Hace años estuve visitando la destilería de Bushmills en Irlanda, y el señoruco que nos hizo la visita guiada cambió mi forma de beber whiskey para siempre. Despacio, nos decía, hay que saborearlo y disfrutar, no engullirlo. Y luego, te sientas en un sillón y disfrutas de una buena siesta, como después de hacer el amor.
Con los discos lo mismo. ¿A qué tanta prisa? Han tardado meses en componerlo y grabarlo, es necesario tener una opinión tan rotunda a los diez minutos. Yo no lo creo, y por eso cada vez nos tomamos más tiempo antes de hablar.
¿Ya lo has escuchado? Incluso ¿Ya te habías olvidado de él? Dale otra vuelta ahora que ha reposado, y luego nos cuentas.
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