SUDANDO ACTITUD: Aunque muchas veces nos quejamos de la falta de afluencia a los conciertos, a veces todo sale bien, las bandas dan lo suyo, el público responde y todo el mundo se va contento para casa.
Noche caliente en el Blackbird la que pasamos el sábado con Ídolos del Extrarradio y Call Me Idiot. El pájaro prácticamente lleno y dos bandas que se dejaron la piel y un par de litros de líquido en el escenario (el público tampoco hizo mal lo de sudar en una típica noche de sur santanderina, en la que incluso la lluvia apareció). Una gran fiesta. Nos quejamos muchas veces con razón de la poca afluencia a conciertos, pero creo que en el Blackbird no se pueden quejar en ese sentido. Ya se ha convertido en local de referencia para la música en directo en Cantabria y pronto lo será en el norte. Sin duda tiene mucho que ver su situación céntrica y lo serio de su propuesta, pero el caso es que se han hecho ya con una parroquia fija y para muchos en Santander es ya una costumbre empezar la noche con un concierto allí.
Empezaron Ídolos del Extrarradio dando otra lección de las suyas de punk-rock y new wave. Loren y los suyos son el ejemplo perfecto de lo que comentamos tantas veces sobre la injusticia en la música; son buenos, muy buenos, tocan bien, tienen sonidazo en directo, montones de temazos, actitud, un frontman espectacular, etc. Deberían estar sonando en la radio, petándolo en festivales, saliendo en las revistas, pero no se sabe muy bien por qué, resulta que no. A lo mejor es porque no disponen de 10000 € para gastar en promoción cuando sacan un disco, contratar una agencia de booking que les coloque en una buena gira o simplemente “contactos”, pero de momento (seguro que sólo de momento) aquí los tenemos. Y los disfrutaremos como lo que son, caviar. Anoche presentaron bastantes temas nuevos, que siguen por la senda que ya marcó “El Depresivo Cuadro…”, sin dejar de lado el punk-rock profundizan en la new wave, e influencias como The Chameleons o Gang Of Four se hacen más palpables. Esperamos el tercero ya.
A Call Me Idiot los descubrí hace un par de años en el difunto Callejón del Swing, por pura casualidad. Entré sin saber quién tocaba casi al final del concierto y flipé. Rock ruidoso y visceral con mucho sudor y teatralidad. Una mezcla de garage con blues guarro, toques jazzeros y un enfoque muy “arty” de cómo llevarlo a escena. Batería, bajo y guitarra hacen la base rockera y la sección “teclados y cacharros varios”, saxofón maniaco incluido, aporta el toque arty con Daddy Rock como maestro de ceremonias (un híbrido de Jello Biafra y Brian Ferry con unos toques de Faemino, si es que eso puede ser), que se pasó más tiempo cantando y liándola entre el público que subido al escenario. Presentaban su disco Comida Para Llevar, título también del bis que el público prácticamente les obligó a tocar (literalmente no les dejaron bajar del escenario, amenazas incluidas). Pasada la sorpresa inicial que causaron entre la concurrencia, supieron llevarla a su terreno para acabar saliendo a hombros (casi literalmente otra vez). Esperemos que vuelvan pronto.
Crónica por Absento, fotos por Arantxa Cobo.