Lo cierto es que hace mucho que no escribo reseñas de conciertos. Debe ser porque desde que me subo a un escenario, siento cierto pudor de convertirme en ¿cómo decirlo?, ¿juez del trabajo de otras bandas?, a sabiendas del esfuerzo que cuesta sacar cada tema adelante.
Con estos días otoñales tan crudos en los que paseando por la calle te quedas “más frio que el tobillo de un moderno”, no hay nada más reconfortante que meterte en una sala y si es al abrigo de buena música, mucho mejor.
La noche prometía ser movidita y ambas bandas ya lo estuvieron avisando días antes del concierto: “De este terremoto, Torrelavega no se recupera” El sótano de La Lambiona comenzó a llenarse rápidamente.
A Mice Hole nunca había tenido oportunidad de verles en directo y eso que Suances está aquí al lado de casa. Ya ves, aquello de “tan cerca y tan lejos a la vez”. Comenzaron el concierto con un público más que entregado. Así da gusto… Repartieron cera a mansalva de sus trabajos anteriores y del que tienen cocinándose en el horno, “When Herodes Killed Children” que pronto verá la luz. Muchas ganas de catarlo. No quisiera olvidar mencionar a la madre de Ramón, el vocalista, que atendía el merchan de Mice Hole con mucho salero y toda orgullosa del diseño que había realizado su vástago. Simplemente encantadora… Un besazo desde aquí.
A To The Burial tenía muchísimas ganas de verles en directo desde que me perdí el concierto que ofrecieron en La Tribu por coincidir con un bolo de Berrinche. Y es que desde que oí “Blood” en Noche de Rock, no me podría quitar esa canción de la cabeza (debe haber subido bastante el número de visualizaciones del vídeo de ese tema en Youtube. Por mi culpa, por mi gran culpa…). Menos mal que ya tengo el CD.
Comenzaron con el público y la sala ya bastante calentitos. Qué manía tienen algunas salas de no encender el aire acondicionado. Sí, ya sabemos que la factura de la electricidad ha subido pero cualquier día a alguien le da una lipotimia.
Las baquetas con luz de Peivi dieron el pistoletazo de salida a un concierto en el que no hubo ni un instante para tomar aliento: mucha y muy buena caña con un público coreando las letras. Me vais a perdonar que no enumere cada uno de los temas que sonaron, pero con tanto jolgorio, se me olvidó pedir el set list a ambas bandas. Como colofón, Xiao y Ramón se marcaron dos temas en dueto.
A To The Burial no hay que desearles buena suerte porque me da a mí que esta banda ha nacido con muy buena estrella. Prácticamente acaban de despegar pero ya vuelan muy alto.
Decir que lo pasamos genial aquella noche es poco. Pero lo más reconfortante fue ver público de generaciones diferentes disfrutando al unísono y, quizás más importante aún, apoyando a las pequeñas bandas.
Texto: Nuria de la Vega / Fotos: T&M Photo