Parece que fue ayer pero ya han pasado casi 30 años desde que saliera, el que para nosotros los españoles se llamó por un tiempo “Keianzo”. Un disco que a principio de los 90 dio más visibilidad a un estilo, el metal industrial, que por aquel entonces empezaba a entrar por los oídos de gente más enfocada en el heavy metal, thrash metal gracias a bandas como Prong, Godflesh…
Ministry no llegó directamente a romper los esquemas de la música metal nada más llegar. A principio de los 80 fue jugando con sonidos más cercanos al pop, eso sí, siempre acompañados de sintetizadores y samplers, y no fue hasta finales de los 80 con The Mind is a Terrible Thing to Taste que se pusieran ya a meter guitarras afiladas más propias de bandas de thrash, que de los estilos de sus discos anteriores, y voces distorsionadas.
Con el camino ya abierto en el terreno más propio de las bandas de metal, tuvieron que pasar 4 años hasta que en 1992 saliera ΚΕΦΑΛΗΞΘ o lo que es lo mismo traducido al inglés Psalm69. La salida del disco fue un cañonazo a nivel mundial, que recordemos se movía sin la facilidad de internet que tenemos ahora.
En el consiguieron meter temas que a día de hoy siguen siendo himnos indudables. Temas como Jesus Built My Hotrod con las locas voces de Butthole Surfers, N.W.O. que abre de forma suprema el disco, la contundente Just One Fix o Hero con sus características guitarras.
Si
que es cierto que el resto de temas no calaron tan fuerte y puede
parecer que están incluso a otro nivel inferior, pero es eso
justamente lo que hace el disco más homogéneo y pueda darnos algo
de descanso sin salir de la oscuridad y la demencia que tanto las
caracteriza.
En nuestro país el haber salido en la banda
sonora de El dia de la Bestia junto a bandas como Headcrash,
Ktulu,… les dio un buen empujón que les hizo ganar muchos
seguidores.
Aunque para muchos de nosotros sea su disco
más característico no quiere decir que sea el mejor, ya lo
demostraron en trabajos siguientes como Dark Side of the Spoon o años
más tarde Río Grande.
Lo que es indudable es que por mérito propio se han convertido en parte de la historia del metal industrial y sin ellos muchas bandas no serían lo que son a día de hoy.
Zufo