Triunfar en casa es mucho más difícil que hacerlo fuera. Eso lo sabe cualquiera que haya intentado algo en esta tierra. Sobre cómo Los Estanques han conseguido hacer una buenísima entrada en el inabarcable Escenario Santander habría que escribir una tesis. Creo que ni ellos mismos alcanzan a comprenderlo. No se han bajado nunca de la burra de hacer música muy elaborada, y mantienen una continua tensión entre melodías memorables y recursos psicodélicos muy extremos, que por un lado abre la puerta a los curiosos y por el contrario la estampa continuamente en sus narices.
Si el imprescindible Burbuja y Elefante Inesperado junto a Anni B. Sweet mostraba su cara más amable y popera, Uve ha resultado una fiesta pasada de madre en casa de Juan de Pablos. El concierto resultó una montaña rusa que te plantaba en los morros una carrera en la que han ido haciendo eses sin desviarse nunca de su camino. Desde guitarrazos Purpelianos hasta la invasión italiana setentera y la música ye-ye triturado por la minipimer de Frank Zappa.
En una nueva vuelta de volante presentaron dos temas de lo que afirman será su próximo disco con la colaboración de Amaya Bregel a las voces y estribillos que se clavan como ballestas “Ya te vale, ya te vale, ya te vale, ya te ha valido” poniendo a todo el mundo a cantar desde la primera escucha, incluso a los que al fondo en la barra charlaban por encima de los momentos íntimos, porque sólo habían ido a escuchar la del Kebap y el resto del concierto les quedaba grande. Tienen la tecla del Hit Inmediato en una esquina del teclado, pero se aburren de pulsarla todo el rato.
Ahí está su magia. ¿Cómo cojones reúnes a esa cantidad de público y les plantas un puto sólo de bajo sin que se marchen? Se han pasado el juego, y van tan sobrados de todo, que se descojonan hasta de sí mismos. ¡Qué grandes!
Saqué la cámara en un par de ocasiones para grabar una canción y dejar testimonio, pero me la estaba gozando tanto que me daba rabia dejar de mirar con los ojos.
Texto y Vídeos Youtube: Oskar Sánchez
Vídeo NdR: Raúl Fernandez Karlsson
Fotos: Paloma Pamacor