El Colegio Cisneros alberga un año más el concierto de rock de La Noche es Joven, una pequeña islita musical anual que nos permite disfrutar de los conciertos de algunas de las buenas bandas de la ciudad.
Lo diré una y mil veces, es genial que se organicen eventos como este. Pero a la vez es cuanto menos curioso, que el ayuntamiento de Santander potencie las mismas actividades que el resto del año reprime. A nivel institucional parece que se están dando pasitos de hormiga hacia una situación en la que haya más conciertos organizados y más locales de ensayo, pero a nivel independiente todo sigue igual, no hay quien organice nada en el centro de Santander sin jugarsela a la carta de la clandestinidad.
Aun así, el teatro del Cisneros ha vivido noches memorables, aunque sea con periodicidad anual, y la de anoche pasará a la colección de buenos recuerdos que esas paredes atesoran. La asociación Ser Joven lo hizo posible, así que un aplauso para ellos.
Para la cita de este año se contaba con dos buenas bandas del panorama Santanderino. Sobre las tablas Shulabula y The Puzzles. Los primeros practican una música que podría encuadrarse a grandes rasgos en el progresivo. Tienen mucho protagonismo los teclados y se ven reforzados por una base rítmica de batería y bajo que refuerzan las composiciones y las aportan muchos matices. Shulabula es una de las bandas más originales que ha parido esta región en muchos años, es una pena que según nos comentaron, estén planteandose ahora mismo la continuidad del proyecto. Si fuese así, nos quedaríamos sin tener más grabaciones que “La Guerra del Tiempo” el tema que se incluye en el III Recopilatorio de NDR. El resto merece ser conservados en algún formato, ya sea mp3 o cinta de cromo.
En cuanto a The Puzzles, hay poco que añadir con respecto a lo que ya dijimos en el programa hace un par de semanas, cuando les tuvimos haciendo una entrevista y un concierto acústico para vosotros. Me parece alucinante como están sosteniendo las canciones con tan pocos elementos. A veces basta con una guitarra, unas palmas y unas armonías de voces para que un tema llegue increiblemente arriba, pero no todo el mundo sabe conseguirlo. Me gustaba la forma que tenían de afrontar los conciertos como cuarteto clásico de rock y también me gusta esta nueva etapa, tal vez más intimista, los temas siguen funcionando igual de bien, tanto sus composiciones, como las versiones de Jerry Lee Lewis o Dire Straits. Cerraron ofreciendo una versión más desnuda aun si cabe de Till Then que literalmente puso los pelos de punta a toda la audiencia. (O al menos a la parte de la audiencia con la que tuve la oportunidad de hablar al terminar el concierto).
Cisneros es un buen sitio para pasar un agradable comienzo de noche, anoche vivimos un evento memorable. Lástima que no se utilice con mucha más frecuencia.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.