En la Whiskería: Como ya hicieron el año pasado Lunática subieron hasta Potes para ofrecer un concierto acústico cargado de versiones en el que estuvieron acompañados de unos cuantos incondicionales que se animaron a pasar la noche allí.
Yo traía un papel en el bolsillo que ponía las canciones que tocaron, pero se ha debido de caer en algún momento del regreso al hotel, tirar de memoria no es muy útil cuando es como un mar de brumas. Lunática prepararon arroz, ensalada de pasta y había vodka negro, sidra y otras muchas cosas, que sirvieron como preámbulo al concierto. Si es que ya lo decían todos los presagios. “Concierto en la whiskeria”, suena a caos y destrucción, y vaya si lo hubo, fue una de esas noches en las que lanzando un zippo al aire, seguro que el que lo recoge arde. Las fotos de promo de 99% son muy significativas al respecto, maldita sea.
En lo musical el concierto fue un acústico de lo más animado, que incluso se quedó con los lugareños que simplemente pasaban por allí. Junto a unos cuantos de los propios (gracias por suburbio, se que me puse pesado, pero es que estoy enganchado a esa canción desde que salió el EP y tenía muchas ganas de volver a escucharla en directo), incluyeron mogollón de versiones, desde el Wild Horses de los Rolling, al Day Tripper de The Beatles, pasando por Say it to Me Now de Glen Hansard, Hey de The Pixies, Sunday Bloody Sunday de U2, Under the Bridge de Red Hot, Love Will Tear Us Appart de Joy Division o el Drive de Incubus que casi nos moja el ojo recordando aquella vez en los premios Estela.
Y si, ahora me duele todo y me temo que no soy el único, tal vez con cinco cubalibres menos hubiese bastado, pero fue memorable de igual manera, creo que Lunática / Potes se puede convertir en una tradición a repetir anualmente. Ojalá nos queden muchas de estas.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.