Home Again
Primera oportunidad para nosotros de ver a Jumpin’ Beans, además la velada se completaba con un nuevo concierto de Soylent, y encima en casa… como dejarlo pasar?
Si el nombre de Jumpin’ Beans no te dice nada, tal vez Muelle 23 si que lo haga, y si aun así no te acabas de centrar seguro que si te cuento que sus componentes han tocado (o tocan) en grupos como The Gallinons, Los Deltonos o Marlenne entre otros te va causando un poco más de curiosidad el asunto… Rock. Realmente no se le pueden buscar muchas más vueltas, o darle muchos más apelativos, porque simplemente es rock, potente, aplastante, muy bien ejecutado, rock. Las dos guitarras cumplen perfectamente su objetivo, con buenas rítmicas y punteos muy correctos, y llenos de energia. La base rítmica es muy potente, el bajista me gustó especialmente, aunque tal vez estaba un pelin alto, y en algunas ocasiones parecia incluso que le pegaba demasiado duro, pero ya sabeis que en un garito es dificil que todo suene impecable, por lo demás junto con la batería una de esas bases que realmente llevan en todo momento el peso de la canción, hasta tal punto, de que si faltasen las guitarras el tema se mantendría arriba. El repertorio era absolutamente desconocido para nosotros, pero estoy seguro de que entre los temas interpretados al menos la mitad eran de esos memorables. Completaron además con Time de Pink Floyd (en una versión más potente y rockera) y con el Gimme all your Loving de ZZ Top así en estilo ZZ Top cuando se ponen brutos. Gratísima primera impresión por tanto. Contando las horas para volverles a ver. Esperemos que no tarden mucho.
Por su lado Soylent (Green) tuvieron hoy uno de sus buenos dias. Desde luego estuvieron muy por encima del último concierto que comentamos por aquí de la Sala D´Manu, que si recordais, dijimos que les habíamos visto en general un poco descentrados. Bueno, pues hoy todo lo contrario, bastante a deguello desde el principio, sonando cada vez más altos y más potentes, y bastante más compactados en esas rítmicas tan potentes que tienen sus temas. Me alegré de verles así, especialmente a Pier, que estaba hoy especialmente cafre en la batería, a pesar de que últimamente ha venido sufriendo algún problema de espalda, que esperamos no llegue a mayores. En el apartado de versiones, calleron las habituales, el Stormbringer de Deep Purple y una de Kyuss que nunca me acuerdo de preguntarles como se llama.
El aforo fue bastante completo, y el ambiente, como siempre muy entre amigos, porque en esto de los conciertos somos dieciseis, y una vez que vas a cuatro acabas conociendo a todo el mundo. Volvemos a felicitar de nuevo a los pubs que sacan la cara por la música. A ver si poco a poco vamos haciendo callo y el público de Torrelavega se vuelve a acostumbrar a poder ver conciertos en casa. Es una buena forma de pasar el viernes, creeme, en la tele no echan nada…
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.