Noviembre abría sus puertas, con la fiesta del truco o trato y el terror en el horizonte. Pero nosotros, preferimos siempre escoger la alternativa musical en forma de conciertos, para ello nos dirigimos nuevamente a la vecina Euskadi, a disfrutar de una nueva edición del HALLOWEEN METAL FEST, en su XII edición. El lugar no podía ser otro, como ha sido desde sus comienzos, el Kafe Antzokia de Bermeo.
El festival nació en 2008 de la mano de la Asociación Cultural Spookypheria Productions, con la idea de unir sus dos grandes pasiones el cine y el metal. Dicha asociación venía organizando el festival “Gorefest” desde 2001, festival de cine fantástico y de terror de Bermeo. En las últimas ediciones HMF, ha conseguido un gran éxito, reuniendo en su X aniversario en 2017 a 450 personas, contando con VITA IMANA, Killus o Crisix en el cartel, el año pasado contaron con bandas como Morphium y Vhäldemar, llegando a este 2019 con un cartelazo de lujo encabezados por los míticos KTULU junto a Vita Imana, The Wizards y The Hammer Killers.
Los primeros en ocupar el escenario serían THE HAMMER KILLERS. La banda jugaría en casa ya que se forman en 2003 en Bermeo por miembros del grupo punk-oi! Banda Antisocial. Tras el paso de los años y varios cambios de formación, en la actualidad funcionan como trío, capitaneados por Urtzi (bajo y voz) junto a Aitor Bengoa (guitarra) y Joni Guirrotxena (batería). Tienen publicados 5 trabajos: «Assassin Rock» (2008) LP; «Acero & Sangre» (2013) LP; «rock & roll Division» (2016) LP; «Máquinas» (2018) EP y el más reciente «Berseker» (2019) LP, estrenado precisamente esa noche ante sus paisanos y en su festival. Sobre las 21:46 hrs sonarían unos graznidos, una nube alucinógena invadiría la sala, dando paso a una especie de llamada, ya no tendríamos escapatoria las hachas relucían afiladas, sonarían las notas del tema que da nombre al último disco “Berseker”, con guitarras grasientas al más puro estilo hard rock de carretera, surgiendo en seguida, abriéndose paso la voz de Urtzi. Sin pausa como buenos chicos malotes, continuarían con el último larga duración, con el tema “Golpes duros, Cortes profundos”, con un sonido con una esencia de Lemmy impresionante, que nos puso las pilas al momento. La velocidad y la contundencia, no cesaría. Saltaríamos a su segundo trabajo «Acero y Sangre», con “Los Salvajes”, con una potente línea de bajo y batería, que removió los cimientos de la sala, una tónica que no cesaría en todo el concierto.
Banda que no conocía y que me sorprendió muy gratamente, con esa combinación del hard Lemmy con un punto de mala leche y cachondeo, que nos animó el inicio del festival de una manera increíble. Entre las batallas, sus letras están llenas de reivindicaciones para hacernos despertar del letargo a base de guitarrazos. Temas como “En el Nombre de su dios” , poniendo su lupa en la conquista de américa por los españoles, escudados en la religión. Por supuesto jugando en casa, el carisma entre el público de Urtzi y sus compañeros era patente, siendo muy arropados por los allí presentes, así como la participación de varios músicos amigos de la banda. El modo fiesta no cesaría con temazos como “Rock and Roll Dividison”, que da nombre disco de 2016, atravesando el escenario como un tanque en la batalla disparando contundentes guitarrazos a todos los allí presentes, con el r&r en su bandera. De ese mismo disco destacaría temas como “Encadenado” o “A prueba de balas”, con un ambiente grasiento que te arrastra sin compasión.
Así irían recorriendo sus diferentes discos, con unos 13 temas, que no nos dieron ninguna tregua, terminando por todo lo alto con el tema “Miedo y Asco en Las Vegas” del EP «Máquina» de 2018, un tema que resume a la perfección el ambiente de un concierto de The Hammer Killers, siempre impregnados del legado de Lemmy, hacen que sus bolazos sean eventos inolvidables. Espero pronto poder verles de nuevo.
Tras apenas 15 minutos de cambio de bártulos llegaría uno de los grandes momentos de la noche, con la presencia en el escenario de THE WIZARDS. Conocida es la devoción de los oyentes del programa por la banda de Bilbao desde el 2013 dando guerra, llegando a ser dos veces disco de la semana dentro del mismo año y es que hay algo claro, cuando The Wizards está en el cartel de un evento, lo siento por el resto de bandas, pero ya pueden rezar para no tocar después de ellos, porque lo más seguro, es que después, ya no quede nada ni nadie con vida y esta noche, no iba a ser menos. Alrededor de las 23:00 hrs., sin contemplaciones, el acero se alzaría, sin mirar atrás, íbamos sin miedo a una nueva batalla que nos llevaría directos al apocalipsis, con el tema “Apocalyptic Weapon” que abre su flamante último disco «Rise of The Serpents» (2018). Hacen falta muy pocas notas de estos genios para trasladarte automáticamente a otra dimensión musical, una dimensión en la que Led Zeppelin y Black Shabbath, observan a sus alumnos aventajados, para finalmente rendirse a sus pies. Ese es su destino, así nos contaban con el siguiente tema del mismo disco, “Destiny”, con un aire de himno tremendo, un destino grabado en piedra por los tremendos guitarrazos, llenos de virtuosismo que destilan con grandes desarrollos que dejan k.o. al instante.
Nos saludan y agradecen al festival que cuente con ellos de nuevo, siendo la segunda vez que eso ocurría, desde la edición de 2016. Saltaríamos al disco anterior «Full moon in Scorpio» (2017), con el tema que abre ese disco “Avidya” , uno de los mejores de su repertorio, indagando en el concepto budista de la “impureza o el engaño” para los sentidos del mundo matrix que vemos y que nos atrapa en el samsara o ciclo de vida, el tema nos invita a levantar ese velo y ser libres. Y es que sus letras, están llenas de mensajes trascendentales, a los que intentamos acceder a través de sus canciones con Ian siendo nuestro guía. Continuaría así con unos 10 temas llevándonos al éxtasis con temazos como “Circle of Time” del último disco, con unos desarrollos estratosféricos, en más de alguna ocasión, alguna estrella fugaz salía de esas guitarras. El carisma de Ian sobre el escenario es enorme, con una tremenda fuerza vocal, tanto en los temas más cañeros, como en los más emotivos traspasándote la piel sin piedad, generando momentos épicos como con el tema “Who Are You. Mr Gurdjieff?”, del disco anterior. Antes de comenzar el tema se situó en el escenario mirando al cielo, dándonos la espalda, dando paso al tema, como si fuera un sacerdote de la edad media, implorando al cielo, buscando respuestas interiores. Mr Gurdjieff, hace referencia a un gurú místico nacido a finales del siglo XIX en Armenia, que promulgaba unas ideas novedosas sobre el crecimiento y desarrollo interior del individuo, el llamado cuarto camino. El inicio del tema me trae a la cabeza de alguna manera a Tool muy amigos de esos mundos, hasta que sale su lado más stoner, la parte vocal es una pasada, alternando pasajes más ásperos con melódicos y corales que hacen un tema redondo, que te eleva a lo más alto.
Retomando el último disco, destacaron joyas como “Aftermath”, que es todo un chute de energía para afrontar sin miedo lo que venga por delante, «(…) Invocamos a los muertos cuando lanzamos nuestros hechizos. Desperdiciando algo de magia en el camino; Convertimos el dolor en alegría
Y redimimos nuestras almas (…)», con un trasfondo épico muy bueno, uno de mis temas preferidos del disco, sobre todo con las partes corales que acompañan a Ian. En la recta final, tocaríamos las estrellas con los dedos con el temazo “Stardust”, con estilo muy Ozzy, de base pesada a lo Black Sabbath, que también me recuerda a nuestro Ivan (Soulbane), emprendemos un viaje de creación y destrucción, como el que sobre nuestras cabezas realizan las estrellas del cosmos.
Una vez más The Wizards arrasaron el escenario, estamos a mi juicio, junto a Los Brazos, y recientemente Drunken Budda, con una de las mejores bandas en directo del país, en su estilo, con esa base setentera de iconos de nuestra música como Ozzy, Purple, etc, pero que no se quedan en un mero calco de aquellos sonidos, todo lo contrario, han sabido actualizar el sonido, darnos de morros con una fuerza impresionante, llena de grandes guitarrazos, con un Ian a la voz espectacular, acompañado de una bandaza, siguiendo el testigo de sus maestros, termina sus conciertos sin la parte de arriba empapado en sudor, mostrando su torso lleno de tatuajes, con un tremendo carisma, agrandado por sus incursiones entre el público. Si tienes ocasión de verles en directo, no te arrepentirás, serás uno más de los privilegiados, que ha sucumbido al veneno de la serpiente. Nosotros lo hicimos ya varias veces, este mismo año lo empezaríamos por todo lo alto en enero en su concierto de la Black Bird y la verdad es que sales de sus conciertos pensando -¡¡buff!!, ¿qué me acaba de pasar por encima? ¿Un tren de mercancías?-.
-¿Y ahora qué?-, deberían estar pensando el resto de bandas durante el cambio de bártulos. -¿Después de eso quién sale al escenario e intenta llegar a su nivel?- Esa era la misión que tenían por delante las dos bandas que quedaban por actuar. Durante este receso, la organización aprovechó para realizar algún sorteo, para el que contó por sorpresa para todos, de mano inocente con Puppy (ex guitarra de V.I.), que no quiso perderse el evento.
Los primeros serían los renovados VITA IMANA, una de las principales motivaciones por acudir al festival. Asistí al estreno de su nuevo cantante y su nuevo disco, tras la salida de Cardoso y Puppy, también en tierras vascas, en la presentación del Euskadi Metal Fest, en el mes de marzo, junto a Crisix y Evil Impuse. Esa primera toma de contacto, tengo que reconocer que me dejó ciertas dudas. Partiendo de la base de que V.I., habían alcanzado para mí, el cielo o el infierno, según se quiera, estando en lo más alto en el metal extremo cantado en castellano junto a HAMLET, los ecos del pasado, son muy intensos. Es por ello, que tras todos estos meses de rodaje, con su participación en varios festivales, era el momento de ver su evolución. En la actualidad V.I. son: Mero Mero (voz); Román García (guitarra); Diego López (guitarra), ya con experiencia con la banda, al haber sustituido a Román en la gira pasada; Daniel Blanco (batería); Miriam Baz (percusiones y voces) y Pepe Blanco (Bajo y coros). Para este concierto y durante el mes de Noviembre, Román sería sustituido por Adri Aguilera de Silver Fist.
Sobre las 0:20 hrs. sonaría una intro que daría paso al tema “No en mi nombre” de su reciente 5º larga duración «Bosa», que contaría con también con Álex Cappa en la producción, siendo uno de los mejores cortes de dicho disco. El sonido groove clásico de la banda no ha perdido ni un ápice de contundencia, con una línea de bajo y batería tremenda, rezumando oscuridad, reflejada en el vídeo oficial publicado, con una gran carga reivindicativa, en contra de las religiones utilizadas para controlar a las masas desde su nacimiento. Continuarían con el último trabajo con “Desfiguradas” , otro de los grandes temas del disco, que sirvió como adelanto para mostrar a su nuevo cantante Mero Mero (Cuernos de Chivo), el tema comienza con una base pesada que poco a poco va avanzando pasándote por encima , como la vida que llevamos es nuestros días, que genera seres impersonales, sin sentimientos sumergidos en la rueda de sus rutinas, unos esclavos, que nunca podrán salir de su condena. La batería de Dani suena tremenda, con las percusiones de Miriam dando su toque inconfundible al sonido de la banda.
Con la gente ya muy motivada llegaría el momento de ir por dos de sus himnos, como son “Seis Almas” del «Oceanidade» (2014) y “Romper con Todo” del «Uluh» (2012), sin duda para mí, dos de sus mejores temas con una gran carga emotiva, muy bien interpretados por Mero Mero, impregnándolos de su propia personalidad. Tras saludarnos y agradecernos la asistencia, continuarían repasando varios de sus temas, destacando el siempre contundente “Animal” o el temazo hiperactivo “Paranoia”, que no puede faltar en sus conciertos. El momento más emotivo de la noche sería la incursión en el escenario de Puppy, al que cedería la guitarra momentáneamente Diego, para recordar viejos tiempos tocando el tema “Gondwana” del «En Otro Lugar» (2011), muy coreado por los allí presentes, ovacionado a Puppy como se merece. Llegarían al final por todo lo alto con el temazo “Un Nuevo Sol”, uno de los mejores del gran disco que es «Uluh», con esa tremenda velocidad que impregna el tema. Pasan los meses y poco a poco, vamos adaptándonos a la nueva voz, a la nueva personalidad de V.I., la rabia y la fuerza que le da Mero Mero, cumple perfectamente las expectativas presentando un gran disco, compacto y contundente. Aunque nos cueste debemos dejar atrás el pasado y disfrutar del presente. Lejos queda una de las primeras veces que vi a la banda, precisamente en este festival en su edición de 2017. La parte mejorable, es que Mero Mero, aún me parece un poco frío a la hora de alentar al público y arrastrar pasiones, entre tema y tema; por suerte, siempre está muy arropado por Miriam u otros miembros de la banda, en esos menesteres. El sonido mucho mejor que la vez anterior, así como la puesta en escena, se nota estos meses de rodaje. Las piezas van encajando y complementándose mucho más. Personalmente disfruté con su concierto volviendo a reengancharme a su directo. Espero que la banda consiga la estabilidad que merece, porque el metal de este país lo agradecerá, Vita Imana tiene aún mucho que decir y estoy seguro que lo conseguirán.
Último cambio de bártulos del escenario, y llegarían la hora de los cabeza de cartel KTULU, una de las bandas clásicas del metal de los 90s español, siendo uno de las pioneras del metal industrial en castellano, alcanzando su mayor éxito gracias a aparecer en la bso de la película “El Día de la Bestia” de Alex de La Iglesia, con el tema “Apocalipsis 25 D”. Originarios de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), desde 1986. En la actualidad sólo permanece de la formación original su cantante y alma mater Willy Espejo. Tienen publicados 6 discos. Comenzarían su actuación sobre las 2:09h con su tal vez, su tema más conocido y por su puesto uno de sus grandes himnos “Pura Vida” de su álbum homónimo de 1999, dicho título se ha utilizado recientemente en la biografía escrita por Iván Allué. Por desgracia la interpretación del tema se interrumpiría bruscamente al poco tiempo de empezar, con Willy protestando porque al parecer, no funcionaban los monitores, y el sonido no era de su agrado.
Todo ello generaría un parón de unos 15/20 minutos, que encrespó un poco los ánimos, ya que transmitía una actitud un tanto chulesca con los técnicos de sonido, que hasta ese momento de la noche apenas habían tenido ninguna incidencia, todo ello se juntaría con un ambiente un tanto lisérgico girando alrededor del personaje al desplazarse por el escenario, todo ello aderezado, cuando se reinició el concierto, con la sobra de un posible playback, algo que desde nuestra posición no podemos asegurar, aunque un estilo con tanto sampler es muy susceptible de caer en la trampa. Tras reanudar y terminar el “Pura vida”, continuarían con “El latido del miedo”, un temazo con gran contundencia, que en su momento como el grupo en general, nada tenía que envidiar a bandas internacionales como Fear Factory o Ministry, reinantes en el estilo, en el que la electrónica se abría paso entre las guitarras. Continuarían repasando éxitos como “Mensaje subliminal”, “Justicia”, “hiperactividad”, “Delirium tremens”, etc, llegando a la recta final del concierto con la citada anteriormente, “Apocalipsis 25D”. En mi caso, que en su momento no pude disfrutar de la banda, el concierto fue un viaje en el tiempo para intentar trasladarnos a aquellos años dorados, que significaron colocar a la banda en lo más alto del metal de este país, un éxito que se vio truncado, para variar en una banda española que alcanza el éxito, con la separación de sus otros dos miembros fundadores Mons y Pablo, para montar Freak XXI, al final ninguna de las dos bandas repitió el éxito que obtuvo la banda matriz original, pero sin dudarlo en ningún momento, KTULU forma parte de la historia del metal de este país y escuchar sus canciones siempre es una pasada. El concierto de una hora y media aproximadamente de duración, nos acercó ese espíritu a nuestros días, con el resquemor de ciertas dudas, pero en el fondo un concierto entretenido. La carrera de KTULU, no se para aquí, todo lo contrario, estamos a la espera en los próximos meses a la publicación del próximo disco, que se llamará «El alma de las Bestias». Se trata de un recopilatorio de algunos de sus grandes temas, revisados con la nueva formación, más dos temas inéditos.
Terminaría así la 12ª edición del Halloween Metal Fest, destacando por encima de todas las actuaciones una vez más a The Wizards, BRUTALES, uno de los mejores directos que te puedes echar a la cara en estos días, a los que siempre es un privilegio ver en vivo. La buena puesta a punto de VITA IMANA, que poco a poco, van recuperando el lugar que les corresponde en el metal extremo de este país. No me olvido de la fiesta particular que nos ofrecieron los locales The Hammer Killers, presentando su nuevo disco, Lemmy estaría tremendamente orgulloso de su legado. Y por último una gozada, trasladarnos a los 90s y rememorar esas imágenes de Santiago Segura y las torres Kio, entre otros fragmentos del “Día de la Bestia”, gracias a parte de la bso particular de muchos de nosotros, en la que KTULU, forma un espacio muy importante. En cuanto a la organización, agradecer el trato y el tremendo esfuerzo por seguir extendiendo la llama de metal por muchos años más, a pesar del mal tiempo reinante con lluvia y fuertes vientos, el encanto de Bermeo, una vez dejadas atrás las tremendas curvas de la carretera que llega a la localidad, el emplazamiento en pleno casco viejo rodeado de callejuelas estrechas, tiene un encanto especial.
Volveríamos a casa, poniendo el contador a cero, a la espera del cartel de la 13ª edición sea desvelado, del que ya sabemos será el 31/10/2020, llevando conmigo la envidia sana, del tremendo ambiente que hay siempre en la vecina Euskadi con los eventos del rock y metal. Siempre que podamos allí estará Noche de Rock.
Crónica y fotos: John Man.