AQUELARRE: Nuria de la Vega se acerca a Argumosa para disfrutar de la jornada musical que tenían preparada los bares de aquella zona. Conciertos, barras en la calle y comida gratis. Nadie da más.
La torrelaveguense calle Argumosa es desde hace varias décadas un punto de encuentro para el ocio y la cultura, la diversidad y la cooperación ciudadana, donde todo el mundo es bienvenido y verdaderamente te sientes como en casa. Siempre hay una excusa para pasarte por alli, ya sea para tomar una caña o para ver qué bonito está quedando el Espacio Argumosa. Y, claro, si te tientan con pasar una tarde oyendo a tres bandas en directo, al aire libre y en horario compatible con los peques de la casa, ¿cómo te vas a resistir?
Organizado por los locales La Braña, Groez, La Oveja Negra y Copertone y en un ambiente festivo y familiar, la música tomó la calle.
La banda encargada de inaugurar fueron Lachica y Lagrande. Un muy grato descubrimiento musical por su frescura y su buen humor sobre el escenario. Una pena que no llevasen copias de su último CD “Un Lugar Pequeño” para vender. Apuntados quedan en la lista de la compra.
Les siguieron The Foreveraloners con su rock denso y canalla. Nueva banda, con caras de sobra conocidas para los habituales de Argumosa. Supieron sacar adelante la actuación pese a algunos inconvenientes técnicos. Por cierto, estábamos metidos de lleno en la música y disfrutando y se nos olvidó tirarles una foto para esta reseña.
Y como colofón de la velada una asignatura pendiente que teníamos desde hacía meses, los Lupers. Quienes les conozcan sabrán de qué estamos hablando: ritmo frenético, descaro, letras directas y sin censuras, ironía y fiesta, mucha fiesta. Se divierten y hacen divertirte. Una perfecta simbiosis público-banda. Porque en el fondo todos somos un poco “mongolos”, todos llevamos un Lupers dentro.
Crónica por Nuria de la Vega, fotos por Nuria de la Vega.