Dios se ha reencarnado en estos cinco hijos de puta: Hay pequeños pueblos en España que se hacen famosos por la calidad de sus festivales que sacan los colores a las ciudades más grandes, si Peralta sigue por este camino será anualmente una cita ineludible.
Estamos en el siglo XXI y nadie parece creer en nada por eso es tan sencillo sentirse de repente tan cercano a la gente con pasiones, aunque vivan a cientos de kilómetros e intercambies sólo un par de frases o de palabras. Montar el único concierto de Pain of Salvation en España tiene que ser cosa de gente pasional y aventurera, y nos bastó echar un vistazo a la gente encargada de vender las entradas, de repartir las acreditaciones, de vender las copas y de sellarte la mano al salir para confirmar que Minnuendo es un festival montado con el corazón y no con la cartera.
La gente pasional hace cosas que la gente gris no comprende, como meterse chorropocientos kilómetros en furgoneta para disfrutar de unas cuantas horas de concierto. Así pues prontito por la mañana comenzó la expedición que nos llevaría a Peralta disfrutando por el camino de unos cuantos buenos discos y unas horas de conversación. Finalmente llegamos a nuestro punto de destino y localizamos la plaza con el tiempo suficiente para tomar unas cervezas y preparar unos bocatas de jamón.
Las pruebas de sonido fueron especialmente progresivas, (por la duración), pero a pesar de ello el concierto comenzó con puntualidad. De nuevo podíamos ver sobre el escenario a Psicotropia a los que cada vez nos sentimos más cercanos ya que entre otras cosas comparten sello discográfico con algunos de los amigos que formaban parte de nuestra expedición de ese dia. Moló mucho verles por fin en un escenario grande, allí interpretaron los temas de su último disco Grog, que al parecer no es el primero, si no el segundo. Además según vimos en la zona de Merchandising también tienen publicado un DVD de una representación teatral sobre Estela Plateada con música suya (Toma ya!). En cuanto al concierto, creo que escogieron muy bien el repertorio, buscando en general su faceta más seria y dramática, aunque al final terminaron con el cubo de salsa de tomate en la cabeza como en todos sus conciertos. Incluso se permitieron el lujo de un pequeño bis en el que versionaron Red de King Crimson, que por supuesto hizo las delicias del público congregado. Muy sabia elección, claro. Extra point, por cierto, para el técnico de luces que se la sabía de antemano y comenzó con un muy apropiado fogonazo rojo.
Pendragon eran el grupo más clásico de la noche, activos desde mediados de los ochenta y en plena actividad desde entonces. Para quien no les conozca hay que decir que hacen un rock progresivo / sinfónico bastante calmado que podría asemejarse a grupos como Genesis, Camel o Marillion. Desde el inicio con No Place for the Inocent, el concierto tuvo momentos más intensos y otros mucho más pausados, personalmente no soy muy seguidor de la banda, así que he de reconocer que en muchos momentos perdí un poco la atención, aunque también influia la impaciencia por ver a Pain of Salvation. Por otro lado, como anécdota hay que decir que tuvieron un problema con el rider técnico y cuando llegaron no tenían uno de los teclados que necesitaban, con lo que tuvieron que andar haciendo virgerias en la prueba hasta que finalmente pudieron apañarselas lo suficiente como para tocar. (Al parecer, el teclado del que disponían tenía una octava menos del que habían solicitado, o algo similar explicaron por el micrófono). El nivel instrumental, como supondreis, fue altísimo, especialmente me gustó el bajista, que llevaba un fretless con el que llenaba las canciones de una manera espectacular.
Y después Pain of Salvation. Supongo que ya durante estos dias todos habréis oído o leído a alguien decir lo de “El mejor que he visto nunca”, nosotros vamos a intentar ser un poco más cautos porque la impresión aun está cercana y hace falta perspectiva en el recuerdo para decir algo tan gordo, pero lo cierto es que al menos si está entre los muy muy buenos. En el viaje de vuelta veníamos absolutamente impactados, al menos hasta que nos fuimos durmiendo. Y es que sólo una cosa se puede decir como “pero”, que fue extremadamente corto, a penas una hora y cuarto contando los cinco minutos de otra-otra. Nuestro amigo Javi (Guitarrista de Banshee y conductor de la furgoneta entre otras cosas en su vida) ganó un minipunto de puretismo al ser el único de la expedición, y diría que el único en toda la plaza que notó que Daniel venía tocado de la garganta antes de que nos los confirmasen oficialmente por parte de la organización. Y digo que tal vez fuese el único porque Daniel estuvo sencillamente espectacular durante toda la actuación, aunque tuviesen que recortar algo más de media hora con respecto al set que vienen haciendo en otros lugares de Europa. Me quedé sin dos de mis favoritas, Fandango e Imago (Homines Partus) del Remedy Lane y el Be respectivamente, pero todos nos vimos ampliamente recompensado con temazos como Undertow, Inside, Diffidentia (Breaching the Core) e incluso algún clásico de los primeros discos como Inside Out, que cerraba su disco de 1998 One Hour by the Concrete Lake. Particularmente divertido fue el momentazo Disco Queen que encaja a la perfección con el estilo más desarrollado del grupo en los últimos discos. Y es que Pain of Salvation lo hubiesen tenido bastante sencillo para ser una banda de metal progresivo al uso y sin embargo están inventando una nueva manera de hacer música. Esperamos que las consecutivas bajas por parte de su bajista y su batería (que les abandona tras esta gira) no afecten a los próximos trabajos del grupo, porque Pain of Salvation están llamados a ser un grupo clásico de referencia para muchas nuevas generaciones de músicos progresivos.
En la última parte adornaron un pequeño descanso con un espectacular solo de batería saliendo se continuamente del ritmo marcado por un hipnótico riff de guitarra. No sabemos si lo vienen haciendo en toda la gira o fue un momento de descanso para la maltrecha garganta de Daniel, pero lo cierto es que cuando llevaban una horita nos dijeron hasta luego, volvieron con un corto bis y no conseguimos sacarles de nuevo pese a continuar gritando incluso cuando había música puesta y ya había caido el telón.
Pese a que luego nos explicaron lo de la garganta se nos quedó un poco de regusto amargo de que el concierto hubiese sido tan corto porque como digo estaba siendo absolutamente espectacular en todos los sentidos. Habrá que buscar otra ocasión y volver a ver a Pain of Salvation y esperemos que vuelvan a estar a este nivel estratosférico. Estaremos pendientes también de los próximos Minnuendos, ya que la organización ha ganado todo nuestro respeto, con su apuesta arriesgada y con su inmejorable trato durante el festival. Esperamos repetir el año que viene y que el cartel mantenga tan alto nivel. Yo propongo a Pain of Salvation como cabezas del Minnuendo 2008.
Crónica por Oskar Sánchez, fotos por Ruben Palacios y Oskar Sánchez.