La Otra Mitad
Hace poco menos de un mes que publicabamos otra reseña sobre un concierto de Hannah, en aquella ocasión por causas ajenas a nosotros nos perdimos la mitad del concierto, así que hoy nos fuimos a verles para, al menos, recuperar la otra mitad.
Ya iba siendo hora, de que nos acercásemos a la Estación del Soul a ver un concierto. Era la cuarta vez que Hannah tocaban allí, y asumo con cierta vergüenza el hecho de que ninguna de las tres anteriores habíamos presenciado el concierto.
La Estación del Soul es un garito acogedor, tiene pinta de ser un lugar tranquilo y agradable para tomar algo en cualquier momento de la semana. Pero hoy el ambiente era de concierto, así que en realidad, tranquilidad poca, porque, pese a ser jueves, se juntó por allí una gran cantidad de público. Parece que entre unas cosas y otras, la cultura de conciertos crece, y cada vez es menos habitual encontrarte conciertos con poquita gente.
Hannah ofrecieron hoy un repertorio bastante similar al de otras actuaciones que hemos comentado por aquí. Tenía intención de robarles un setlist para ser más concreto, pero al final se me fue la pinza. Mi favorita sigue siendo Wrong, pero le estoy cogiendo bastante cariño a otro tema que suelen tocar en medio de los conciertos, con una parte de teclado muy quedona y llamativa. A ver si a una de estas me entero como se llama y os lo cuento. El concierto en general les quedó un poco discontinuo entre la parada para el solo de Chus (lleno, como siempre de samplers y locuras), el descanso de diez minutos para consumir, y los dos bises, pero el primer bloque fue bastante intenso, aunque bajo mi criterio no estuvieron tan finos como otros días, especialmente las guitarras.
Aun así más o menos la mitad de los temas que suelen tocar son impresionantemente buenos, y tienen capacidad para elaborar grandes canciones, al estilo de las grandes bandas de Rock Sinfónico. No en vano dejaron claro una vez más cual es la dirección, o cuales son algunas de las influencias de la banda, con sendos homenajes a Pink Floyd y Led Zeppelin.
Ha dado la casualidad de que hoy me ha tocado ver el concierto a escasos dos metros de Blacky, y creo que es un buen momento para destacar la solidez que le aporta al grupo como bajista. Con un montón de frases creativas, pero lo suficientemente moderadas como para seguir sonando consistente y permanecer en el rango en el que un buen bajista debe estar, osea, dando base a la canción.
Sin más, vamos a dejar este pequeño comentario, recordandoos que como siempre, no pretende otra cosa que ser el inicio de una conversación que vosotros podeis continuar con vuestras fotos y comentarios en el enlace inferior. Volveremos a La Estación del Soul, esperemos que nos duren mucho los conciertos por allí, de momento, el jueves que viene, tienes una cita con Fresh.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.