¿Qué pasaría si tu memoria durara solo ochenta minutos? ¿Te imaginas como sería tu vida? Pues esto es lo que le sucede al protagonista de esta historia, un viejo profesor de matemáticas, que tras sufrir un accidente, pierde la memoria y solo es capaz de retener recuerdos de ochenta minutos al día. Una joven madre soltera es contratada para cuidar al matemático y cada mañana se presenta ante él como si fuera la primera vez que se conocen, ya que éste no se acuerda de ella, y él, a su vez, se apunta, en pequeñas notas que cuelga sobre su ropa, que tiene un ama de llaves con un hijo de diez años. Toda la ropa del profesor está llena de estas notas sujetas con imperdibles que le ayudan, en su día a día, a recordar las cosas más básicas.
El tercer personaje de este pequeño triángulo es el hijo de diez años del ama de llaves, a quien el anciano llama cariñosamente Root (Raíz Cuadrada) por el parecido que su cabeza tiene con dicho signo. Entre estos tres personajes crece una relación especial que se enriquece con dos peculiares ingredientes: las matemáticas y el béisbol. Los días del profesor transcurre resolviendo problemas matemáticos que aparecen en una revista, ya que a pesar de que su memoria no retiene las vivencias del día, sí es capaz de acordarse de complicadas fórmulas matemáticas. Por otro lado, Root es muy aficionado al béisbol, deporte en el que las estadísticas y los números lo son todo, y es esto lo que propiciará su acercamiento al anciano.