Nosekesonik: Llegó el dia del festival de impronunciable nombre que se han sacado de la manga The Last Tour. Dos duras jornadas musicales que te resumimos a continuación tal y como nosotros las vivimos.
Para que un festi sea perfecto tiene que cumplir, desde nuestro punto de vista con tres factores muy importantes. De un lado el cartel, de otro la organización a nivel técnico de los conciertos, incluyendo la agilidad, la puntualidad y el buen sonido y por último los servicios que incluirian todo lo relativo a accesos, duchas, acampadas, autobuses… El Kobeta ha cumplido con creces en algunos de estos puntos, y sin embargo ha fracasado en otros.
El tema del cartel es tan discutible como público asistente, desde mi personal e intransferible punto de vista sigo echando de menos algo de refresco, está muy bien ver a Helloween por diezmillonésima vez, y habrá gente más joven que se sacará la espina de ver a tantos clásicos reunidos, pero fijandose un poco costaba encontrar a bandas distintas a las de otros años y en otros festis, ¿Para cuando unos Mastodon, unos Opeth, unos Pain of Salvation… ? Hay miles de bandas que me molaría ver en un festi y he tenido la mala fortuna de ver ya unas cuantas veces a las mismas sin que otras asomen el morro por los festis españoles. Pero como digo, esto es tan personal como intransferible, así que no espero que nadie comparta mi opinión.
A nivel más objetivo podemos decir que el festi fue muy brillante a nivel técnico, casi todos los conciertos tuvieron un gran sonido y puntualidad inglesa durante la primera sesión, acumulando una hora de retraso durante la segunda desde el principio de los mismos, pero no dejando que el retraso fuese a mas. Agilidad en los cambios, hasta el punto de que en algunas ocasiones el concierto empezaba inmediatamente consecutivo al final del anterior. Muy bien. Sin embargo, en cuanto a servicios la organización no estuvo tan fina. La zona de acampada número uno se desbordó el mismo jueves y a los que llegaron el viernes de mañana les mandaron a la zona dos, que en seguida pasó a ser conocida entre el público como “mordor”. Pues bien, para llegar a los dominios de Sauron había que caminar más o menos media hora, sin que hubiese ningún tipo de transporte, y lo más grave es que en l medio había varios sitios que en principio no estaban habilitados (nos echó la poli por intentarlo) y que luego se fueron habilitando a lo largo del dia. Resultado: los que llegaron más tarde pillaron mucho más cerca. A esto hay que unirle que prácticamente no había duchas (diez o doce grifos en la zona principal no son suficientes para casi 30.000 personas!!), y el descomunal precio de casi todo lo que podía comerse o beberse, unido a que las tiendas estaban tan lejos que a nadie se le ocurría irse a por un bocata de mortadela, y a que los paisanos de la puerta no dejaban pasar ni un mísero botellín con agua del grifo. La cervecería Cobetas dio en ese sentido mucho mejor servicio ofreciendo comida y bebida de calidad a un precio más que razonable. Propongo que otro año pongan una sede dentro del festi.
Llegamos al B.E.C. sobre las 15 y pico y despues de abonar los cinco euros del parking nos pillamos el bus para arriba. Solucionamos el entuerto de las tiendas con nuestra avanzadilla durante la actuación de Gotthard y entrabamos al recinto del festival con una considerable paliza de subir hasta mordor a buscar nuestra tienda y bajar a montarla al terreno intermedio por los motivos que ya he explicado antes. Ya nos habíamos perdido a Black Tide, Su Ta Gar y Airbone, pero era algo con lo que contabamos desde el principio. Nos llegaron buenísimas críticas de mogollón de gente del concierto de Black Tide, al parecer fue una pena perdérselo. Tenía ganas de ver a Sonata, porque su anterior disco, tan criticado por ser muy a medio tiempo me parece que tiene momentos interesantísimos, sin embargo, entre el encabronamiento de las tiendas y el aterrizaje en la campa del festi prácticamente me los perdí y lo que escuché no me llamó mucho la atención.
Con Cavalera Conspirancy, aun no habíamos entrado en canción y aunque me acerqué a verle el jeto a Max (Tras tantos años escuchando Sepultura me hacía ilusión), no vimos su concierto de cerca aunque lo escuchamos mientras nos aposentabamos con un cachi de ocho eurazos de cerveza. Sonaron muy potentes, pero los mejores momentos se los llevaron los clásicos de Sepultura, claro. A Apocalyptica les habíamos visto hace algunos meses, así que optamos por una prudente distancia para ver todo su concierto. No tuvieron el mejor sonido de la tarde, pero se defendieron muy bien, y se metieron en el bolsillo a mucha peña que jamás hubiese pagado una entrada por verles a ellos solos. De Gamma Ray no puedo contaros mucho, porque no nos acercamos, siempre he pensado que en los festis hay que ver cuanto más mejor, pero al final siempre hay que descartar algo, porque son demasiadas horas y demasiados grupos. Nos motivamos un poco con Ministry aunque el efecto no fue igual que cuando les vimos (de noche) en el metalway de hace dos años, el concierto pierde mucho poder visual sin los flashes y las pantallas, aunque si te acercas a las filas intermedias los subgraves te siguen haciendo temblar los empastes de las muelas. A la vuelta de Ministry perdí al grupo de peña con la que iba lo que provocó que me perdiese la parte final del concierto de Helloween para ver si les encontraba antes de Judas. Una pena, porque el inicio al menos fue bastante bueno. Sin embargo esta cadena de acontecimiento acabó provocando que pillase un sitio cojonudo para ver a Judas Priest, que era una de las dos principales motivaciones que me llevaron al Kobeta. ¿Por qué? Pues porque a estas alturas del partido aun no había tenido la oportunidad de ver cara a cara a Halford, y era imperdonable no saldar esa deuda teniendolo tan a huevo. A mi el concierto me pareció cojonudo, pero claro, comentando despues con otra gente que si había visto a Judas con Halford había puntos de vista mas dispares. Mi punto de referencia eran los Judas de Ripper y aunque aquella vez estuvo de puta madre y Ripper fue un gran cantante para la banda Halford es Halford y solo tiene que salir al escenario en moto para que te hagas pis encima. Fueron lo suficientemente listos para colocar los temas de Nostradamus en puntos muy estratégicos y con mucha fuerza visual (Capa de Espejos, plataforma ascendente, entradas y salidas del escenario por diversos puntos…), y al final encajaron muy bien en el set, creo que ya es mucho conseguir seguir haciendo temas que no hagan el ridículo al lado de Breaking the Law o Painkiller. Tras finalizar el concierto nos fuimos a Slayer que sonaron tremendos como siempre. Cierto es que todo el mundo estaba roto y que no hubo la violencia de la que hablan los dvd´s de la banda, pero pese a ser un concierto un poco frio en cuanto a sonido estuvo impecable.
Casi no dormimos, porque la carpa estuvo dando caña hasta las seis de la mañana con los clásicos encadenados de la Kiss Fm del metal. Siento la acritud pero fue una lata, aunque entiendo que hubiese quien tuviese pilas para rato y entiendo que los del bar quisiesen seguir vendiendo cervezas hasta las tantas. Enseguida nos levantamos y tuvimos que hacer casi dos horas de cola para poder tomar una ducha de agua helada, sin embargo encontramos un oasis llamado Cerveceria Cobetas en el que nos dieron de comer decentemente a un precio razonable. Insisto, ¿Por qué no se trasladan estos precios y esta calidad al interior? Todos hemos estado en festivales en los que sí se ha hecho y el resultado ha sido que la peña estaba contenta y al final incluso consumía más.
Una vez instalados allí tuvimos claro que sintiendolo mucho por Tygertailz, Lazten y Death Angel no entraríamos al recinto hasta Obituary. Sin embargo el festi se retrasó algo así como una hora lo que nos dio la oportunidad de ver un poquito a Lazten, que sonaban de puta madre. Nos sentamos en una sombra cojonuda con visión perfecta para Arch Enemy y eso nos quitó las ganas de acercarnos a Death Angel, aunque si que nos levantamos por turnos para ver un trocito de Obituary cada uno. Me dejaron impresionado, no es un grupo que me haga particular gracia, pero vaya sonidazo y que presión, la virgen. Volvimos a Arch Enemy, y pese a la sombra que te comentaba, al final acabé casi en primera fila flipando con el concierto de esta peña. Se lo debía del Metalway, en aquella ocasión el calor ganó la partida. A Brujería tenía muchas ganas de verles, para mal, o para bien tenía que ser un concierto pintoresco. Lo fue, pero tuvieron uno de los peores sonidos del festi, y además se sobraron un poco con el volumen. Nadíe tenía muy claro quienes acompañaban ahora a Fantasma y Juan Brujo, pero reconocimos a Shane Embury de Napalm Death a las Guitarras. Como digo, en general el sonido del concierto fue un poco aturullante, pero temazos como Colas de Rata, La Migra o Pito Wilson lo dieron absolutamente todo. Tesla hicieron también un gran concierto, aunque es curioso que en mi grupo de amigos emocionaron y aburrieron por igual más o menos al cincuenta por ciento de ellos. A mi me gustaron sin más, nunca han sido muy de mi devoción, porque me parece que les falta un puntín de suciedad, pero sin duda tienen grandes temas, el momentazo del show para mi fue cuando hicieron Into the Now, que pese a ser de su última etapa me parece de lo mejor que han compuesto. Michael Schenker no me emocionó absolutamente nada, ya lo siento, porque tengo colegas que son muy fans y me matarán por decir esto, pero el concierto me dejó absolutamente frió, tanto que a la media hora decidimos ir a pillar sitio para Europe que dieron uno de los mejores conciertos de todo el festival, demostrando que lejos de ser un revival cutre ochentero son una banda en plena actividad y con muchas cosas que decir. Pese a que muchos nostálgicos echarían de menos más material antiguo defendieron con uñas y dientes las canciones de sus dos últimos discos y lo hicieron rematadamente bien. Por cierto, para mi sorpresa, casi nadie cantó la letra de los Gigatrón cuando empezó el Final Countdown. Holy Diver nos pilló meando. Cosas que solo pueden pasar en los festis, pero es que a eso le llamo yo empezar a traición. Mal sonido para Dio, durante la primera parte del concierto y muchos solos para darle un respiro que hicieron que pese a la colección de clásicos el concierto no acabase de cuajar. Para más inri los solos no decían absolutamente nada, y en el de batería a alguien se le olvidó subir la pista pregrabada sobre la que Simon Wright (creo que así se llama…) tenía que hacer su solo. Como digo, el resultado es que los parones deslucieron un concierto que incluia canciones como Rainbow in the Dark o Killing the Dragon, una pena. Se acercaba el momento K, y tuvimos que sacrificar con gran dolor a Blind Guardian. Si lo hicimos fue porque con esta hubiese sido la cuarta vez, y porque a Kiss no les habíamos visto nunca, pero no compartí en absoluto el odio que respiraba alrededor mio cada vez que Hansi anunciaba otra canción en las pantallas, de hecho, me hubiese encantado que nos hubiesen ofrecido el sonido del concierto, y poder al menos unirme al cantar The Bard Song, aunque fuese en la distancia. Un telón negro con el Logo de Kiss, y Won’t Get Fooled Again de The Who sonando por la P.A. anunciaban que ya estaban allí, sin Peter y sin Ace, pero allí, lo que despues de que esta vez casi nos volviese a pasar lo de cuando las fresas ya era mucho más de lo que hace una semana se podía pedir. El concierto fue, visualmente la hostia, todo lo que se puede esperar de Kiss, fuegos artificiales, cuatro pantallas gigantes, miles de amplificadores, plataformas voladoras y más. Gene y Paul geniales, Eric Singer también cojonudo, sobre todo en los temas que cantó y Tommy Thayer simplemente intentando disimular para que cuanta más gente mejor no se enterase de que Ace ya no está en la banda. El repertorio fue raro, porque celebraban el Alive 35 y no sacaron los temas más grandes hasta el bis. Eso si, la última media hora fue la leche, aunque ya estabamos tan cansados que tuvimos forzosamente que optar por retirarnos a la zona trasera a sentarnos. Justo al levantarnos me resbalé y me di una hostia bastante considerable, lo que anuló las pocas ganas que me quedaban de ver a Saxon. Fue una pena porque en otra situación hubiesemos disfrutado mucho de un concierto como ese por lo que se oia de camino a las tiendas. Regatearon con el público algunos temas nuevos entre tanto clásico y anunciaron que tendrán nuevo disco listo este mismo año.
Pese al dolor de mi hombro y lo de la carpa esta vez caímos redondos. Al día siguiente otras dos horas de cola para pillar el bus, pero nadie levantó la voz, porque el heavy no es violencia y eso (que si no, se iban a enterar).
Creo que ya he insistido en muchas ocasiones en como los gustos personales y el factor ambiental puede influir en la percepción de cada concierto, y creo que está claro que en los festivales este hecho se multiplica por mil, así que una vez más hemos afrontado la crónica del concierto desde el punto más personal y subjetivo posible, con intención mínima de postular o intentar convencer a nadie de nuestra opinión. De hecho, ya hay un hilo en el foro en el que alguna gente está participando con sus opiniones, vídeos y fotos y te animamos a que tu también hagas lo mismo.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.