UN TROCITO DE ASTURIAS EN LA TIERRUCA: La gente del Vidiago Rock necesita apoyo, y nos pone así de fácil ayudar, trayendo buenos grupos y buen ambiente para disfrutar.
Aunque muchos ya conoceréis la situación del Festival VIDIAGO ROCK, lo primero, vamos a ponernos al día:
El Festival VIDIAGO ROCK acumula ya 11 ediciones en su historia y, pese a que la última ha sido todo un éxito y ha supuesto un notable salto en medios y público, pasa por uno de sus momentos más difíciles. El cambio de localización al que se vieron obligados instados por el Concejo de Llanes, ha provocado unos enormes gastos adicionales con los que no ha podido competir el año de mayores ingresos del festival. Estos últimos, pese a prometer que se harían cargo del grave del trastorno económico que han provocado, finalmente les han dejado con “todo el marrón”.
Llegados a este punto, quizá una persona normal hubiese tirado la toalla, pero parece que estos asturianos locos están hechos de otra pasta, y su entusiasmo ha sido tal que ha contagiado a algunos de los que habitamos en la región vecina.
Si metemos todo esto en un una coctelera, nos da como resultado el LARGA VIDA AL VIDIAGO ROCK en su edición Santander. Un festival de dos días en la Sala Blackbird que ha tenido como objetivo ayudar en la recuperación de los males producidos por la deuda que arrastra la Asociación Vidiago Rock y traer un pedacito del festival a tierras cántabras. Y la experiencia no ha podido ser más positiva viendo la buena respuesta del numeroso público que asistió, que comentaba las fotografías del festival expuestas por Ana Blanco, que compraba camisetas del festi y de los grupos, que se hacían con sus discos, que se apuntaban como socios de la asociación, o que consumían el queso y los bollos preñados traídos para la ocasión.
DIA 1
Los protagonistas del primer día eran los cántabros KARONTE y los asturianos SOLDIER, una muestra del espírítu del festival que, de la misma forma que dentro de los grupos del territorio nacional que contratan siempre apuesta por la escena autóctona, cuenta con una casi constante representación cántabra en sus carteles.
Abrieron Karonte, a los que no veía desde el XX aniversario NOCHEDEROCK y a los que francamente tenía muchas ganas de oír. Me han sonado más compactos si cabe que aquel día. Una auténtica apisonadora de sonido grave y denso sobre el que sobresalía poderosamente la voz de Kini. Son muchos años los que lleva esta gente a sus espaldas, y he disfrutado como un enano escuchando temas como “Falaris” y, el que ya podríamos meter en la categoría de clásicos, “Mi Epitafio”. Pero tenía especiales ganas de escuchar a que sonaban esos temas nuevos del Split que se han marcado con los donostiarras Bloody Brotherhood, y las tres canciones nuevas que han tocado seguidas me han dejado muy buen sabor de boca, sobre todo el primero, “El Ocaso”, con un ritmazo frenético.
Tras el cambio de instrumentos, en los que aproveché para dar cuenta de los bollos preñados y el queso que habían traído la gente del Vidiago (Puxa Asturies!!!!!!!), llegó el turno de Soldier. Los vi en la IX edición del Vidiago, y desde entonces han tenido una muy buena proyección que les ha llevado a grabar un gran segundo disco, “The Great Western Oligarchy”, y a abrir en el Resurrection Fest el año pasado. Su concierto ha sido todo un derroche de energía, estos guajes van a fuego desde el minuto cero y consiguen que esboces una sonrisa cuando Phil González presenta el siguiente tema como una balada, sabiendo que te viene otro cañonazo. Han conseguido que todo el personal moviese el cuello, acercando más al público con una notable versión del “Cowboys From Hell” de Pantera. Como único pero, se notaba cierta imprecisión en la ejecución para un estilo tan machacón que, si bien suplen con una actitud arrolladora, te hacen pensar que puliendo un poco más este detalle te peinarían para atrás los pelos que te quedasen. Seguro que seguiré viendo la evolución de estos chavales.
DIA 2
La segunda jornada empezaba con otros asturianos, los FULL MOON RIDERS. Para mí ya son como de casa, pero para gran parte de los asistentes también, ya que atrajeron unas buenas hordas asturianas que han conseguido calentar el ambiente del segundo día en un abrir y cerrar de ojos. Su rock sin concesiones ha sonado mejor que nunca (últimamente tengo la sensación de que los chicos de la Blackbird están sacando petróleo de su equipo) y se les veía realmente motivados. Los compromisos músico/laborales de Chema le han impedido hacerse cargo de las seis cuerdas en esta ocasión, y ha sido sustituido con mucho oficio por Francisco Caldevilla, que se nota que es del entorno más cercano acoplándose a la perfección. Sigo pensando que esta banda suena como si la voz grave de Elvis se colase en los putos Motorhead y me alegro de verles tan en forma, haciendo disfrutar al respetable de cada trago de cerveza a ritmo de temazos como “The Shine”, “Riding The Monster” y la versión del “Break On Through” de The Doors que acabaron a todo lo que daban.
Tras ellos llegó el turno de la representación de Euskadi a cargo QUAOAR. Tengo la sensación de que cada vez que vienen (y ya van unas cuantas), les descubre alguien más que va a repetir en el futuro. Y no es para menos ya que son, sin exagerar, uno de los mejores grupos de rock que puedes ver en este momento, ¡¡y encima en una sala donde los tienes casi encima!! También tocaron en una de las ediciones del Vidiago Rock, y ha sido todo un acierto su presencia en este festival. Si bien en esta ocasión el principio del concierto no sonó muy bien (el vozarrón de Íñigo invadía los timpanos cada vez que se desgallitaba), en cuanto el sonido estuvo controlado han resultado espectaculares. Un repaso de sus tres discos con mucha representación del impresionante tercer trabajo del grupo, “Dreamers, Dreaming”, incluyendo el tema “Goodbye”, que anunciaron que no suelen tocar habitualmente en directo, pero que propició uno de los momentos más chulos del concierto con esa tiempo calmado e hipnótico que te llevan casi a los setenta, cuando no había tanta prisa para contar las cosas. En esta ocasión haría mención especial al trabajo vocal del Aitor, el bajista, que siempre está ahí, pero que esta vez he sido más consciente de lo bien que empastan sus coros con la voz principal. No sé cuantos asistentes potenciales se habrán ido a escuchar a Bilbao el 25 aniversario del “Images and Words” de los Dream Theater, pero Iñigo les hizo un guiño presentando “The Man’t” en su 10 aniversario. En definitiva, gran concierto de los bilbainos que, sin desvelar nada, han confesado estar ya trabajando en su cuarto álbum de estudio, una grandísima noticia.
Así es como este LARGA VIDA AL VIDIAGO Ed. Santander llega a su fin, con muy buena respuesta por parte del público y que facilita la reciente confirmación de que el Festival Vidiago Rock ¡¡TENDRÁ SU XII EDICIÓN!! Si bien queda mucho trabajo por hacer. Y esto pasa por el LARGA VIDA AL VIDIAGO ROCK Ed. Llanes el próximo 13 de Mayo con grupazos como Teksuo, Diligence y Full Moon Riders, además de una novedad no desvelada. Y la presentación del festival en Santander el 27 de Mayo, de nuevo en la Blackbird, con otras dos bandazas por anunciar.
Si apoyar estas iniciativas consiste en disfrutar de conciertazos de este pelo en este “peazo” de ambiente creo que, más que sacrificio, es un auténtico placer.
¡¡¡¡¡¡¡LARGA VIDA AL VIDIAGO ROCK!!!!!!!
Crónica por Juanma Pinto, fotos por Ana Blanco.