto retrasaría su comienzo de las 21:30h hasta las 22:45h, para intentar que acudiera el mayor número de personas, que un primer momento eran bastante escasas, ya que al parecer jugaba la selección española y ya sabemos lo que supone el fútbol en este país. Comenzarían el concierto con el tema “See the butterflies die” de su único disco hasta la fecha “Gosh” de 2017, tras las primeras notas me tuve que frotar los ojos para ver que era real lo que estábamos viendo, y que Eddie Veddert no estaba delante de nosotros, porque el tema en cuestión tenía una base muy similar al “Even Flow” de Pear Jam, tanto en la estructura como en la forma de cantar, con esa tono de voz rota tan típico. De dicho tema existe un vídeo en internet en el que participa la peña de moteros “los aguiluchos del valle”, muy efectivo. Tras agradecernos la presencia, continuarían con “Keep” con un sonido más cercano a Nirvana con matices más pesados cercanos a Alice in Chains, donde el guitarra Noel, brilla especialmente.
Llegaría el turno con su peculiar isla del tesoro “Treasure Island”, que tiene un toque de psicodelia. Tras animarnos a seguirles, nos presentan el siguiente tema “4 Leaf Clover” intentando transmitirnos la buena suerte, de corte más pesado cercano al stoner con la voz más áspera; similar al próximo tema “Don’t Be Scared”. Llegaría al turno de “Drawing nightmaters”, que se acercaría más al grunge más crudo. Completarían así un repertorio de unas 10 canciones destacando “Queen Of Gods”, una de mis preferidas, que cambiaría el registro con un toque más soul, que encajaría a la perfección en cualquier película de Tarantino, con espacio para buenos desarrollos de guitarra y la voz más melódica. “Real World”, también tiene un punto más luminoso, con sonido más accesible, con partes en castellano. En la parte final nos sorprenderían con un tema nuevo “Mute The Silence”, que para mí fue sin duda el mejor, mucho más cañero y dinámico, lo que ayudó a ello fue que Luis dejo la guitarra y se centró en cantar, saliendo del escenario, transmitiendo toda la rabia, que en los anteriores temas se echaba en falta. Creo que ganan enteros de esta manera, tal vez deba plantarse hacerlo en más temas. Tras terminar el principal, como no podía ser de otra manera tocaron algunos bises repitiendo algunos de los temas previos que más nos habían gustado, siempre por su puesto, con la ayuda inestimable de los chupitos con los que Fran les obsequió.
Resumiendo, banda de chicos muy jóvenes, que transmitían algo de nervios y de miedos al principio de la actuación, pero que poco a poco fueron ganado enteros, sobre todo como comento en el párrafo anterior, cuando dieron paso a la rabia de verdad. El grunge no está pasado de moda, transmite un montón de sentimientos de una manera muy especial que otros estilos no consiguen. Esperamos volver a verles. En cuanto al público, algo escaso, aunque suficiente, para arropar a los canarios y hacer que regresaran a las islas afortunadas, con un buen recuerdo. Una vez más agradeciendo el esfuerzo a Fran y todo el equipo de La Tribu, que siempre nos hacen sentir como en casa.
Crónica de John Man.
Fotos de T&M Photo