Hacía bastante que no me pasaba por el para muchos, templo del metal de Santhunder, y los culpables de que el pasado sábado estuviese por allí, fuero Medussa. La banda cántabra de post metal formada por Deimos (bajo), Fer Navarro(guitarra), Jova (guitarra) y Javi Arias a la batería siempre tienen alguna perlita para mostrar, raro será que ocurra eso de “¿Qué estarán haciendo Medussa?”. Este verano han grabado lo que será su cuarto disco de estudio, repitiendo en los míticos estudios de Tío Pete (Bilbao) y también nos han mostrado uno de los temas que formarán parte de su “último crío”: “Xibalbá”.
Dejamos el buga en el parking y para el New que nos fuimos, y entre charlar con la cantidad de colegas que había por allí y esperar a los tardones, casi no me enteré de que el concierto empezaba con una hora de retraso. Unos de pie, otros sentados, nadie molestaba a nadie. Había un ambiente del copón. Es otra cosa que me mola de esta banda, que eligen muy bien los conciertos que dan, se curran la forma de que sea en sitios o eventos especiales, de forma que es difícil resistirse asistir, aunque les hayas visto hace diez días. De hecho, una servidora estuve viéndoles recientemente en la Sala Inder Espacio, en la grabación de la segunda edición de las Sky Session, a cargo de Burbuja Films.
La banda empezó el concierto con una oscuridad (real, no solo el sonido) ya característica esencial en ellos (sí, esos flashazos que os dejaron ciegos, eran míos), además de sus minimalistas lámparas a los extremos, con uno de sus temas más conocidos y que dió nombre al trabajo anterior: “La palabra ha muerto”. El maestro Kama, hizo que el potentísimo sonido de Medussa sonase como tiene que ser, que te pegue en el pecho, pero no distorsione absolutamente nada. Como dice Fer “Suena que espatarra, chaval”.
Independientemente de que te mole este género musical o no, es una banda de las que merece ver al menos una vez en la vida. Cada vez que veo a “nuevos usuarios” en los conciertos, al principio se les hace raro que no haya voz, pero a las dos canciones (a los 15 minutos, vaya), todos sueltan un “Ostia tú, cómo suena esto”. Si encima le sumas los fieles, el resultado es un ambientazo del copón, nada de primeras filas vacías, no había espacios en el “bajón” del New.
Tuvimos, “Era Discordia”, “Continentes”, “Quirales” (videoclip en youtube ¡oigan!), y hasta versiones y todo, como “Barren lands of the modern dinosaur” de In these trees could talk. Dilo del tirón si tienes huevos. También nos tiraron otra perlita que estará en el próximo álbum, “Ningen Sengen”.
Y en cosa de una hora, “Los Medussos” nos dijeron adiós (sin hablar claro, no vamos a joderlo), en lo que fue una noche inolvidable, que tan corta se nor hizo a muchos. Deseando saber cuál será la próxima que nos tienen preparada.
Fotos, vídeo y texto: Álex Kennedy.