A ningún seguidor del rock se le escapa que las medidas de prevención impuestas para frenar el Covid -19 se están cebando, especialmente, con el mundo de la música. Son muchas las bandas que puede que no vuelvan a actuar. Pero parece que Ilegales, no será una de ellas.
Visto lo visto en la plaza de toros de Gijón el pasado viernes, seguirán a por todas contra viento y marea siempre que tengan una oportunidad. Bien sea lanzando singles o actuando para aforos de quinientas personas, Jorge y los suyos, morirán con las botas puestas.
Eran muchas las dudas e incertidumbres que el citado concierto generaba entre los fans y el entorno de la propia banda. ¿Compensaría actuar para un aforo reducido? ¿Se viviría de la misma forma la experiencia ilegal? Y, lo más importante, ¿llovería? Sí, amigos, el último fin de semana de agosto estaba previsto que las temperaturas fuesen bajas en el norte de España y que la lluvia no parase ni un segundo. Pero para suerte de los fans y de la banda, este último factor no fue nada preocupante y, a las 22:30, Ilegales saltaron al escenario de la plaza de toros de El Bibio preparados para brindarnos el mejor espectáculo posible.
La banda arrancó su actuación con los primeros compases de “Yo Soy quien espía los Juegos de los Niños” mientras Jorge nos ofrecía una reflexión sobre lo surrealista que era tener que actuar en unas condiciones tan extrañas. Acto seguido, la banda aceleró a tope y nos pusieron en órbita con la energía de “Chicos Pálidos para la Máquina”, “No Tanta Tonto” y las clásicas “Hola Mamoncete” y “Ella Saltó por la Ventana”.
A pesar de los meses de forzado parón, el sonido de la banda sonó tan compacto, potente y limpio como en los mejores conciertos del Rebelión Tour. El contundente sonido de bajo de Willy Vijande se fusionó a la perfección con la batería de Jaime Beláustegui dotando de un empaque poderosísimo a la banda. Por otro lado, las guitarras y los teclados de Miguel Vergara fueron el complemento perfecto, la guinda del pastel, un fantástico soporte para que Jorge Martínez se relajase al cien por cien y desplegase todo su potencial guitarrero y su musicalidad. Es conveniente comentar lo mucho que me impresionó la actuación de Jorge Ilegal en este concierto. Saltó a las tablas enfundado en una chupa de cuero negra que me encanta y atacó sus partes de guitarra con una energía y precisión tremendas. Su voz también estuvo a la altura durante todo el concierto, llegando a bordar unos 30 temas sin inmutarse.
La banda continuó su concierto con una ácida dedicatoria a Miguel Bosé y a todos los negacionistas del Covid – 19 que dio paso a “Suicida”, “Blues Secreto, “Agotados de Esperar el Fin”, “Voy al Bar” y “El Norte Está lleno de Frío”. No recuerdo si fue antes o después de este último tema cuando comenzó a llover durante pequeñas rachas de 5 minutos, pero la lluvia otorgó un emotivo romanticismo a esta canción. Es una canción perfecta para escuchar cuando estalla una buena tormenta.
Ilegales aceleraron alternando potentes descargas decibélicas con temas más pausados y reflexivos. Los allí presentes pudimos escuchar “Enamorados de Varsovia”, “Si la Muerte me Mira de Frente me Pongo de Lao”, “Ángel Exterminador”, “Hacer Mucho Ruido”, “Regreso al Sexo Químicamente Puro” y muchas otras. Cuando le tocó el turno a “Te Prefiero Lejos”, uno de sus nuevos temas, pudimos comprobar que el tema encajaba a la perfección dentro del repertorio ilegal. La banda está en racha compositiva y se nota, me hubiese gustado comprobar cómo funciona “Juventud Egolatría”, pero no se puede tener todo.
La banda entró en la recta final de su concierto con “Eres una Puta”, “Rebelión”, “Soy un Macarra”, “Dextro-anfetamina” y “Bestia, Bestia”. Las lluvias habían pasado de largo y los presentes pudimos disfrutar de una descarga tan potente que a muchos nos hubiese puesto a cabecear dando saltos como malditas bestias. En su defecto, me tomé dos copas seguidas. Mientras disfrutaba de mi segunda copa la energía de “Caramelos Podridos” atronaba en mi cabeza, pero no me di por aludido. Willy Vijande, Jaime Beláustegui, Miguel Vergara y Jorge Martínez remataron su concierto con “Problema Sexual” y por supuesto “Destruye”, dejando al respetable con una sonrisa de oreja a oreja.
La banda cumplió con creces y ni las sillas de madera, ni los asépticos protocolos, ni los vigilantes de seguridad, ni la lluvia pudieron hacer sombra a una velada histórica que será recordada por muchos de nosotros como un maravilloso contrapunto a una época nefasta, pero a veces, divertida.
Crónica y vídeos: Nacho García Álvarez.
Fotos: Mario Caballero y Lucía Caballero.