De nuevo al magosta: Reencontrarse con el Magosta cada año es ya una tradición dificil de romper, este año además con el cartel más rockero de sus XVIII ediciones no podíamos faltar.
El Magosta siempre fue un festival con mucha relación con las tradiciones de Cantabria, y curiosamente en nuestras vidas se ha convertido en tradicional el ir año tras año a Castañeda sin tener ni siquiera mucho en cuenta quien forma parte del cartel. Tras algunos años en los que hemos tenido que ser inconstantes por motivos que no vienen al caso, nos vemos tomando la decisión de seguir acudiendo, año tras año a descubrir buenos grupos y a toparnos de morros con nuestros propios recuerdos. Y es que en cada rincón del prau de Castañeda podriamos pararnos y contar aquella vez qué… por eso le tenemos tanto apego.
Este año, como siempre un cartel muy variado. De primeras me llama la atención un nombre, Metisolea’ porque son los únicos que no conozco, y eso en el magosta suele ser síntoma de calidad. Me fio del ojo de Paco Quevedo para las bandas y normalmente cuando viene alguien desconocido suele ser la sorpresa, yo apostaría por un festi con menos nombres gordos y más propuestas arriesgadas, pero entiendo que en la comunidad en la que estamos eso económicamente no funciona y el festi ha pasado apuros en alguna ocasión por la poca afluencia de público ante carteles muy repletos de calidad y algo más cortos de nombres conocidos.
Pero bueno, comenzando las cosas por el principio diré que el primer grupo en actuar fueron Cambera’l Cierzu a quienes todos recordamos de muchos festivales de folk anteriores. Al principio fueron algo así como los hermanos menores de grupos como Luétiga o La Humera, pero tras un parón de unos tres años han vuelto mucho más sólidos y maduros, además incluyendo en la formación actual a Marcos Bárcena (Luétiga, Atlántica…). Me pareció que hicieron un concierto muy correcto y me gustó el detalle de versionar a los grandes desaparecidos La Humera, porque se les hecha de menos, a ellos y a los años que vivimos cuando ellos eran grandes. Me pareció muy acertado que abriesen ellos el festi, porque de alguna manera recuperaban un poco el primer sentido del Magosta, que comenzó siendo un festival de Folk aunque luego se haya ido abriendo hacia otros estilos. Nosotros siempre decimos que en Noche de Rock, el Rock es como nuestro pueblo, pero que ello no nos impide viajar, más cerca o más lejos hacia otros estilos, sin dejar de ser lo que somos y creo que es una ideología que compartimos bastante con la gente que organiza este festival.
Luego venía Kiko Veneno, a quien simplemente tenía bastante curiosidad de ver, porque por edad me tocó vivir su apogeo y reaparición noventera, y así a lo tonto, hay a unas cuantas canciones suyas a las que le tengo cariño. No creo que se pueda ser muy objetivo, porque hablando con gente despues del concierto había opiniones para todos los gustos y creo que es el típico concierto que les gustó mucho a los seguidores de Kiko y al resto dejó un tanto indiferente. Eso si, bien ejecutado, además con buenos músicos de sesión (entre los que nos pareció reconocer al guitarrista de O’Funkillo), y claro, cuando sale El Lobo Lopez, o En Un Mercedes Blanco, pues la cosa se anima, por lo demás lo que digo, desde mi punto de vista de No Fan, bien tocado, pero algo frio.
Como ya dije al principio tenía bastante curiosidad con Metisolea’ que se había acrecentado además con el CD de promo del festival y no me defraudaron. Son siete músicos, vienen de Burdeos y a primer vistazo serían de los que meterías en la caja de Mano Negra, aunque en realidad el resultado final no tiene mucho que ver, si el concepto. Fusionan de todo, Rock, Hip Hop, Electrónica, Flamenco, Reggae y el resultado es muy espectacular y potente en directo, con momentos muy rítmicos en todos los sentidos, consiguen pasar de un fragmento acompañado por palmas al punto álgido de una sesión de Dj’s en cuestión de segundos y todo funciona. En realidad nos dan la razón en nuestra vieja teoría de que las músicas se parecen más de lo que se diferencian, y que en muchas ocasiones, variando arreglos, timbres y poco más puedes convertir un tema en algo que aparentemente no tenga nada que ver, pero que en el fondo siga conservando la misma estructura, por eso, ceñirse a un estilo, además de aburrido es un sinsentido, la música no es así, y las fronteras las elevamos nosotros, me alegro de que existan grupos como Metisolea’ que se dediquen a tirarlas abajo. Intenté comprarme su disco, por cierto, pero sólo habían traido quince copias (ya les vale) y las agotaron en seguida.
Pasamos la noche acampados, y bastante tranquilos, por cierto. Se ve que en estos años el festi se ha hecho algo mayor, pero lo cierto es que últimamente reune a menos gente de la que va a fiestear a la campa y a más de la que va a ver el concierto, y ojo que no digo que fiestear en la campa esté mal (estaría bueno, con las que nos hemos crujido allí), si no que simplemente lleva unos años sucediendo así. Este especialmente, y tal vez la lluvia que aparecía de vez en cuando también tuviese algo que ver. Por ese motivo al dia siguiente nos perdimos de algunos clásicos en Castañeda, como el desayuno en el bar, el baño en el rio o la botella y media de ron esperando a que se haga de noche y nos marchamos a casa a hacer tiempo y descansar.
Frescos, duchados y bienolientes (maldita sea, esto ya no es lo que era), afrontamos la segunda noche del Magosta. que se abría con la actuación de Marcellus Wallace, que para nuestra sorpresa estrenaban bajista (y van cinco). Enseguida preguntamos y nos aclararon que en realidad Cañas (Frontline, Granada Goblin), estaba allí sustituyendo a Carlos Delgado que no había podido estar por motivos personales. Nos pareció gracioso el hecho de que teniendo al bajista oficial ausente se permitiesen el lujo de tener no sólo a un sustituto para el bolo, si no a sus otros tres ex-bajistas congregados entre el público, que tios, entre ex-bajistas y amigos de ex-bajistas llenan una sala de aforo medio.
Coñas aparte el concierto fue una especie de presentación del disco del que están embarazados, pero que aun no han traido al mundo. Aun así, los temas ya comienzan a ser conocidos y podemos destacar Y la Tierra Gritó, que acaban de incluir en el tercer recopilatorio de NDR o El Problema de Ser un Simple Huevo que aparecía en el primero, junto a otras ya conocidas por formar parte de algún recopilatorio de Juvecant, como Verde es el Planeta Azul, que también tienen disponible en su myspace. De las más nuevas me quedo con una que canta Almudena, que supongo se llame No Me Harán Daño, tremenda. Como ya dije en la última crónica que les escribimos por aquí cuando tocaron en el Arena ha sido un acierto incluir las percusiones, los teclados y los vientos porque le dan mucho empaque al grupo y suena todo mucho más lleno.
En el terreno de anécdotas decir que a Kike le dio por resbalar sobre la lluvia de la parte de alante del escenario como Jamiroquai en Verona, y que se pegó una hostia de espanto, pero por suerte no le paso nada, y todo se solucionó con un brinco y un “lo sabía”.
Fernando Sapo comenzó el concierto de Estricalla diciendo algo así como que no sabía muy bien que pintaban allí pero que iban a dar caña de la buena. Supongo que en un cartel tan variado todos pintaban parecido, simplemente pasamos un buen rato viendo a cuatro grupos que poco o nada tenían que ver entre si… o tal vez, depende de como lo mires, porque en el fondo es otra vez lo que comentabamos antes sobre las diferencias y parecidos de la música, músicas y actitudes diversas al final lo que forman juntos es un festival que apuesta por la diversidad, y eso, en una sociedad que hace lo posible por que el pensamiento sea uniforme es algo cojonudo, me parece a mi. La verdad es que creo que ha sido el concierto más cañero que ha habido nunca en un Magosta, junto a Frontline que hace unos cuantos años también tocaron allí. Para quien no les conozca Estricalla son el resultado de juntar a Pano, Trili y Bati (osea, Kloakao sin Fonso, el cantante) con Fernando de El Corazón del Sapo y Kuraia. Acaban de sacar un 10” que creo que habían presentado por primera vez el dia anterior en Dualez junto a Roman Castevet y que estarán presentando en distintos lugares a lo largo del verano (ver su myspace). El resultado pues es el esperado, hardcore a toda mecha con las siempre aceleradas baterias de bati que te vuelan la cabeza y con letras políticas y sociales. Fue una buena dosis de caña que completaron con unas cuantas versiones entre las que recuerdo el Policia No de RIP y puede que una de Bad Brains, aunque no me apostaría un dedo porque a estos no les tengo muy controlados. Buena caña, me alegré de que estuviesen en el cartel.
Luego iban Los Deltonos con Pablo Z de vuelta sobre el escenario tras su reciente convalecencia. Los Deltonos es garantía de buen concierto y además están en un gran estado de forma, así que sabes que no van a pinchar. Siempre me gusta que por mucho que les veas nunca tienes claro por donde van a tirar el concierto, a veces les he visto en un lapso de tres o cuatro meses y el setlist no tenía mucho que ver. No se toman los conciertos como presentaciones del último cd en el que obligatoriamente tienen que sonar todos los temas nuevos en los sitios más privilegiados y no les duelen prendas a la hora de incluir canciones más antiguas del repertorio ni versiones, y eso mola. Pues eso, que pese al Jet Lag que nos provocó bajarnos del avion Estricalla para subirnos al de Los Deltonos en cuanto pillamos ritmillo y entramos en materia disfrutamos al 100% de otro buen concierto.
Con Jaleo Real pues la cosa tiene su miga, porque indudablemente no hacen una música que muchos de nosotros nos pondríamos en casa, y sin embargo, las dos veces que les he visto (ambas en el magosta), me lo he pasado muy bien. Hacen rumba de guerrilla, y mestizan a saco todo lo que se les pone en medio. Por poner algunos ejemplos, junto a sus temas, mestizos ya de por si, incluyeron una versión del Billy Jean de Michael Jackson sobre el que improvisaron una letra que decía algo así como, Michael Jackson y Camarón han hecho un grupo de fusión, en algunas de sus letras hay insertados fragmentos de temas tan diversos como el Volando Voy de Kiko Veneno / Camarón o La Revuelta de los Xsianos de Frank T. Pero en general, como digo rumba mestiza y mucho cachondeo, épica fue la que montaron con el pedal de ecos. Un buen grupo para cerrar el festival con ambiente festivo, y que se habían ganado a pulso el estar aquí de vuelta después de la que montaron hace seis años ya.
El festi aun continuó el domingo con su parte más tradicional y gratuita que incluia los conciertos de Alquitara, Cascabija, Soltxu Rodriguez y Miriam Guerra y El Chaval de Cabuérniga pero nos venció el cansancio y abortamos misión, así que no hicimos acto de presencia. Es una pena, porque supongo que lo de mantener los dos escenarios es más lio y más gasto, pero me gustaba de vez en cuando pasar hacia el escenario grande y encontrarte con un poco de tradición de Cantabria en el escenario Raiz cuando este aun existía.
Bueno, como ya he mencionado varias veces por ahí arriba, espero que el Magosta nos dure muchos años, y que tengamos la suerte de que puedan asumir traer grupos arriesgados, porque han demostrado con creces que saben rebuscar para presentar a grupos no demasiado conocidos en algunas ocasiones que acaban siendo las propuestas más interesantes del festival, y cuando digo esto pienso por ejemplo en el conciertazo que hace unos años nos brindaron Moondo. A ver si en años sucesivos nos siguen quedando aun muchas sorpresas que desvelar.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Oskar Sánchez.