Con un año 2022 que ya se acaba y que nos ha dejado una agenda apretadísima en el último tercio del mismo, llegamos a este mes de diciembre, estrenado hace apenas 2 días, en el que todo empieza a tener un tufillo navideño a turrones; mazapanes; escandinavos gordos con barba blanca, cara redonda y colorada por el Snaps o por el reflejo de la nieve, no sabemos; pero lo más importante es lo que nos ha juntado a muchos, en dos salas de esta Península Ibérica, el pasado fin de semana. El magnífico colofón, extremo e internacional; que ofrecieron estas tres grandes bandas, MGLA, Ulcerate y Mord’A’Stigmata. Como es habitual, Madness Live nos facilita el periplo navideño, cerrando el año a lo grande, con la oscuridad que corresponde a este frenético 2022.
Y es que desde 2019 no podíamos disfrutar de los polacos sin cara. Con su último disco Age of Excuse ya muy trabajado, se han rodeado de dos monstruos geniales para redondear esta gira. Hablamos de, por un lado, los neozelandeses Ulcerate, con su álbum de 2020 Stare Into Death and Be Still, muy deseados, al menos por mi parte y a los también polacos Mord’A’Stigmata Que ofrecen una propuesta más experimental y refrescante representando una nota algo diferente a los dos anteriores y que vienen dispuestos a introducirnos en su música envolvente, cargados de efectos y negritud existencial.
La cita era en la madrileña Sala Changó. Ubicación que garantiza un buen sonido aunque no prevén foso para prensa lo que ocasiona molestias para unos, nosotros y para otros, el público. Algo con lo que, dado que empieza a ser un destino habitual para estos conciertos, tenemos que lidiar con frecuencia. Un poco más tarde de la hora anunciada comenzaba el espectáculo, en un escenario en el que los músicos cabían pero con calzador. Dicha situación no generó excesivos problemas dado que ni Mord’A’Stigmata ni Ulcerate se caracterizan por su dinamismo atlético sobre el escenario. Cuando subió MGLA, la retirada de la batería “B” daba la amplitud requerida.
Los primeros en romper las hostilidades fueron Mord’A’Stigmata. Una banda que viene a presentar su último trabajo, Like Ants and Snakes. Mostraron una forma muy particular de acercarse al Black Metal, desde su más personal perspectiva. Sin mucho que ver con el otro grupo polaco de la noche ni con los neozelandeses, arrancaron un show que ya desde el comienzo, a mí al menos, me sorprendió gratamente. Desde luego el directo es su medio. Con una pedalera mágica y una mesa con las que juegan creando Sonidos, texturas, pinceladas sutiles, doblando las propias guitarras para conseguir más cuerpo y más plenitud. Cabe destacar el trabajo de la percusión que manda y propicia los múltiples cambios de registro y velocidad sabiendo jugar con todo ello a la perfección.
De hecho, el sonido que consiguieron resultó mucho más agresivo y pesado de lo que se aprecia en su producción discográfica. Si antes destacaba la percusión, no hay que dejar de lado la aportación de Ion. Tanto a las voces, con las que aporta esa característica diferencial de la banda, como en el manejo de las líneas de bajo, que gracias al buen sonido, se podían apreciar en determinadas fases. En definitiva, asistimos a ¡Un fantástico directo!. Representaron un soplo de aire fresco que indudablemente enriqueció el concierto. ¡Un gran acierto su incorporación!
Tras el ratito de rigor para cambiar el escenario, durante el cual pudimos intercambiar opiniones y comprobar que la sorpresa positiva sobre Mord’A’Stigmata había sido generalizada, era el turno de Ulcerate. Había ganas de ver a los de las antípodas y es que son una fuerza de la naturaleza. Con un nivel altísimo que nos hace verlos como prácticamente co-cabezas de cartel. Desarrollaron un setlist de sólo 7 temas, pero hay que tener en cuenta que sus temas son largos. Necesitan desarrollo y se disfrutan hasta el último segundo. El set se centró en su último trabajo, Stare into Death and Be Still, del cual compartieron con nosotros 5 temas.
Ulcerate es una banda de Death Metal que adora los sonidos discordantes y orgánicos y los interpretan con una fuerza demoníaca que te golpea con saña y los deglutes con gula, porque entra fantásticamente bien. Su último trabajo ha sido muy cuidado, tanto que prácticamente el set list conserva la secuencia del álbum, con ligeras alteraciones en el orden de los temas. Comenzaron, al igual que Stare into Death and Be Still con The Lifeless Advance. La fuerza de la percusión y su perfección son sobrecogedoras. Va a ser una constante durante toda la actuación. Con este tema quedan puestos los puntos sobre las íes. Ulcerate ha llegado y se van a hacer notar con ese Death técnico y poderoso, pero a la vez natural, que tanto nos gusta.
Continúan con Cold Becoming, del álbum de 2011, The Destroyers of All. Un tema espectacular en el que la batería se sublima y que había que reservarle un lugar en esta lista. El salto al pasado dura poco. Enlazamos dos temas de Stare into Death and Be Still. Los dos temas son There is no horizon y Drawn Into the Next Void. El primero es más pausado, crea un ambiente inquietante que nos sube y nos baja con esos parches tan característicos así como sus cambios de ritmo y patrones. Paramos a disfrutarlo y esperar a la sorpresa siguiente. Ésta es, la anteriormente indicada Drawn Into the Next Void. Repleta de disonancias y que tras un comienzo más acelerado, desciende a un ritmo más lento para retomar y llevarnos por el fluir cavernoso y agónico, arriba y abajo, hasta su conclusión.
Es tiempo de volver a 2009. El segundo salto temporal que van a dar Ulcerate esta noche. Suena Everything Is Fire de su disco homónimo. Un tema cargado de caos controlado y discordante, voz brutal y una guitarra frenética, creando una atmósfera enfermiza y perturbadora. Tema increíble pero de los más difíciles de esta noche, creo yo y que por derecho propio se ha hecho un sitio.
Entramos en los dos temas finales del set. Se nos está haciendo corto. Cada tema es un mundo de sensaciones y propuestas brutales y desasosegantes que con sabiduría se han ordenado para incrementar esas sensaciones provocadas. Especialmente la elección de los dos temas de trabajos anteriores que quedaban perfectamente encajados en el conjunto. Es tiempo de Dissolved Orders. Este tema no tiene desperdicio. A mí, personalmente me encanta. Tiene tantos pliegues, tantas caras, tanta belleza y además un videoclip que recomiendo encarecidamente, pero Aquí venimos a verles en directo y sentir los tambores que nos golpean el cerebro y las cuerdas que nos presionan el pecho como queriendo comunicarnos la sensación de opresión y angustia que transmite esta canción, que en directo además, es espeluznante y adorable a la vez. El cuerpo se queda laxo después de semejante espectáculo, pero no hay descanso porque ya suena Stare into death and be still.
Stare into death and be still, es el tema que da nombre a su último disco y que han escogido Ulcerate, para cerrar esta noche su comparecencia. Introspectivo tema que resume la línea del álbum con tres magníficos genios trabajando para provocar paz con el caos, la disonancia y proponer la reflexión interior. Stare into death and be still, en particular, es el paradigma de ello.
Una actuación espectacular que nos deja con la boca abierta y un halo de angustia que nos quitaremos después tomando algo y hablando de cómo se puede encontrar la belleza en los cánones rotos, porque Ulcerate, con Michael Hoggard a la guitarra, Paul Kelland a la voz y al bajo y el grandísimo Jamie Saint Merat a la percusión, nos han dado una lección de ello ¡Ha sido un concierto inmenso!
Llega el momento. La niebla comienza a bajar en la Sala Changó de Madrid. Los enmascarados salen a realizar las últimas pruebas a cara descubierta. Un segundo después los tenemos pertrechados, como es costumbre, de negro religioso. Nada debe distraer de su propuesta musical que es por sí misma suficientemente atractiva. Los MGLA nos traen un setlist formado, básicamente por los temas ya icónicos de su inconmensurable Exercises in Futility y su flamante y ya bien asimilado último álbum Age of Excuse, aderezado con dos temas “necesarios”, uno de Mdłości y otro de With Hearts Toward None.
Con ellos no hay muchos títulos que recordar. Crean obras con mayúsculas que titulan como un todo y parcelan en temas cuya identidad queda reducida a un número, como muestra de la unidad total a la que pertenecen. Sólo el arte de su creación, de sus manos y su garganta demanda protagonismo, cuando el trabajo cobra vida y estalla y está a punto de hacerlo, ante nosotros, esta noche. El primer fogonazo oscuro que interpretan es: Age of Excuse II.
Este enfurecido tema marca un comienzo espectacular. La salvaje batería de “Darkside” lleva el peso junto a la línea rítmica que atraviesa por fases hipnóticas, desasosegantes, incisivas. Con un pulso impecable que impacta sobre las cuerdas con ese característico estilo de situar la mano derecha de músicos formados en el folklore y los instrumentos tradicionales.
Volvemos a Exercises in Futility, porque es momento de encadenar I y IV. Atmósferas desgarradoras y agónicas con un toque más épico en la primera de ellas y un aire más melódico y menos agresivo la segunda, que deja reposar mínimamente nuestro cerebro de ese nihilismo devastador, ese dolor existencial en el alma, que nos transmiten estos intrépidos y misteriosos señores de la oscuridad y de la simplicidad artística.
Para romper la tónica de los dos últimos trabajos, suena ahora Mdłości II. Pieza memorable de su más exitoso EP. Más cruda y agresiva, de una etapa anterior a estos últimos trabajos dónde la banda dió un salto cualitativo importante que los puso en la línea ascendente que les ha llevado a estar donde están. Es un “have to” que nos hizo disfrutar de lo lindo.
A continuación enlazan dos temas de Age of Excuse, intercalando entre ambos, With Hearts Toward None I. Comienza este subset con Age of Excuse V. Inmediatamente es seguido por un recuerdo de tiempos pasados, éste es With Hearts Toward I de su antepenúltimo álbum en el que ya sentaron su estilo actual; atmosférico, rabioso y disonante; por el que los vamos a ver cada vez que nos visitan. En esta serie de tres temas representaría el paso intermedio en la evolución del sonido de la banda que, con Age of Excuse IV sublima su crecimiento artístico y estilístico situándonos, históricamente, en el pasado más inmediato y reconocido, Exercises in Futility.
Ya nos acercamos al final. Hay que tener en cuenta que la niebla de MGLA no suele perdurar en el escenario más de una hora. Secuencian dos temas de Exercises in Futility, II y V. El primero, magna obra, de un inmenso disco, que condensa todo aquello de lo que MGLA es capaz. Aquí se añade un extra en el que la percusión deslumbra con una luz negra cegadora, apartando a su paso toda comparación con percusionistas de bandas del gremio. Sólo si subes la apuesta con Exercises in Futility V, serás capaz de mantener un ritmo y una tensión suficientes para que la mandíbula no se cierre al recibir los empellones de aire que proyectan sus instrumentos sobre nuestro pecho y tímpanos (que todo sea dicho, en esta sala es moderado y equilibrado).
Ha llegado el final. La bola extra de MGLA, esta noche, es Age of Excuse VI. Comienza la pieza con un riff hipnótico que inmediatamente es completado y transformado por las baquetas mágicas de Darkside. El ritmo es encendido y te captura, te introduce en su espiral de desesperación y amargura. La voz de “M” paraliza la acción unos segundos para retomar la tensión y llevarla hasta el clímax en su fase final, dónde un sonido de casi balalaika, introduce una pizca de sabor ancestral mientras decae hasta el silencio del fin. No hay tiempo para más. MGLA tiene que salir corriendo y no dan opción a despedidas ni desde el escenario ni a posteriori con sus fans más cercanos. Tampoco sus compatriotas pueden accederlos. Habrá que esperar a la próxima. Seguro que Madness Live ya tiene la caña echada para pescar este trofeo que ofrecer a su fiel parroquia.
En resumen, fue ésta, una noche de grandes bandas. Dos de ellas, Ulcerate y MGLA, ya contaban con mi ferviente adoración. No defraudaron. Actuaciones no muy extensas pero sí muy jugosas, con esa atmósfera acongojante, de angustia y desesperación nihilista que crean unos y la fuerza desbordada de los otros. Mord’A’Stigmata fue una notable sorpresa, por su directo, poderoso y más agresivo de lo esperado que apoyados en un set muy interesante, una calidad musical apabullante y una sala que ofreció un sonido fantástico, crearon una noche mágica, para recordar.
Texto y fotografías: Juan Carlos López Aguilar.