El Dia Negro: Una visita express a la Semana Negra de este año, que ha resultado de lo más controvertida y es posible que sea la última que se celebre en la ciudad de Gijón. Vimos charlas, compramos libros y pelis y escuchamos algunos conciertos…
Desde aquella vez que Metallica no tocó en Gijón y acabamos por error en la Semana Negra, sin saber muy bien donde nos metíamos, ha sido un punto de referencia anual. Nuestra asistencia ha sido intermitente, pero todos los veranos hemos vuelto la vista hacia nuestros vecinos con envidia y ganas de estar allí.
Este año la cosa sólo se terció para una visita de médico, pero bueno, algo es algo, y como es lo que tenemos, pues os lo traemos. Como ya tenemos la lección aprendida nos acercamos al recinto a media tarde. Nos sorprendió la nueva ubicación, en estos años, la semana no ha dejado de crecer y alcanza ya niveles mastodónticos. Tras un pequeños paseo por los puestecillos alcanzamos la parte de la semana que nos interesa ehicimos las inevitables compras; visita a Negra y Criminal y a Gigamesh, (Parece que me estoy haciendo con la bibliografía de Tim Powers por fascículos en mis visitas a Gijón). Me traje “La Fuerza de su Mirada” y de regalo “Qué difícil es Ser Dios” de Arkadi y Borís Sturgatski. También visitilla a algún puesto de DVD´s donde nos hicimos con “Cómo ser John Malkovich” a bastante buen precio…
Dicen los detractores de la semana que no tiene nada de cultural, pero lo cierto es que quien quiere buscar, encuentra. Es cierto que la parte lúdica crece cada vez más, también es cierto que algunos preferiríamos una Semana más modesta y más específica y nos cargaríamos gran parte de lo accesorio para tener más espacio para frikar, pero también es cierto que la Semana atrae a muchísimo publico generalista que aunque sea de refilón puede acabar enterándose de que existe la novela negra. Es cierto, la Semana Negra no es exclusiva de Autores y Seguidores, es abierta a toda la gente, y mucha de ella pasa por allí sin saber de qué va la vaina, pero es 1.000 veces más interesante que las fiestas de mi pueblo, no voy a extenderme en el programa, pero las mesas redondas entre escritores no forman parte de él.
Sobre las ocho de la tarde nos metimos a la tertulia El armario de los mostruos: otro panorama del terror en España con Angel Luis Sucasas, Miguel Aguerralde, Pedro Escudero y Juan de Dios Garduño, los cuatro nos presentaron sus respectivas obras, nos hablaron de su editorial 23 Escalones y nos dieron varias pistas sobre el incipiente panorama de escritores de ficción y terror en España. Por aquí solemos estar más centrados en la música, pero los problemas de distribución, de encontrar quien te haga caso, de que los grandes con menos calidad se te merienden y todo ese largo etcétera nos suena muy cercano.
Tras comprarnos Zombi Kindergarten, una compilación de microrelatos del mencionado Pedro Escudero (con genial cubierta de LuisNCT) Salimos a zamparnos unas hamburguesas y unos crepes. Nos entretuvimos viendo algunas de las exposiciones circundantes, tomando un par de cañas. A esta hora en casi muchas de las carpas de bares ya había música en directo, vimos a una peña tocando Blues Rock y a un grupo de Hardcore Melódico pero no conseguí enterarme del nombre de ninguno de los dos. Volvimos a la carpa del encuetro para el final de la presentación de Dennis Lehane (Mystic River, Shutter Island, Gone Baby Gone). Vimos poquito, pero nos resultó una entrevista muy interesante.
A las diez de la noche, había programado un Fuego de Campamento con los relatos de Patricia Erlés, Fernando Iwasaki, Jose Luis Zárate y Elia Barceló. Uno de los problemas de que la semana sea tan grande es que en estas cosas no se consigue entrar mucho en ambiente, (demasiada luz, demasiado ruido) pero aun así fue otro rato agradable de velada y el miedo nos cosquilleo un poco por la espalda, sobre todo con la siniestra historia de Sarah Hellen y su periplo hasta encontrar enterramiento en la ciudad de Pisco.
Para finalizar, nos acercamos al escenario central a ver parte del concierto de Los Berrones. Por aquí no mucha gente les ha seguido la pista después del mítico “Si Rompe que Rompa” pero en Asturias son una institución. Han seguido publicando discos durante todo este tiempo y una gran masa de peña abarrotó el recinto para corear las canciones. Yo les tengo mucho cariño de aquella época a finales de los ochenta y me lo pasé muy bien en el trocito que vi, pero nostalgia a parte, creo que soy bastante objetivo si digo que se lo hacen muy bien encima del escenario.
Nuestro picoteo de Semana Negra acabó aquí. Aun había un debate entre el movimiento 15M y autores participantes en la Semana al que teníamos pensado acudir, pero al final el cuerpo nos pidió retirada. De todas maneras le menciono porque me parece importante para lo que voy a explicar a continuación. Políticos incompetentes que no saben representar la voluntad de un pueblo que revienta por los cuatro costados un recinto inmenso.
Esta Semana Negra ha sido la número 24 y ha coincidido con un cambio de gobierno en la alcaldía de Gijón. Nadie pensaba que hubiese alguien tan cegato como para no ver lo que allí sucede, pero se han alzado voces críticas. A algunos les ciegan las luces de la noria y los puestos de pulseras, a otros les preocupa el ruido, a otros les preocupa que la gente se divierta, a algunos, aunque lo nieguen, les preocupa que las playas de Gijón se llenen con los dueños de los puestos del mercadillo y que incluso tengan la osadía de darse un baño en el mar por la mañana para asearse. El rector de la universidad alzó una valla protectora para que los participantes en la semana negra no pudiesen tener acceso al campus, una valla protectora que ha costado ni más ni menos que 70.000 euros, supongo que temía que la gente acabase la fiesta allí, pero… os imagináis la de basura y desperfectos que se pueden reparar con 70.000 euros? Es ridículo. Si lo convocado hubiese sido la Semana de las Hordas Vikingas tal vez hubiese tenido algún sentido, pero pese a todo el envoltorio, la SN son unas jornadas literarias. Volvemos a lo de siempre, lo que temen es que la gente lea. La universidad se blinda. Algunos ya lo llaman el muro de la vergüenza.
No se si no les gustamos a las autoridades de Gijón, pero tras el cierre del Oremus, parece que nuestro segundo motivo de visita a la ciudad pronto cambiará de ubicación. No lo quieren, y no parecen saber lo que tienen. Toda la parte “negativa” de la SN existe en cualquier celebración, desde los San Fermines hasta la visita del Papa, y sin embargo muy pocas ciudades pueden presumir de tener un acto con un corazón negro pero palpitantemente cultural. El domingo, los responsables se pronunciarán, pero a todas luces el futuro de la semana es Negro en Gijón, así que el año que viene dormiremos comeremos en otro sitio, pagaremos cervezas en otros bares, y dormiremos en hoteles de otra localidad (están tan ciegos que ni siquiera ven eso), pero si nada lo impide volveremos a la Semana Negra de Otra Ciudad.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.