GUNS N’ ROSES – Use Your Illusion II
Aunque yo no la viví en primera persona, porque me incorporé a Guns precisamente con este par de albumes, algunos amigos un poco más viejos me han descrito mil veces la expectación que había generada entre los fans del rock ante la inminente llegada de nuevo material. Appetite for destruction fue un bombazo inigualable, un disco absolutamente redondo de una banda en su mejor estado de gracia. La reedición de su primer EP junto a cuatro nuevas canciones en acústico no había hecho más que acrecentar la locura. No se usaba internet pero los más seguidores habían escuchado grabaciones piratas de muchas de las canciones que compondrían el nuevo album cuádruple.
Tras la edición, la banda se embarcó en una de las giras más largas que se recuerdan durante 28 meses, con shows eternos en los que intercalaban solos y momentos instrumentales para que Axl pudiese descansar (y cambiarse de camiseta), junto al sexteto que grabó los discos actuaba un segundo teclista de apoyo y un grupo femenino de coristas y vientos, y aunque en las declaraciones públicas decían que todo aquello era muy divertido lo cierto es que el formato big band generó divisiones entre los miembros originales. Toda la gira estuvo llena de polémicas e incidentes con los medios, el público, los promotores y otras bandas (Metallica, Rolling Stones, Iron Maiden…). Vendían una imagen de chicos malos que les funcionó a las mil maravillas: Use your Illusion estuvo 108 semanas en el Billboard y vendió más de 35 millones de copias. Se editaron cerca de una decena de videoclips, muchos de los cuales se convirtieron en los más programados de las cadenas musicales (que por aquel entonces aun ponían música). Se editó un vhs recopilatorio de videos y dos making off de los mismos, además de otros dos vhs con los conciertos de Tokio. En definitiva, Guns N’ Roses se convirtió en una jugosa máquina de producir dinero y todo se volvió mastodóntico, una marca, una macroempresa.
Detrás de todo seguían estando las canciones de un gran grupo de rock. El segundo de los dos albumes era más oscuro y reflexivo, más ampuloso. Se compensaba con algunos trallazos directos como Shotgun Blues, Get in the Ring o You Could be Mine y con la consabida versión del Knocking on Heaven’s Door de Bob Dylan, pero en general era mucho menos rockero y mucho más Axl componiendo al piano, como demuestran Breakdown, Locomotive, Estranged o So Fine, por ejemplo. El espíritu más cercano al sonido original venía de la mano de Izzy con Pretty Tied Up y 14 Years. Como curiosidad incluían una versión distinta de Don’t Cry con la misma pista musical pero la letra cambiada (un tema que venían retocando desde 1986) y la experimental My World, que no pasaba de ser una anécdota, pero dejaba abierta la puerta al interés de Axl por los “nuevos” sonidos industriales, que años más tarde comenzarían a colarse en Oh My God (The End of Days OST) y algunos temas de Chinesse Democracy.
La distancia entre Axl y el resto del grupo se fue haciendo más patente y la banda se fue rompiendo paulatinamente desde las mismas grabaciones de los discos que nos ocupan. Steven Alder no pudo mantener el ritmo de sus adicciones y fue despedido durante tras completar la grabación de Civil War (sus tomas son las que aparecen en el disco). Matt Sorum le dió un sonido más metálico a Guns e Izzy mostró su malestar desde el principio. La leyenda cuenta que Stradlin se desvinculó del todo al no acudir a la cita para grabar el videoclip de Don’t Cry (Where’s Izzy?) y aunque aun quedarían algunos unos años para la salida de Slash y Duff, los signos estaban ya escritos en el aire para cualquiera que supiese leerles. Los Guns N’ Roses del Appetite estaban en proceso de demolición cuando Use fue publicado.
Es posible que con el mismo número de temas organizados de otra forma GN’R hubiese podido tener una carrera más continuada. No hay que olvidar que separando estos dobles en sencillos entre 1991 y 2008 se han editado cinco álbumes de estudio, un disco de versiones, un directo y un recopilatorio con el nombre de la banda en la portada. En ese tiempo podrían haber sacado un album cada dos o tres años, los cambios habrían sido más paulatinos y los hubiésemos visto de otra manera. Guns N’ Roses decidieron actuar de una forma algo bulímica que representaba las raices más punks de la banda; Se atragantaron y vomitaron todo lo más rápido que pudieron. Ardieron deprisa pero inténsamente.
Puestos en contexto, este par de albumes dobles sirven de perfecto ejemplo para el cambio de visión que sucedió durante los noventa. El grunge trajo consigo una visión más cercana de las bandas, sin tanta parafernalia y huyendo del concepto de Rock Star. Poco después llegó la explosión de internet que dió alas al movimiento underground de pequeños sellos y DIY que venía gestándose en segundo plano desde hacía varias décadas y las bandas llena estadios comenzaron a entrar en verdadera decadencia.
De cualquier manera, una vez más, sobre todas las consideraciones, con toda la nostalgia o con la cabeza absolutamente fría, hay que reconocer que GN’R nos legaron, un montón de buena música que seguimos y seguiremos disfrutando durante muchos años. Pese a todo Guns N’ Roses se colaron en la historia del Rock, y por supuesto en la historia personal de este que escribe, siendo gran parte del primer combustible que alimentó la idea de este programa de radio.
Comentario por Oskar Sánchez