ONE FOR THE CAMINO:Un poquito de Galicia y Finlandia hicieron que los cantabrones nos moviéramos de lo lindo.
El pasado viernes, nos dirigimos al Escenario Santander para presenciar el concierto de King Company y Aquelarre. Aunque el que escribe estas líneas a punto estuvo de no ir por el tema de las entradas, según los carteles impresos el precio era de 9 euros la entrada anticipada y 12 en taquilla. Para mi sorpresa cuando fui a comprarla esa misma mañana a Manuel Muñoz en Torrelavega el precio de anticipada allí era de 12,50. Al final me decanté por pillarla porque la ocasión de ver un grupo como King Company en Santander es todo un rara avis. Luego resulto que si la pillabas por internet te salía a 9,90, no entiendo este cachondeo con la venta de las entradas, así que como crítica a los organizadores, deberían cuidar este aspecto.
Pero bueno, pese a lo anterior nada ensombreció las ganas de disfrutar de un buen concierto. Sobre las 9 nos plantamos en Santander, tras un par de birras y unos pitis, entramos al recinto con Aquelarre ya sonando. Esta banda procedente de Vigo, practican un Power Metal en castellano donde se nota la influencia de bandas como Avalanch o Saratoga. Empezaron con su tema Respirar, único tema con el que estaba familiarizado y del que tienen un videoclip; el resto de su repertorio consistió mayormente en temas de su último disco “Tempo”, destacando entre sus temas una bonita dedicatoria a las víctimas de la violencia de género. Musicalmente sonaron bastante potentes en general, sobresaliente la pegada del batería y manejando de lujo el doble bombo, aunque se echó en falta por parte de su cantante un poco más de garra sobre el escenario, notándosele en ocasiones cansado sobre las tablas.
Tras el cambio de rigor bastante rápido, salieron a escena los protagonistas de la noche, los fineses King Company, banda formada por gente que ha pasado por grupos como Kotipelto o Children of Bodom, nada que ver con el royo Hard Rock/ AOR de King Company. Santander era su penúltima fecha en España en la gira “One for the camino” haciendo un guiño con el cambio de idioma del título original del disco a sus seguidores españoles, pese a que en Santander lamentablemente no es que fuéramos muchos los presentes. Empezaron a cañón con su tema Desire, desde el primer instante demostraron el porqué de su currículum y un muy buen hacer en escena. Siguieron con más temas de su último y único disco destacando entre otras No man´s land, Cast away y concluyendo con sus dos canciones más conocidos Shining y Wheels of no return, predominando en todos sus temas la melodía y los teclados. A lo largo del concierto su cantante no cesó de animar al público, dirigiéndose en un perfecto castellano y tampoco paró de moverse, recordando por momentos al mítico Sebastian Bach de Skid Row. Para sorpresa de muchos no se trataba del cantante original, sino que venía en sustitución de última hora, aunque parecía que llevaba desde siempre con la banda.
Entre su repertorio intercalaron también varias versiones más que acertadas como fueron Daddy, Brother, Lover, Little Boy de Mr. Big, seguido de un pedazo solo de batería y Separate Ways de Journey, uno de los momentos más motivantes de la noche.
En conclusión, una gran velada con dos grupos de diferentes estilos y esperemos que ES siga apostando por más noches así.
Crónica por Isma Wildside, fotos por Maya C. Cañestro.