El pub La Noche de Castro-Urdiales, se ha currado una serie de conciertos muy chulos, de forma mensual. El primero fue el pasado 10 de enero que contaron con el valenciano Junior Mackenzie y el segundo tendría lugar el viernes 21 de febrero con King Sapo. Viendo una foto de la banda, me digo “¡coño!, ¡el cantante de El Dorado!”, banda que pude ver y disfrutar de lo lindo en el IX Vidiago Rock.
La verdad es que mucha gente me ha hablado muy bien de la banda, pero no les ponía cara y aún no había asistido a ningún concierto suyo. Por mucho que te pueda molar conocer bandas nuevas (para mí, claro), a veces hasta que no hay algún tipo de incentivo, no te animas a coger el coche a ver qué se cuece. Efectivamente, es una banda nueva para mí solamente, ya que fisgando un poco puedes ver que el pasado 2019 se han marcado más de una decena de conciertos por toda España presentando su LP “Niño Gurú”, en salas como la Joy Slava de Madrid, la Revólver de Murcia, León, Zaragoza, etc. La formación es un popurrí de las bandas SCR, El Dorado y Última Experiencia, donde están Jesús Trujillo a la voz, Andrés Duende a la guitarra, Javier Planelles a batería, y José Alberto Solís al bajo. Hay quien dice que hacen rock alternativo, otros rock de los 80´s, de los 70´s, etc. Habrá que acercarse para descubrirlo.
La Noche estaba a retaque y como para no, una de las cosas que más gustaron de la banda es todo lo que transmiten, tanto con sus temas, como con el trato tan cercano que tuvieron con el público. Antes, durante y después del concierto, de verdad que hay vivirlo para entender lo que os estoy diciendo.
Tocaron integramente su disco debut “Niño Gurú” desgranando los temas muy bien colocados en el repertorio transmitiendo fuerza y suavidad en los momentos justos y perfectamente empastados, no les hace falta excesos de virtuosismo, lo que tocan lo tocan con tal sentimiento que te pueden hacer meterte en su pellejo durante muchos momentos del concierto. Como he dicho antes, soy “fan loca” de la voz de Jesús. El cabronazo tiene ese tono natural que impresiona, que por dentro piensas…. joder, lo está dando todo al principio y se le va a cascar la voz a mitad de concierto… todo lo contrario, de las mejores voces que he escuchado en directo, a parte de tesituras y esas cosas, sobretodo es por lo que transmite, porque en lugar de parecer que la voz sale de la garganta, parece que sale directamente del alma. Destacaría también lo bien que controlan los “fades” bajando la intensidad a mitad de tema, para ir luego subiéndolo poco a poco hasta el tope, a pocos grupos les he visto con ese dominio.
Terminaron con una versión de Moby, que algunos de los que no la conocían, perfectamente podían creer que era de algún grupo setentero en manos de los King Sapo. Se hizo corto. Al terminar estuvieron con toda la gente, firmando los discos y charlando. Nada divos, que podían serlo y seguiría pensando que son unos cracks, pero no, son personas como tú y como yo… son un equipo más de este ejército que tantos formamos de “luchadores del rock”.
Con “Niño Gurú”, tema que da nombre al álbum, se nota un montón la influencia de “El Dorado”, en su rollo setentero “Soy el elixir, te voy a salvar de ti”. El “Alguien como tú ya juegan en décadas más actuales (me recuerdan ligeramente a Dardem) donde escuchar la batería es una delicia “..Hoy ya no hay más tú y yo”.
Lo que me extraña es que no llenen polideportivos, porque estos tíos pueden hablar de tú a tú a muchos grupos del estilo mucho más valorados.
Crónica: Belí Rasilla Sandoval y Raúl Galván.
Fotos: David Navarro Muñoz y Sugar Velasco.