Cantante, multiinstrumentista y productor, en torno a Rober ‘Ras’ Sánchez se ha gestado desde finales de los noventa buena parte del mejor y más personal reggae cocinado al sur de los Pirineos. Huyendo de los clichés, folclorismos coloristas y demás lugares comunes, su actividad (y la de su amplia nómina de acólitos) demuestra que para hacer algo genuino no hace falta irse a Jamaica como Cañamán ni tirar de talonario en busca de reclamos de postín, sino asimilar los logros del pasado para reciclarlos con pasión y personalidad.
La continua progresión de este joven pero baqueteado músico y compositor comenzó en el seno de Lonne Watti, Better Collie o Loud & Lone, proyectos compartidos con su colega y guitarrista Borja Juanco, que le convertirían en la piedra angular de la pujante escena cántabra. El tándem sintonizaría pronto con el colectivo bilbaíno Massive, pioneros del reggae estatal, que ayudaría a que, tras una serie de visitas a Londres, la andadura de ‘Ras’ Sánchez diera un salto cualitativo al incorporarse a la banda eusko-londinense Basque Dub Foundation (BDF), punta de lanza de un nuevo reggae estatal íntegro, sólido y enraizado, capaz de trascender sin complejos más allá del ámbito local, como evidenció su álbum conjunto ‘BDF meets Loud & Lone’, que lanzó hace dos años el sello Brixton.
Ahora, al margen de su actividad polivalente como cantante de sound system o músico adscrito a la sazón a nuevas bandas como Superape, Ambasah o Nortones, Rober Sánchez se ha emancipado musicalmente como Lone Ark, proyecto personal que ha estrenado con ‘Countryside’ (Brixton), un primoroso ejercicio de reggae clásico al más puro estilo de los setenta que su máximo responsable entronca con sus experiencias previas.
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