Estamos de celebración, Cantabria ha parido un nuevo festival, el Lábaru Fest, que nace con la intención de reivindicar el uso más frecuente del Escenario Santander por parte de las bandas locales.
Nuevos festivales nacen éste año en Cantabria, por ejemplo el Blackout Metal, o el Lábaru Fest al que nos apuntamos el pasado sábado para disfrutar de cuatro potentes bandas de Cantabria como son: Sez Naus, Karonte, Aranea Adventus y Airarenuf.
Los encargados de abrir paso al festival (muy puntuales, mola) fueron Sez Naus, con la maquinaria más que engrasada, ya que el pasado 9 de junio nos presentaron su último disco “Retales #3” y poco después el videoclip “Éste no es mi mundo” y desde luego, dieron el 200 % en Escenario Santander, con temas tan pegadizos como “porno nuclear” (mi favorito del concierto) y con un Joaqui que movió a la primerísima fila, hasta a los más vergonzosos del público.
Les siguieron los corraliegos Karonte, una banda súper activa (Agotaron todas las existencias del recopilatorio “Vivo y resucitado” y hace cosa de un mes que nos presentaron su último videoclip “El Ocaso”) y que son como el vino, según van pasando los años, cada vez suenan mejor, más compactos y potentes (pudimos comprobarlo con temas como “Paraíso sin fé” o “No hay vida sin dolor”), además de sentirnos como en casa en cada uno de sus conciertos.
La sala superaba y bastante, el centenar de personas, además de un ambiente muy, muy animado, cuando salieron los torrelaveguenses y más heavys que una lluvia de hachas, Aranea Adventus, que nos tuvieron con los cuernos alzados en todo el concierto y disfrutando un montón temas como “Fuera de la ley” de Galeón o la ópera rock “El canto del lábaro”, donde contaron con las voces de amigos como Raúl Galván de Emboque.
Cerrando el festi estuvieron Airarenuf, banda santanderina que tiene dos discos y un EP en el mercado, pero que no había tenido oportunidad de ver en directo hasta ahora, y me alegro mucho de no habérmelos perdido, ya que suenan de lujo, un heavy clásico súper elegante, con el que es imposible no dejarte llevar, además del momento divertido con la versionaza de los Judas Priest, “Living after midnight”.
El buen ambiente que hubo durante los conciertos y al final de los mismos, hizo que me diese algo de pena que el festival terminase, pero nada de tristeza, ya que estoy convencida (y espero) que haya un Lábaru Fest 2018 y tengamos la oportunidad de ver a otras cuatro bandas de Cantabria actuando en el ES.
Crónica por Álex Kennedy, fotos por T&M Fotografía.