Afrontamos ya la víspera de Navidad y entre tanto villancico y pachanga, es de agradecer que desde ciertas administraciones programen algo distinto o al menos lo intenten, ese sería el caso del Ayto de Laredo y el festival gratuito LAREDO ROCK, que se celebraría en la villa pejina, con los grandes TAKO como cabeza de cartel.
El lugar escogido sería una gran carpa en la calle Comandante Villar, en la zona de aparcamientos, tras los juzgados.
Como teloneros de Tako, participaron dos bandas tributo: LOS PLATERO – Tributo a Platero y Tú y Bribribliblí – Tributo a Extremoduro, procedentes de Madrid con buena fama detrás.
Los que me conocen saben que no soy muy partidario de estos tributos, y más en eventos come este, promovidos por entes públicos, donde se deberían promocionar a las bandas locales o de la zona. En cierta medida lo puedo entender cuando se centran en bandas que ya no existen o no están en activo, bien por cese o por desaparición de alguno de sus miembros y sobre todo en un ambiente de fiesta de prao, que todos hemos bailado, diferenciando las bandas de versiones de las de tributos, como un proceso de aprendizaje, casi todas las grandes bandas internacionales que conocemos, Metallica, Slayer, etc comenzaron haciendo versiones, pero luego arriesgaron y evolucionaron dando el paso de crear música nueva. Pero, hay que ser realista, las bandas tributo han llegado para quedarse ya que suelen arrastras bastante público, joven en su mayoría, porque está claro que tiran de bandas y temas icónicos del rock de este país, ese sería el caso de los primeros en ocupar el escenario, los madrileños LOS PLATERO, proyecto que debutaría allá por el 2008, formado por Trujo en la batería; Jorge al bajo; Hatxa y Jose a las guitarras y Sergio a la voz.
Comenzarían su actuación a las 20:47 hrs. con muchos de los grandes éxitos de la banda de Fito Cabrales, como “Mari Madalenas”, “El Roce de tu cuerpo”, “Tras la barra bar”. Entre los distintos momentos en los que su cantante intentaba animarnos, destacaría un momento simpático, cuando invitaron a subir al escenario al crack local Diego Curto, a cantar el tema “Hay poco r&r”. El momento más álgido, fue cuando interpretaron la esperada “Juliette”, para la que se acompañó del cantante de los “BriBriBliBlí” Juan Car, a modo de Robe; por su puesto muy coreada por los allí presentes. Completarían unos 75 minutos de repertorio, pasando por temas como “Alucinante” o “Si tú te vas”. Personalmente creo que el cantante fue un poco flojo, aunque intentó en numerosas ocasiones animarnos no acababa de enganchar, también hay que decir a su favor que eran los primeros en actuar, estando la gente un tanto fría y que el sonido no fue muy bueno durante toda la jornada.
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Todo lo contrario, que el terremoto que llegaría a continuación: “Bribribliblí” desde Carabanchel, que básicamente serían los mismos integrantes de antes pero ahora a la voz entraría Juan Car.
Iniciarían su actuación sobre las 22:15h enérgicamente con el temazo e himno “Jesucristo García”, que removió la pereza inicial de los allí presentes de raíz. Tras saludarnos siguieron con “Amor Causto”, con la caña subiendo de nivel, congregando en ese momento mucha más gente joven en las primeras filas, incitados continuamente por Juan Car, que dio visos de ser bastante carismático, bajando entre el público, invitando a cantar con él. Pasarían por clásicos como “A fuego”, “Decidí”, “De Acero”, “La Hoguera”. En algunos temas tuvo la colaboración de Sergio cantante de Los Platero, incluyendo el gran final con el “Ama, Ama…”.
La verdad es que interpretar todas estas canciones que forman parte de la bso personal de tantos de nosotros, es toda una responsabilidad, ya que puedes destrozar temas icónicos, creo que sobre todo los “Bribribliblí” con Juan Car si lo consiguieron, creando un buen ambiente de fiesta.
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Tras el oportuno cambio de bártulos, llegaría el momento álgido de la noche con la presencia de los TAKO. Naturales de Ejea de los Caballeros en la comarca de las 5 villas de la provincia de Zaragoza, formados en 1984 tras varios cambios en su formación, en la actualidad lo componen: Mariano Gil “Rones” en la voz y guitarra; Nacho Jiménez en los teclados desde 1989; Iñigo Zubizarreta a la guitarra desde 2009, también miembro de S.A.; “Tete Viejo” a la batería y Fernando Mainer al bajo desde 1991, cuando tiene hueco en su otra banda Mägo de Oz.
Hablar de Tako es hacerlo de una de las mejores bandas clásicas de rock que nos quedan en activo en este país, comenzaron muy poco a poco, de forma muy humilde en su Aragón, siempre con la honestidad en lo que hacen hasta llegar en la actualidad publicar este 1018 «Hilo de cobre» el que será su décimo quinto trabajo en estudio, al que habría que añadir directos y recopilatorios, unas 18 publicaciones.
Comenzarían el concierto sobre las 23:55 hrs., destacando lo primero, la ausencia de Fernando Mainer al bajo sustituido, por nuestro paisano el gran Raúl Serrano (ex de La Fuga y actualmente en Vhäldemar). El primer tema sería “Sopa de Perro” de su último trabajo y uno de los mejores del mismo, con tintes de himno, por la pegadiza melodía con aire ramoniano, todo un homenaje a sus años en los escenarios. «(…) nunca domados, siempre despiertos (…) para que dure siempre este r&ll (…)». Tras saludarnos, continuaron con “Prohibido fingir”, del mismo disco, con aires más hard, que nos invita a ser nosotros mismos sin importar lo que piensen los demás. «(…) cuánta vida sin vivir, cuánta muerte sin morir, ocultando la verdad, sin salir y sin entrar, la falsa moralidad (…)», en los que empezamos a apreciar la calidad de Raúl al bajo e Iñigo a las guitarras. Sin interrupción continuaron con la vertiginosa “Resiliencia”, tema que engancha desde las primeras notas, con una melodía fantástica, que invita a mover los pies, siendo uno de los singles del disco. Es una de las vueltas de tuerca que tiene la banda, cuando se aproxima al punk rock que personalmente tanto me gusta, con la personalidad de la voz de Rones, impecable a pesar de los años. Tras agradecernos la asistencia, continuarían con un nuevo bloque con una mirada al pasado con el tema “Ayer, hoy, por siempre” de su álbum «Veneno» de 1996, creo recordar que es de las primeras que escuché de ellos. En su momento supuso un cambio introduciendo madurez en las composiciones. Con estructura más hard acompañadas de melodía. Prosiguieron con el tema “No puedo respirar” de su gran álbum «A las puertas de deseo» de 1989, que me recuerda a los primeros Barricada en el sonido, con fuerza punk rock en la composición, con pegadiza melodía. Terminarían este bloque regresando al último disco con “La Flor de la Sinceridad”, con aire más melódico y más relajado.
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Sin dejar de agradecernos la asistencia, nos presentarían uno de esos temas antiguos, que por desgracia está más de actualidad que nunca. “Pintahierros” del «Veneno», basado en la obra de teatro del dramaturgo alemán Heinrich Henkel, sobre el realismo de las condiciones de trabajo y explotación en la sociedad capitalista, dándose la paradoja de que en muchas ocasiones aun trabajando, sigues siendo esclavo y tus metas son cada vez más inalcanzables. El tema comienza con una brillante intro de piano de Nacho a los teclados, acompañado de la voz desnuda de Rones, a la que se van sumando las guitarras para darle la fuerza necesaria, aunque como comento, la letra por si sola ya tiene una fuerza brutal, sobre todo escuchándola un lunes por la mañana: «(…) dentro del estómago del gran gigante (…) ».
Volviendo al último disco, sonaría otro gran tema “Hierro Negro”, dedicado al que para ellos es el padre del r&ll Chuck Berry, lanzado como primer single. Seguirían con el medio tiempo “Paloma de Cartón” del «Las Campanas de la Vergüenza» de 2012, con una gran base de bajo de Raúl. Sin abandonar ese disco continúan con emotivo tema “El Alma atada”, dedicado a la trágica enfermedad del cáncer de mama, del que se hizo un video que sirvió de adelanto al disco.
Ya pasados el ecuador del concierto llegaría el momento para uno de sus grandes temas y más escuchado: “Carpintero de Condenas” del «Todos contra Todos» de 1992, uno de sus himnos por excelencia, muy coreado por los allí presentes, con ese estribillo inmortal: «(…) Dime que no. Carpintero de condenas, con el alma me golpeas, sólo hay cruz en la moneda. Carpintero de condenas. No, dime que no, dime que no podrías olvidarme (…)».
Continuaron con otro de mis temas favoritos “Con Dios y Con el Diablo” del álbum «Jaque» de 2005. Con una estructura de rockabilly de carretera, que es una maravilla, abriendo las puertas del cielo para meter nuestro infierno. Con todos ya rendidos a sus pies, continuarían con un repertorio de unas 23 canciones, destacando por encima de todas su himno “A las puertas del deseo” título homónimo de su disco de 1988, balada que merece el reconocimiento de ser una de las mejores cancones del rock en castellano que se han escrito, al mismo nivel de temazos como “El Hada y el Mago” de Rata Blanca. Sólo por poder disfrutar de ella en directo, mereció la pena todo el concierto. Con una letra que formará ya por derecho propio, de la bso personal de tantos de nosotros: «(…) Sangre caliente resbala en el suelo. El acero no sabe pensar. Es difícil aguantar. Siento la llama de un pequeño infierno. Que quema por no estar allí. Es difícil resistir. El viejo fantasma vigila sin miedo. El lugar donde quieres soñar. Es difícil aguantar. Es difícil no soñar (…)».
Continuando con grandes temas, llegaría el momento de la inspiración con “Poeta nocturno”, nuevamente con una melodía muy pegadiza y buenos guitarreos. Un tema perfecto para salir de marcha. Junto a la movida “El Viejo Resina”, en los cuales el teclista también pone su voz. Es un tema que tiene fuerza punk a lo Reincidentes o La Polla, que me gustó mucho.
Volveríamos al último disco, donde Tako, lo ha vuelto a hacer, ha creado un himno precioso para todos nosotros, el medio tiempo que da nombre al disco “Hilo de Cobre”, que transmite de una manera tremenda el alma que subyace cuando se accionan las cuerdas de una guitarra, como una metáfora de la vida misma, en la que estamos esperando afinar en nuestra existencia.
En la recta final del concierto tras terminar el principal con la entretenida “El Enterrador” que nos llevó nuevamente a mover los pies sin parar. Rematando con los bieses interpretando “Todos contra Todos” con un buen guitarreo y buen dinamismo sobre el escenario, para terminar con otro de sus grandes himnos “La Dama de Blanco”, que tiene una impronta ochentera muy emotiva, que te lleva en volandas, también muy coreada. Todo un colofón una hora y cuarto aproximadamente de actuación.
Lo poco negativo que se le puede poner al concierto, sería el sonido que no fue de lo mejor, pero bueno pudimos disfrutar, en mi caso por fin, de Tako en directo. Una banda que merece estar en lo más alto del rock nacional, aunque algo desconocidos para bastante gente, con más de 30 años en los escenarios, han ido dejando unos cuantos himnos a nuestra bso personal, han sabido afrontar el paso de los años de manera magnífica, premiándonos con grandes trabajos, sorprendiéndonos una vez más, con el último disco «Hilo de Cobre» el cual, pudimos adquirir en el puesto de merchan con un atractivo diseño en versión digipack, junto a una reedición de 2016 de su disco «Todos contra Todos» de difícil obtención y del que tenían muy pocas copias. Otro pero, sería la escasa gente joven que había que sólo vieron los grupos tributo, tal vez falta un poco más de promoción entre ellos de una gran banda como Tako, que es historia viva del rock nacional, una banda que bebe directamente del rock urbano de toda la vida de gente como Rosendo, Barricada, que no le hace ascos a ritmos más acelerados dentro del punk rock de bandas como Reincidentes, pero en vivo y en directo. Lo que merece una buena reflexión, como nos comentó Mart Estirpe en su concierto de despedida en el Black Bird: – Esto tendrá éxito dentro de unos años cuando hagan una banda tributo de nosotros mismos-.
Pero bueno, la historia está llena de diferentes creadores, en cualquier ámbito cultural, que en la actualidad los consideramos genios y que en su época, pasaron desapercibidos. Al final es algo inherente a la conciencia humana, acordarnos de la gente cuando ya no está entre nosotros.
Finalizamos agradeciendo una vez más, al Ayto de Laredo la iniciativa y esperando que se extienda en el tiempo y que otros ayuntamientos imiten la idea y programen más rock y metal, también durante el resto del año.
Crónica y fotos: John Man.